Cristina Kirchner incomodó al Gobierno justo antes de que Alberto Fernández reciba consejos para la Corte

A nadie le sorprendió en el entorno de Alberto Fernández que Cristina Kirchner embistiera ayer abiertamente contra la Corte Suprema con el tono que utilizó en su carta. Cuando el kirchnerismo duro, en bloque, salió a apoyar a Amado Boudou luego de que el máximo tribunal dejara firme su condena a cinco años y diez meses de prisión, en el Gobierno leyeron entre líneas que la vicepresidenta se estaba defendiendo a sí misma. Serán esos jueces los que tendrán la última palabra en sus causas penales.

También interpretaron en el mensaje epistolar un reclamo de la vicepresidenta al Poder Ejecutivo. "Cristina está enojada porque el Gobierno no sale a cruzar a la Justicia como ella quisiera", resumió un colaborador oficial a LA NACION.

Hoy, el Presidente dijo sobre la carta: "Lo que dijo Cristina es un llamado de atención para todos. Yo digo hace muchos años que la Justicia no está funcionando bien. Comparto mucho de lo que ha plantado Cristina. Es una mirada objetiva de lo que está pasando en la Justicia, no hablemos de un caso particular, ojalá que el Poder Judicial use su vocación corporativa para mejorar".

En una gimnasia que ya es habitual, Fernández convalidó los movimientos de su vice, para evitar conflictos en el frente interno. Un importante colaborador oficial, sin embargo, consideró: "Alberto tiene que seguir con su agenda y su estilo, no se puede desperfilar en este tema institucional".

Según pudo reconstruir este medio en base a dos altas fuentes del Gobierno, el Presidente no avaló que Santiago Cafiero saliera a defender a Boudou el viernes pasado, cuando el funcionario dijo en Twitter que el exvicepresidente "merece que sus derechos no sean pisoteados".

Como en las dos oportunidades anteriores, la carta de Cristina capturó la centralidad de la agenda política. Con tanta potencia que la misiva condicionó a Fernández en la nutrida actividad que preparó para hoy, cuando se cumple un año de su gestión: todo lo que el Presidente diga, será leído bajo el prisma de las palabras de su vice. Esta mañana, algunos colaboradores de la Casa Rosada pretendían que Fernández no se quedara a responder preguntas de la prensa tras el anuncio de la vacuna para que el foco del acto estuviera en los avances sanitarios.

Hoy, sin embargo, Fernández tendrá una oportunidad para hablar de la Justicia. Por la tarde recibirá el informe final de los juristas del Consejo Consultivo con recomendaciones de cambios para distintos ámbitos del Poder Judicial, incluida la Corte Suprema. El eje de las recomendaciones está puesto, no en la cantidad de miembros como se especuló en un principio, sino en la creación de un tribunal intermedio de arbitrariedad que desagote buena parte de los casos que tramita el máximo tribunal.

Tema: la Corte

Uno de los puntos más sensibles con respecto a la Corte radica en un camino habitual que toma el máximo tribunal cuando rechaza un recurso de queja sin más explicaciones, basándose en el artículo 280 del Código Procesal Civil y Comercial. La "plancha 280" es criticada porque se dicta sin fundamento.

Eso es lo que se aplicó con Boudou. Cerca de Fernández consideraron que, más allá de la situación procesal del exvicepresidente en las causas de corrupción, sí resultó llamativo que la Corte rechazara sin dar explicaciones los recursos contra su condena, por la investidura del exfuncionario. "La Corte dio un mensaje con lo de Boudou. Sentó un precedente y dijo que no tiene problemas en poner una plancha 280 para temas de semejante relevancia institucional. Eso es muy llamativo", reconoció un funcionario de estrecha relación con el Presidente.

El informe del Consejo Consultivo para el Fortalecimiento del Poder Judicial y del Ministerio Público (la "comisión Beraldi", bautizada así por la oposición y los medios por haber incluido en el comité al abogado de Cristina) se pronunció sobre una variedad de temas: además de la Corte, también pidió cambios en la elección del Procurador General (el jefe de los fiscales), y una reestructuración del Consejo de la Magistratura (que designa y remueve a los jueces) entre otros puntos.

Será central conocer qué hoja de ruta decide tomar Fernández a partir de la lectura del informe de los expertos: qué temas priorizará, con qué velocidad y que medidas adoptará a partir de esas recomendaciones. Puede tomarlas y hacer proyectos de ley, o no hacer nada. Y puede priorizar la cuestión de la Corte -el tema que más preocupa a Cristina- o dejarlo en un segundo plano.

"Lo ideal sería tomarse el tiempo para analizarlo y avanzar primero por los temas menos conflictivos", consideró un funcionario en las últimas horas, que sabe que muchas veces Fernández modifica su plan original para contener el frente interno en la coalición de gobierno.

¿Dirá hoy Fernández algo del lawfare? "No se puede negar que Mauricio Macri moldeó a la Justicia Federal a su medida y que hubo lawfare. Hubo muchos fallos vergonzosos en los últimos años", agregó el funcionario, para mostrar sintonía con la vicepresidenta, que en su carta dijo que ese estado de cosas no cambió durante el último año.

Hoy, el kirchnerismo duro dio pistas del curso de acción que pretende el Instituto Patria."Hay que apelar al mecanismo de ampliación de la Corte y, en paralelo, también apelar al juicio político", afirmó Leopoldo Moreau en diálogo con Radio 10. Según el dirigente kirchnerista, los jueces de la Corte fueron "parte activa del lawfare" contra la vicepresidenta y sus exfuncionarios. Por eso, Moreau le pidió al gobierno de Fernández que "libere el proceso de modificación o ampliación" del máximo tribunal.

Se verá en qué medida el Presidente responde a ese reclamo y si lo hace con la fuerza que esperan en el campamento cristinista.

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