Cristina Kirchner, en una carrera contra reloj entre la jefatura del PJ, el fallo de Vialidad y la Ficha Limpia
La elección interna tiene fecha estipulada para el 17 de noviembre; antes podría salir el fallo en la causa Vialidad; el proyecto de ficha limpia también alcanzaría a los “cargos partidarios”
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El pedido de Eduardo “Wado” de Pedro para que Cristina Kirchner asuma la conducción del Partido Justicialista a nivel nacional, que fue seguido por una ráfaga de apoyos camporistas y de intendentes, cerró un mes en el que la expresidenta levantó el perfil electoral con gestos políticos, tanto en las redes como en el territorio, con los cuales salió a confrontar directamente con Javier Milei, a quien comenzó a nombrar de manera explícita justo cuando las encuestas detectaban los primeros retrocesos del presidente en el humor social.
Para que esta secuencia de señales pueda traspasar el plano de la gestualidad será determinante lo que ocurra tanto en la Justicia como en el Congreso: la confirmación inminente de su condena en la causa Vialidad y los avances registrados en el proyecto Ficha Limpia arrinconan las chances electorales de la exvicepresidenta de cara a las elecciones legislativas de 2025, pero también hacia al interior del peronismo.
Su coronación formal como líder del partido, el próximo 17 de noviembre, además de intentar acallar las disputas internas -desplazándolas hacia abajo-, podría fungir de armadura y plataforma para la próxima batalla electoral. Las especulaciones políticas señalan a la provincia de Buenos Aires.
Sin embargo, su eventual postulación como candidata a diputada en territorio bonaerense no es lo único que peligra. El dictamen de mayoría que modeló el proyecto ficha limpia el 16 de septiembre también representa un escollo para las intenciones de La Cámpora de extender la jefatura de Cristina Kirchner hacia todo el peronismo. En la lógica kirchnerista, que la Justicia condene a la titular del principal partido de oposición o que la “proscriban” del próximo proceso electoral, abriría un escenario de controversia complicado para el Gobierno.
La iniciativa, que recogió apoyos en los bloques de Pro, La Libertad Avanza, UCR, la Coalición Cívica -con disidencia parcial- y Encuentro Federal, le impide competir electoralmente a un condenado en segunda instancia por casos de corrupción al incorporar un inciso –el H– al artículo 33 de la ley de partidos políticos (23.298), el cual no se modifica y reza: “No podrán ser precandidatos en elecciones primarias ni candidatos en elecciones generales a cargos públicos electivos nacionales, ni ser designados para ejercer cargos partidarios”.
De esta manera, si la Cámara de Casación confirma la sentencia a 6 años de prisión en la causa denominada como Vialidad y el dictamen de mayoría es aprobado en el Congreso, Cristina Kirchner no solo se vería impedida a ser candidata a diputada nacional por la provincia de Buenos Aires en 2025, sino también de convertirse en presidenta del PJ a nivel nacional.
El proyecto de Ficha Limpia está en condiciones de pasar al recinto de la Cámara baja, pero su tratamiento aún no tiene fecha, y en la última sesión el oficialismo lo retiró del temario para no trabar la discusión y priorizar la salida de la boleta única de papel. “Generaba mucha polémica”, explicaron fuentes libertarias.
Con todo, el proyecto es pasible de recibir modificaciones en el recinto: el kirchnerismo sacó su propio dictamen de minoría con el que busca ampliar el abanico de delitos -no solo los de corrupción- y dejar fuera de la carrera electoral solo a quienes tienen una condena firme.
Tal como consignó este medio, la Sala IV de la Cámara de Casación Penal, integrada por los camaristas Gustavo Hornos, Mariano Borinsky y Diego Barroetaveña, se aprestaba a confirmar la sentencia contra Cristina Kirchner esta semana, pero la defensa de la exvicepresidenta interpuso una batería de recursos y obligó al tribunal a posponer la decisión al menos una semana. El hecho de que la LA NACION anticipara el sentido del fallo fue uno de los argumentos presentados por el abogado Alberto Beraldi ante el tribunal.
Interna peronista
Las resistencias a la candidatura de Cristina Kirchner también provienen desde el territorio. En las últimas horas, el peronismo no kirchnerista emitió señales de rebeldía contra el intento de La Cámpora por instalar la candidatura de la exvicepresidenta.
El intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi, publicó en redes sociales un apoyo tácito al gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela, quien hasta hace pocos días parecía tener el camino liberado para reemplazar a Alberto Fernández en lo más alto de la cúpula partidaria. “La construcción de una herramienta política para recuperar el gobierno con @QuintelaRicardo”, tuiteó el jefe comunal en medio del operativo clamor que cantó Wado y sostuvieron a coro otras figuras, como la quilmeña Mayra Mendoza o la senadora nacional Juliana di Tullio.
Pero otros dirigentes, como el legislador bonaerense y exministro de Seguridad provincial Sergio Berni salieron a respaldarla.
Este viernes por la mañana, el propio Quintela salió a aclarar que está dispuesto a dar la pelea contra la exvicepresidenta. “El respeto a Cristina es absoluto. Es importante que podamos presentar las dos propuestas y una vez que confluya el proceso interno, podemos diseñar el proyecto”, sostuvo en diálogo con radio 10 desde Neuquén, donde se mostró acompañado por la diputada Victoria Tolosa Paz. “A discutir y el que gana conduce y el que pierde acompaña”, agregó el gobernador riojano, cercano a su colega Axel Kicillof.
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