La carta de Cristina Kirchner a Milei: advirtió que no tiene dólares para pagar la deuda y le dijo “exlibertario”
La expresidenta publicó un documento de ocho páginas titulado “Es la economía bimonetaria, estúpido. Aportes para un debate argentino” en el que cuestionó el rumbo de Javier Milei e hizo críticas hacia adentro del peronismo
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Este viernes por la mañana la expresidenta Cristina Kirchner publicó a través de sus redes sociales un documento en el que hace su repaso y análisis de los nueve meses que lleva el libertario Javier Milei al frente de la Casa Rosada. En un texto que tiene como destacada una frase del exmandatario estadounidense John Adams que indica: “Hay dos formas de conquistar y esclavizar a una nación. Una es la espada, la otra es la deuda”, la también exvicepresidenta durante la gestión de Alberto Fernández remarca detalles de la política económica liderada por el Gobierno y alerta sobre sus consecuencias, como así también manda una serie de mensajes hacia adentro de su partido. Advierte que el país no tiene los dólares necesarios para pagar la deuda, tilda a Milei de “exlibertario” y habla de un peronismo que “se torció”.
En la primera parte de su escrito de ocho hojas, Cristina Kirchner realiza un “cuadro de situación” sobre el gobierno de Milei y “las fuerzas del cielo”, la frase que suelen utilizar los libertarios. “A nueve meses de la llegada al gobierno de la primera experiencia global anarcocapitalista, una vez más y como siempre, la realidad se impone sobre las teorías extravagantes, los discursos incendiarios y las frases marketineras”, introdujo la líder de Unión por la Patria (UP) y dijo que el Presidente -a quien definió como un “ultralibertario” que en campaña prometía eliminar el peso del Estado sobre la vida de los argentinos- ya en la Casa Rosada interviene y controla tres de los cuatro precios “fundamentales” de la economía.
Con eso se refirió al precio del dólar (”a través de la tablita de crawling peg de 2% mensual”); al del dinero (”mediante la fijación de una tasa de interés de referencia ultra negativa”), y al del trabajo (“al fijar tope para los acuerdos salariales”). Analizó, por el contrario, que el único valor que liberó fue el de los bienes y servicios, aunque con ciertas limitaciones porque, según su visión, las tarifas de luz, gas y el transporte todavía conservan exiguos subsidios para algunos usuarios y, a la vez, el Estado todavía no tiene datos certeros sobre los costos reales de esos sectores.
“Si a esta forma de administrar los cuatro precios de la economía le sumamos el ajuste fiscal de Milei -que es inconsistente e insostenible porque lo logra a partir del no pago de deudas exigibles para la administración central y del retiro del Estado de las funciones imprescindibles para la subsistencia misma del país como Nación-, se produce un combo letal”, sentenció la exvice, que refirió que ese escenario en el marco de una economía bimonetaria como la Argentina, un tema que la dirigente suele abordar en sus escritos, llevó a una caída “brutal” de la actividad económica y provocó que el país sea más caro en dólares que los desarrollados.
“Esto convierte la tasa de inflación de 3% o 4% mensual, que Milei y su inefable ministro de economía quieren hacernos creer que es un éxito, en una verdadera tragedia social, al producirse en el marco de una profunda recesión económica”, sostuvo Cristina Kirchner sobre la variable que esta gestión presenta como uno de sus mayores logros y en un achaque directo a Luis “Toto” Caputo. “Esa tragedia ya es inocultable”, consideró la expresidenta, que habló de un rápido crecimiento de la desocupación, de los más de un millón de niños que todas las noches se van a dormir sin un plato de comida (de acuerdo al último estudio de Unicef), del avance del narcotráfico en los barrios y de una “caída vertiginosa” en el nivel de vida de la clase media.
Acto seguido, la titular del Instituto Patria marcó: “Y como siempre sucede en la Argentina: al ajuste le siguen los palos. Las imágenes de argentinos apaleados y gaseados -en esta oportunidad jubilados- no hacen más que confirmar la violencia que engendran ideologías donde los ciudadanos solo son una variable de ajuste. Todo se ha puesto muy feo. Todo está muy mal”. Esto con respecto a las dos últimas protestas de jubilados, que terminaron en violencia debido a que la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, decidió aplicar el protocolo antipiquetes con las fuerzas federales y los manifestantes intentaron resistirse.
