Cristina Kirchner busca recuperar el control del Senado y habilita negociaciones con los peronistas disidentes
El jefe de la bancada oficialista, José Mayans, se reunirá con su par de Unidad Federal, Guillermo Snopek, con el propósito de abrir el recinto; proyectos y comisiones en discusión
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Superado el impacto inicial de la fractura de su bloque, Cristina Kirchner ya dio la orden para reconstruir una mayoría que le permita recuperar el control del Senado y el oficialismo iniciará esta misma semana negociaciones con Unidad Federal, la nueva bancada de peronistas disidentes, para tratar de poner en marcha a la Cámara alta.
La ruptura de cuatro senadores con el oficialismo hizo fracasar la posibilidad de que la Cámara alta sesione en el período de sesiones extraordinarias, que concluye este martes. Ahora, la intención en el Frente de Todos es buscar una fecha en marzo para tratar algunos temas, como la denominada ley Lucio y el proyecto de fomento a la inversión tecnológica.
Según confiaron fuentes legislativas a LA NACION, es inminente un encuentro entre el jefe de la bancada kirchnerista, José Mayans (Formosa), y el presidente del nuevo bloque y exsenador oficialista, Guillermo Snopek (Jujuy).
Por el momento, el kirchnerismo sigue sin considerar a Juntos por el Cambio como un interlocutor válido para acordar la agenda del Senado. Argumentan como justificación la negativa a sesionar de la principal bancada opositora mientras el oficialismo siga adelante con su proyecto de juicio político a la Corte Suprema en la Cámara baja.
En la mesa de negociaciones entre Mayans y Snopek estarán los proyectos que impulsa cada espacio, pero también un tema urticante y vital para el oficialismo como lo son las comisiones legislativas, que el kirchnerismo pretende seguir manteniendo bajo su control, tanto de las presidencias como de su integración, clave para garantizarse la mayoría que les permita emitir dictamen sin tener que ceder ante las presiones de la oposición.
La última vez que Mayans y Snopek se vieron las caras fue en la reunión de bloque convocada de urgencia la semana pasada, se hizo el martes feriado de carnaval, en la que el jujeño tiró la bomba de su partida del bloque, lo que encendió un debate interno que duró más de cuatro horas en las que no faltaron las voces altisonantes y las acusaciones cruzadas.
Ahora, con los hechos consumados, el oficialismo decidió que debe sentarse a discutir para recuperar el control del funcionamiento del Senado a partir del nuevo escenario que se abrió con la fractura de la bancada que responde a la vicepresidenta.
En materia de proyectos, el oficialismo quiere avanzar con la denominada ley Lucio, por el niño Lucio Dupuy, asesinado en La Pampa por su madre y su pareja, con el que cree que podrá correr a Juntos por el Cambio con un tema que tuvo impacto social durante el verano. Además, quiere tratar el proyecto de fomento a la inversión tecnológica. El nuevo bloque, por su parte, ya anunció que en su agenda serán prioridad el proyecto de zonas cálidas, de aumento de subsidios al mayor consumo eléctrico para las provincias del norte en la época estival, y al transporte público de pasajeros, que busca una distribución más equitativa con el interior del país de los recursos que hoy están destinados en su mayor parte a la ciudad de Buenos Aires y al conurbano bonaerense.
Tras la partida de cuatro senadores, Cristina Kirchner y el Frente de Todos ya no tienen forma de conseguir el quórum con el apoyo de los partidos provinciales aliados, como hicieron desde que el recambio de la Cámara alta de diciembre de 2021 les hizo perder la mayoría absoluta que ostentaban.
Con 31 senadores, ahora Mayans necesitará negociar los temas de cada sesión con Unidad Federal, además de hacerlo con sus viejos aliados.
Sin la oposición
Por el momento, no hay posibilidad de sentar a la mesa a Juntos por el Cambio, fuerza que viene bloqueando el funcionamiento del Senado en rechazo a lo que considera el ataque a la Justicia del oficialismo impulsada por Cristina Kirchner. La política opositora empezó en la Cámara alta como rechazo a los proyectos de ampliación de la Corte y de conformación del Consejo de la Magistratura que la vicepresidenta logró aprobar a marchas forzadas. El juicio político a los miembros del máximo tribunal de Justicia no hizo más que consolidar esa postura y trasladarla a la Cámara baja.
Algunos voceros oficialistas aseguran que en la principal fuerza de oposición empiezan a sonar voces que piden romper la radicalización de algunos sectores, recalcular la estrategia y bajar a discutir aquellos temas de contenido social que no incluyan aumentar el gasto o crear nuevos impuestos. Eso iría en línea con la política adoptada el año pasado por la mesa nacional de la coalición.
Sin embargo, tanto los líderes de la UCR, Luis Naidenoff (Formosa), como de Pro, Humberto Schiavoni (Misiones), le han comunicado a Mayans que la decisión de la coalición sigue inalterable y que si el oficialismo quiere seguir imponiendo con su agenda legislativa y va a continuar con su política de “hostigamiento al Poder Judicial” deberá conseguirse el quórum por sus propios medios para abrir el recinto de la Cámara alta.
Lo que todavía no se discutió en Juntos por el Cambio es qué hacer si el oficialismo logra juntar el quórum. En esta hipótesis, hay opiniones divididas. Los sectores más ultras dicen que hay que dejar el recinto semivacío. Pero hay senadores que lo consideran una mala estrategia y creen que, en casos como la denominada ley Lucio, el interbloque debería bajar a dar el debate y no regalarle el escenario al oficialismo.
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