Cristina Kirchner denunció a Irán en su discurso ante la ONU
Pidió la extradición del ministro de Defensa de ese país, acusado de la voladura de la AMIA
NUEVA YORK.- Con un discurso severo y cargado de fuertes críticas hacia el líder iraní, Mahmoud Ahmadinejad, la presidenta Cristina Kirchner volvió a exigir ayer en la ONU que Irán extradite a los ex funcionarios investigados por el atentado en la AMIA, entre ellos el designado ministro de Defensa, Ahmad Vahidi, buscado por Interpol desde el año pasado.
La disputa con Irán por los responsables del acto terrorista de 1994 que dejó 85 muertos y centenares de heridos quedó más marcada aún cuando la Presidenta ordenó a la delegación argentina que se retirara del recinto del plenario de la ONU en el momento en que hablara Ahmadinejad.
El reclamo vinculado con la AMIA fue uno de los pasajes salientes de la intervención de Cristina Kirchner en el foro internacional más importante del mundo, que incluyó también un pedido para que se retorne a la democracia en Honduras (ver página 2) y un pedido a Estados Unidos para que asuma un liderazgo responsable en el actual contexto internacional.
"Democracia, vigencia de los derechos humanos son las tres claves para construir una nueva multilateralidad", sostuvo, y resaltó que deben ser "iguales y parejas para todos", sobre todo para los más poderosos. "Es obvio que quien mayor liderazgo ha conseguido construir a partir de poderío militar, tecnológico, económico y también tal vez cultural tiene también la obligación de ejercer esos liderazgos en forma responsable", dijo Cristina Kirchner respecto de Estados Unidos.
El escenario y el clima en el recinto durante la presentación de la Presidenta fueron prácticamente idénticos a los de 2008 y 2007. El reclamo a Irán fue seguido desde un palco especial por familiares de víctimas del atentado en la AMIA y por dirigentes de esa entidad judía, como en aquellos años. El primero en exigirle a Irán colaboración con la justicia había sido Néstor Kirchner en 2007, pero a diferencia de ese año esta vez Ahmadinejad no estuvo en el recinto durante el discurso de Cristina Kirchner.
La Presidenta dijo que no podía dejar de insistir en el pedido de colaboración a Irán porque Estados Unidos y la Argentina "son los únicos que sufrieron atentados del terrorismo internacional". "Hay garantías de libertad, de justicia, de administración de justicia y, sin embargo, nada de esto ocurrió, sino que este año uno de los funcionarios, cuya extradición era solicitada por el fiscal que interviene en la causa, fue ascendido al grado de ministro."
La escuchaban, a pocos metros, el presidente de la AMIA, Guillermo Borger, y el secretario general de esa entidad, Julio Schlosser; Olga Detgiar, Sergio Burstein y Daniel Komarovsky, familiares de las víctimas del atentado.
En un contexto de tensión creciente entre Estados Unidos e Irán por su avance en el desarrollo nuclear, Cristina Kirchner desafió por primera vez al líder iraní, sumándose a los cuestionamientos por su posición crítica frente al Holocausto.
Dijo que seguramente Ahmadinejad en su discurso volvería "a negar tragedias históricas que Occidente ha sufrido durante el siglo XX; invocará la amenaza de otros imperialismos y también invocará a Dios". Y dirigiéndose directamente a él, dijo que ninguno de los dos creía que Dios pueda obligarlos "a proferir amenazas o a no cumplir con la Justicia".
El balance
"El mensaje de la Presidenta fue muy sensible y comprometido, en forma particular frente al atentado contra la AMIA, pero también en términos generales en la denuncia contra el terrorismo internacional", dijo Borger, antes de abandonar la sede de la ONU. "Fue un buen discurso, con una diplomacia y una delicadeza pero con contundencia. Sólo el que no quiere escuchar puede hacerse el que no entiende", sostuvo Sergio Burstein, que viajó en representación de familiares de las víctimas.
Olga Ditgar consideró la intervención presidencial "excelente". Era, dijo, lo que esperaban, "que todos sean interrogados y la afrenta que significa para el mundo que uno de los acusados haya sido ascendido por su gobierno".
La Presidenta también reclamó la soberanía argentina de las islas Malvinas y sostuvo que a pesar de las diferencias con Gran Bretaña se había alcanzado un acuerdo humanitario para que los familiares "de los caídos que lucharon por la patria" pudieran viajar a inaugurar el cenotafio en el cementerio de Darwin.
Con su mensaje en la ONU, la Presidenta cerró su paso por Nueva York. Hoy, Cristina Kirchner se sumará en Pittsburgh a la cumbre de líderes del G-20, que discutirá sobre cómo resolver los problemas originados en la crisis financiera internacional y las medidas que se deberán tomar para adaptar los organismos multilaterales a la realidad actual. En la cumbre participarán también los ministros de Economía, Amado Boudou, y de Trabajo, Carlos Tomada.
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