Dijo también Cristina Kirchner que el Gobierno, en la práctica, “abandonó el discurso liberal de ant-intervencionismo estatal” y que “dejó de lado” la teoría monetarista de que la emisión es la única causa de la inflación, mantra reiterado por Milei. “En efecto, en reiteradas oportunidades los funcionarios han señalado que no van a devaluar porque sube la inflación. O sea: la inflación en nuestro país está atada al movimiento del dólar. Bienvenidos a la Argentina”, ironizó, basada en este concepto que suele repetir en sus discursos.
“Estas no son las únicas novedades del país en el que suelen morir todas las teorías”, dijo, sin embargo, y destacó que las calificadoras extranjeras y “hasta algunos economistas vernáculos” expusieron una “creciente inquietud” acerca de la capacidad de pago de la Argentina respecto de su deuda soberana.
Después recordó su documento del 14 de febrero, donde había dejado plasmado que en la Argentina la inflación se dispara ante la escasez de dólares y que el endeudamiento compulsivo en esa moneda extranjera agrava la situación. “Que nadie se confunda. No pasa por decir ‘te lo dije’, pero es necesario abordar el verdadero problema de la economía argentina desde el rigor que impone la experiencia concreta frente a cualquier ejercicio teórico. Hoy la Argentina no tiene los dólares para pagar la deuda y los mercados lo saben”, marcó.
Incluso dijo que esa falta es la que también impidió llevar a cabo la dolarización tan pregonada por Milei durante la campaña y que, según Cristina Kirchner, el Presidente “imaginaba como plan de estabilización para cristalizar la formidable transferencia de ingresos a los sectores más concentrados de la economía producida después de la brutal devaluación y el ajuste fiscal”.
“Curiosa paradoja de quien se cree líder amado y admirado a nivel global, pero al que nadie le presta un dólar. A esta altura de la soirée casi, casi que tenemos que hablar de Milei, el ex libertario”, dijo contra el Presidente.
La economía bimonetaria
En el segundo tramo de su escrito, que denominó Es la economía bimonetaria, estúpido, la expresidenta se quejó del término “cepo”, porque dijo que nació para “estigmatizar” la medida que adoptó su gestión en 2012. Hizo también un repaso por las 54 corridas cambiarias que la Argentina atravesó desde 1972, parte de ellas en sus dos administraciones. “Tampoco el gobierno de Macri, que fue market-friendly, se salvó de las corridas cambiarias. No solo tuvo una fuerte salida de capitales sino que debió reinstalar el ‘cepo’ que tanto había criticado y que había levantado en 2016 con bombos y platillos, y gracias a un feroz endeudamiento externo. Se vio obligado a poner un tope de compra mensual de apenas 200 dólares. Vale recordar que en el período 2012-2015 el límite que establecimos fue de 2500 dólares mensuales. Cabe señalar también que dicha regulación no pudo ser eliminada hasta el día de la fecha y continúa con el tope de 200 dólares. Y eso que pasaron macristas, peronistas y ahora hasta libertarios, todo bajo el estricto control del FMI. Esto no significa santificar el ‘cepo’, sino entender a partir de la experiencia y no desde la teoría, el funcionamiento de la economía en la Argentina frente a la cuestión del dólar”, reiteró, para marcarle la cancha al Gobierno.
Asimismo, retomó sus ideas sobre la economía bimonetaria como un fenómeno que sucede “únicamente” en la Argentina. Al respecto dijo que la moneda que el país no emite, o sea el dólar, es la más requerida para atesorar “legal o ilegalmente” y la única que se puede usar para pagar las importaciones. “Esta situación permite explicar las dificultades de la macroeconomía argentina. Si a este fenómeno le agregamos el endeudamiento geométrico -en esa misma moneda que no emitimos- producido durante el gobierno de Macri, no hace falta explicar más nada. Aunque, ya se sabe, la Argentina es ese extraño lugar en donde hasta lo obvio debe ser explicado”, ironizó.
