Cristina Kirchner impulsa al formoseño José Mayans como jefe de bloque en el Senado
El conflicto por la conducción de la bancada del Frente de Todos en el Senadose encamina hacia una solución, a partir de gestiones de Alberto Fernández y de Cristina Kirchner.
El presidente electo le ofreció un lugar en el gabinete al actual jefe de Bloque Justicialista, el cordobés Carlos Caserio, portavoz del sector que se resistía a quedar bajo el mando kirchnerista. La vicepresidenta electa resolvió, en simultáneo, promover como jefe de la nueva bancada a José Mayans, un peronista que responde al gobernador de Formosa, Gildo Insfrán.
La definición de Cristina Kirchner podría despejar el camino para la unidad de todos los sectores del nuevo oficialismo en una misma bancada.
En lugar de inclinarse por un senador de Unidad Ciudadana, como se dejó trascender en las últimas semanas, eligió a un integrante del Bloque Justicialista, de buena relación con el peronismo tradicional. "Es un dirigente muy cercano a un gobernador y proviene de una de las provincias en las que el Frente de Todos sacó el mayor porcentaje de votos", explicaron en el entorno de la vicepresidenta electa.
Es un dirigente muy cercano a un gobernador y proviene de una de las provincias en las que el Frente de Todos sacó el mayor porcentaje de votos
Mayans es hoy uno de los vicepresidentes del Bloque Justicialista. Disputó la jefatura de esa bancada en junio de este año, después de que Miguel Ángel Pichetto abandonó ese lugar.
Por una votación interna, la conducción quedó en manos de Caserio. Durante la discusión sobre la legalización del aborto, Mayans fue uno de los más firmes detractores del proyecto.
En Diputados, mientras tanto, avanza la designación de Máximo Kirchner al frente de un bloque único, en el que convivan todas las fuerzas que integran el Frente de Todos.
Fernández pretende que se diriman las disputas internas antes del 10 de diciembre, para contar con bancadas homogéneas desde el inicio de su gestión. Prefiere tener bloques unificados, en lugar de interbloques.
El ofrecimiento de Fernández al senador Caserio, del que no trascendieron mayores detalles, es una jugada coordinada entre el presidente electo y Cristina Kirchner para lograr la unidad entre dos sectores que se disputaban la jefatura. Por un lado, el bloque de Unidad Ciudadana, que responde a la vicepresidenta electa; por otro, el Bloque Justicialista, en el que confluyen senadores ligados a gobernadores del PJ y otros peronistas "sin tierra".
Un grupo de los justicialistas reclamaban conservar un bloque propio y rechazaban un esquema en el que Cristina Kirchner eligiera al presidente provisional del Senado y al jefe de la bancada oficialista.
Los nombres que más circulaban para esos lugares eran los de Oscar Parrilli y Anabel Fernández Sagasti, respectivamente, los dos muy cercanos a la vicepresidenta electa. La propuesta para nombrar a Mayans modificó el escenario.
La oferta de cargos
Para resolver el intríngulis, Fernández usó el mismo recurso que para ordenar la conducción en la Cámara de Diputados. Ante las tensiones crecientes entre Sergio Massa y el actual presidente del bloque del Frente para la Victoria, Agustín Rossi, le ofreció a este último regresar al Ministerio de Defensa, cartera que dirigió entre 2013 y 2015.
Sin Agustín Rossi en la cámara, Máximo Kirchner se convirtió en el candidato natural para sucederlo al frente de la bancada.
"Alberto Fernández me ofreció ser parte del gabinete. La verdad es que me ha tomado de sorpresa. Estoy muy agradecido por la propuesta", dijo Caserio, en declaraciones a Cadena 3.
En el Bloque Justicialista especulaban ayer que el ministerio a ocupar podría ser el de Transporte. "Me dijo que elija libremente si quería seguir en el Senado o no. Lo voy a pensar. Es un cargo muy importante. Vamos a ver qué es lo más conveniente. Mi decisión va a estar basada en lo que sea mejor para mi provincia", agregó el legislador.
El senador por Córdoba había quedado en el centro de la tormenta anteayer, cuando desnudó las diferencias internas en el nuevo oficialismo. "Somos dos bloques: uno tiene una referencia basada en los gobernadores y fuerzas territoriales, y también en Alberto. También hay un bloque, que es el de Unidad Ciudadana, que responde exclusivamente al mandato de Cristina", dijo.
"Somos dirigentes. Siempre hay una diferencia entre dirigente y empleado: nos gusta dirigir nuestras ideas, es la base de la política. Si yo fuese una persona que solo acata órdenes, no hubiese aceptado trabajar con Alberto Fernández", agregó. Esas declaraciones cayeron muy mal en el kirchnerismo.
El conflicto todavía no está resuelto, pero la tensión se redujo notablemente en las últimas horas. Caserio anticipó que convocará en los próximos días a un encuentro entre los referentes de los distintos bloques del nuevo oficialismo: además del Bloque Justicialista y de Unidad Ciudadana, estarían los potenciales aliados, como los senadores de Misiones y de Santiago del Estero
En esa reunión se definiría si el Frente de Todos se constituirá como un interbloque o como un bloque unificado.
Con la colaboración de Gustavo Ybarra
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