Cristina Kirchner, desorientada con Javier Milei: “¿Cómo puede ser que en este estado de situación, haya gente que apoya?”
Habló en un acto en el Instituto Patria, su base política; aludió al lema de los libertarios y dijo que, además de “libertad”, se necesita “igualdad”; la anécdota que refirió a una candidatura
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LA NACION
En medio de un operativo para reinstalarse como principal referencia de oposición, la expresidenta Cristina Kirchner volvió a arremeter este sábado contra Javier Milei. En un acto que encabezó en el Instituto Patria, su base política, se preguntó “cómo puede ser posible que en este estado de situación, haya gente que apoya” al Presidente. Lo hizo en momentos en que el peronismo se pregunta por qué no consigue capitalizar los tropiezos del gobierno libertario.
De hecho, las encuestas de imagen ubican a Milei en valores similares a los de su asunción, pese a que el ajuste fiscal que implementa su administración pegó fuerte en distintos sectores. En este escenario, la expresidenta optó por ponerle el cuerpo a la nueva oposición. Dijo que busca transmitir “tranquilidad”, pero comparó la situación actual con la dictadura: “Después del golpe hubo un tiempo de tremenda violencia y sin embargo gran parte de la sociedad decía ´algo habrán hecho´”, sostuvo.
“Les quiero dejar una mirada de esperanza, para decirles que hubo momentos más difíciles todavía, de muerte, miedo y miseria planificada también. En estos momentos de crueldad e individualismo, que nos parece que son inéditos, pero ya pasaron cosas similares”, remarcó. Y volvió sobre la idea de que no es la primera vez que la sociedad reacciona de esa manera. Aunque, en forma contradictoria, se lamentó: “Estos niveles de ´me importa un pito´ son inéditos”.
Por eso, en la propia Cristina Kirchner y entre los dirigentes de su entorno anida la idea de salir a explicar cómo perjudica el gobierno de Milei a la población, especialmente a los sectores a los que históricamente representó el peronismo. La propia expresidenta lo puso este sábado en palabras: “Si hacemos esta docencia, si esta angustia la podemos transformar en organización...”, remarcó la jefa del kirchnerismo, en un acto que compartió con sacerdotes y mujeres religiosas.
“Aquellos que hemos vivido de cerca la experiencia de que te quieran matar, sabemos que todo puede superarse. Lo peor que nos puede pasar es agachar la cabeza frente a lo que está pasando, ahí sí estaremos vencidos”, enfatizó. La expresidenta también afirmó que “apenas ayer se cumplieron cinco meses (del gobierno de Milei)” y marcó nuevamente su nivel de desorientación: “Es cierto que nunca se vivió, en 40 años de democracia, una situación similar”, insistió.
En la semana en que la CGT le hizo su segundo paro al gobierno de Milei y en la que el PJ intentó -y consiguió- retrasar los dictámenes de la Ley Bases y el paquete fiscal en el Senado, Cristina Kirchner dio su fórmula para enfrentar al oficialismo: “Tenemos que seguir trabajando muy fuerte, en todos los frentes, en las universidades, las iglesias, lo que hacía el padre (Carlos) Mujica. Si hay una convicción, amor y solidaridad, estaremos mejor”, aventuró.
A diferencia de actos anteriores, como el que encabezó en Quilmes la semana pasada, la expresidenta no hizo ninguna referencia a la interna partidaria. Solamente se enfocó en cuestionar a la administración de Milei. “La libertad es una maravillosa palabra, pero ved a la noble igualdad, dice nuestro himno nacional”, aseguró Cristina Kirchner en una crítica al principal lema de los libertarios. Y poniéndose, así, en la vereda de enfrente en el nuevo escenario político.
La candidatura de 2017
Durante su exposición, que tuvo lugar después de que hablaran varios religiosos -cuyas intervenciones no fueron transmitidas por el Instituto Patria-, Cristina Kirchner recordó que la Virgen entronizada este sábado en su bunker político se la habían entregado, bendecida, en 2017, “en plena veda electoral”. Ese año, la expresidenta se postuló como candidata a senadora nacional por la provincia de Buenos Aires. Y fue derrotada en las urnas por el macrista Esteban Bullrich.
Sin embargo, en el kirchnerismo consideran que aquel año, luego de pasar dos temporadas en el llano, fue importante para Cristina Kirchner porque la colocó como la principal referente de oposición al entonces presidente Mauricio Macri, lo que le permitió en 2019 ser la gran electora dentro del PJ, a tal punto que designó a Alberto Fernández como candidato a presidente a través de un video. No hubo congreso partidario ni reuniones de mesas políticas colegiadas.
Pero tras una administración que dejó más cuentas en el debe que en el haber, y de la cual Cristina Kirchner fue una parte fundamental, en el peronismo comienza a discutirse ahora -en medio del impacto que le provoca el fenómeno libertario- si no habrá llegado el tiempo en que la expresidenta deba hacerse a un lado para facilitar la emergencia de nuevos liderazgos. No parece ser, claro está, la idea de la propia Cristina, a juzgar por su nutrida agenda de reapariciones.
En la última de ellas tuvo sentado al gobernador Axel Kicillof en la primera fila. Ella pidió, también delante de su hijo Máximo Kirchner, jefe de La Cámpora y en el plano formal también del PJ bonaerense, que los “compañeros” dejen de pelearse en los canales de televisión. La referencia pareció dirigida especialmente a Andrés “Cuervo” Larroque, un exalfil de Máximo Kirchner ahora reconvertido en espadachín de un kicillofismo que se encuentra en estado de gestación.
Kicillof no encabezó actos políticos este fin de semana, pero el próximo se lo verá en el cierre de un “encuentro resultante de las reuniones multisectoriales que se comenzaron en enero” en los distritos de la provincia de Buenos Aires. Los que siguen de cerca ese armado vislumbran el nacimiento de una nueva corriente peronista que, en su etapa fundacional, intentará “aunar a sectores perjudicados por las políticas del gobierno nacional y manifestar el descontento”.
En ese marco, uno de los ministros más activos de Kicillof es Gabriel Katopodis. El titular de la cartera de Infraestructura bonaerense viene manteniendo reuniones con distintos sectores políticos, económicos y sociales para sumarlos a una movilización contra la Ley Bases el día en que sea tratada en el recinto del Senado. Aún no se sabe cómo será la articulación con el kirchnerismo, pero este sábado quedó claro que Cristina quiere seguir gravitando en el campo opositor.
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