Dijo, también, contrario a quienes entienden que el cepo frena las inversiones, que en su segundo mandato la Inversión Extranjera Directa (IED) fue la más alta en los 40 años de democracia, sin privatizaciones, mientras que en el macrismo no se produjo ninguna. “Abordar el problema de la economía bimonetaria y su correlato, la carencia de una moneda fuerte, es lo que debería movilizar a las fuerzas políticas y sociales que siguen creyendo en la Nación. Sin embargo, cuando la antipolítica se quede sin respuestas por el fracaso de teorías extravagantes que solo causan odio y dolor, no solamente deberemos reconstruir la moneda, sino también la política”, sentenció.
El peronismo “torcido”
Luego Cristina Kirchner entró en la tercera etapa de su documento: El peronismo se torció. Así hizo una enumeración con la cual justificó su planteo inicial. Allí criticó la convalidación del préstamo “multimillonario e irregular” que tomó el macrismo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y que se renegoció con Fernández; que se haya permitido al organismo marcar las políticas nacionales, lo que dio -según ella- paso a un “proceso inflacionario”; que con una gestión justicialista los trabajadores registrados hayan sido pobres; que las políticas sociales no hayan sido universales (como la AUH) y se haya habilitado “el surgimiento de clientelismos que enfrentan a los sectores populares e irritan a las clases medias”; que se hayan “mal administrado” las divisas; y que, pese a la pandemia, se haya “anulado la palabra presidencial por la aparición de un documento fotográfico donde se comprobaba la violación de las normas de aislamiento por parte de quien las había firmado”.
Todos fueron dardos a Fernández, más que nada este último, vinculado a la publicación de la fiesta de Olivos.
Dijo también la expresidenta que el peronismo “se desordenó” y que lo hizo, por ejemplo, cuando no advirtió la modificación de las relaciones laborales, donde los trabajadores registrados en la actividad privada son minoría y solo 40% está sindicalizado (esto cuando Milei está por publicar la reglamentación para el mundo del trabajo que habilitó la Ley Bases). “La consecuencia objetiva es que las representaciones sindicales características del siglo XX y fundantes del peronismo, ya no son la expresión mayoritaria de los trabajadores”, dijo en lo que pareció un desliz contra la actual conducción cegetista.
Consideró además la exvice que el peronismo se perdió cuando no avanzó sobre el viejo modelo de “Estado omnipresente”. “La ineficiencia e ineficacia que deriva en burocracia es observada por el resto de la sociedad no solo con mirada crítica por la falta de resultados o de calidad de los servicios en la vida cotidiana, sino porque se termina viendo el empleo estatal como un privilegio frente al resto y, por lo tanto, un ‘gasto innecesario’ que debe ser suprimido”, enfatizó.
Además, criticó que su fuerza no haya impulsado la reversión del déficit yendo contra las “eximiciones, exenciones o promociones a sectores concentrados de la economía”, como que tampoco haya acelerado una reforma tributaria que permitiera tener un sistema “más racional y equitativo”.
Cuestionó, asimismo, que el peronismo no haya planteado “una revisión y reforma profunda de la educación pública”, que no haya superado el “consignismo de la desigualdad social y el gatillo fácil” para abordar un plan de seguridad de carácter integral y que no haya reparado en las “profundas modificaciones” ante el avance de la tecnología en la comunicación social (”una trasformación de magnitudes similares a la imprenta de Gutenberg”).
“Hay que poder enderezar las experiencias y ordenar las nuevas demandas para poder alinear pensamiento, palabra y acción: una trilogía indispensable a la hora de formular propuesta y estrategia que permitan organizar una fuerza política que vuelva a representar mayoritariamente, para pasar de ser oposición a alternativa de gobierno”, concluyó y agregó una posdata: “Texto y contexto. John Adams fue el segundo presidente de Estados Unidos y la cita del comienzo de este documento debe ser comprendida en el contexto de la discusión interna de ese país en su etapa fundacional, acerca del modelo económico que debían asumir como Nación. En esa discusión el rol de Alexander Hamilton, primer secretario del Tesoro y padre del modelo de acumulación y manejo de deuda de ese país, fue fundamental. Ellos pudieron resolver correctamente ese problema”.
A nueve meses de la llegada de Milei y “las fuerzas del cielo”…
— Cristina Kirchner (@CFKArgentina) September 6, 2024
ES LA ECONOMÍA BIMONETARIA, ESTÚPIDO. Aportes para un debate argentino.
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