Cristina Kirchner contra Alberto Fernández: el increíble “debate de ideas” a 10.000 kilómetros de distancia
Las últimas apariciones públicas del Presidente y la vice expusieron a la luz del día sus diferencias y elevaron la tensión en el Frente de Todos
Hace más de dos meses que no se hablan. La última vez que estuvieron juntos fue el 1 de marzo, en la Asamblea Legislativa, obligados por el protocolo a compartir el estrado en el recinto de la Cámara de Diputados. Desde entonces la tensión no para de crecer entre Alberto Fernández y Cristina Kirchner. El rechazo del kirchnerismo al acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) trazó la línea divisoria en el Frente de Todos como nunca antes.
Y en los últimos días el conflicto escaló con el discurso que dio Cristina Kirchner en la Universidad del Chaco Austral, en el que refutó la política económica del Gobierno, y al que Fernández respondió en una serie de entrevistas periodísticas que concedió en España (El País, El Diario y TVE). A 10.000 kilómetros de distancia, el Presidente y su vice protagonizan el increíble “debate de ideas” del oficialismo (para usar la caracterización que usó Cristina para negar que existiera entre ellos “una pelea”).
“Hay un punto en que alguien tiene que decidir y me toca decidir a mí y hay un punto en que esas decisiones no son las que Cristina hubiera querido”, dijo Fernández en España. Ella lo había descripto como un dirigente sin poder propio, elegido por ella para ser candidato a presidente cuando no era líder de ninguna facción del peronismo.
Ella recordó que había anticipado en 2020 que para cumplir con sus votantes el Gobierno debía “alinear precios de los alimentos, jubilaciones, tarifas y salarios, porque si no la recuperación económica (posterior a la pandemia) se la van a quedar cuatro vivos”. Fernández niega que eso sea lo que está ocurriendo y también marcó diferencias con el proyecto económico que exige Cristina. “Una economía que subsidia a los ricos no es una economía razonable; una economía con déficit fiscal no es razonable. Tenemos que trabajar paulatinamente para corregir esas cosas”.
También relativizó el peso de la experiencia de Cristina (”Ocho años estuve sentada en la Casa Rosada. Cuando hablo no es un ejercicio diletante o académico”, había dicho ella). “Yo miro al futuro. Quiero un modelo que tome del pasado las experiencias, pero que no vuelva al pasado”.
La acusación más fuerte de la vicepresidenta alude a que sus votantes están defraudados. “La verdad que creo que no le estamos haciendo honor a tanta confianza y tanto amor que depositaron”, dijo al cierre de su discurso en Resistencia.
Fernández le respondió así, ante eldiario.es: “Si uno tiene en cuenta que nos tocó suceder a Macri, que nos tocó arreglar la deuda privada con los acreedores, la deuda externa con los acreedores privados, que nos tocó resolver el problema con el Fondo Monetario Internacional y que nos tocó vivir la peor pandemia que la humanidad vivió en el último siglo, y que, además, cuando empezamos a sacar la cabeza del agua, se desata una guerra que vuelve a complicar todo… Si los argentinos miran todo lo que hemos hecho, yo creo que no están decepcionados”.