Crece la disputa en la UCR por la presidencia del Comité Nacional

La relación con el Gobierno en uno de sus puntos más altos. Posibilidades ciertas de tener, en dos años, ocho gobernadores propios en distintos distritos del país. Bloques legislativos sólidos con perspectivas de crecimiento para muchos de sus integrantes. Todo parece andar sobre ruedas en la UCR, al menos en la superficie.

Sin embargo, la sucesión de José Corral en la presidencia del Comité Nacional, recambio previsto para el mes próximo, despierta pasiones en medio de la cíclica tendencia radical al internismo y las peleas por el poder partidario. La pelea interna se da ahora en un particular momento de bonanza luego de muchos años de ostracismo durante el kirchnerismo.

Hasta hace unos días, era Mario Negri el "número puesto" para suceder a Corral. De alta exposición como jefe del interbloque Cambiemos en la Cámara baja, el diputado cordobés subió muchos puntos en la consideración del Gobierno. El presidente Mauricio Macri, por caso, lo sentó a su lado en la reunión que sostuvo con el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, en su reciente visita a Nueva York.

Pero los "federales", el conglomerado que encabezan los gobernadores radicales Gerardo Morales (Jujuy), Ricardo Colombi (Corrientes) y Alfredo Cornejo (Mendoza), tienen otros planes: dicen que Negri "quiere todo a la vez", y ya pensaron en una alternativa: José Cano , el ex titular del Plan Belgrano, que también tiene sintonía con el jefe de Gabinete, Marcos Peña, aunque viene de una dura derrota electoral en Tucumán, su tierra.

Según pudo saber LA NACION, el tema ya fue discutido en distintas reuniones de la "mesa chica". Además de Corral y los "federales", participaron Ernesto Sanz; el vicegobernador bonaerense, Daniel Salvador, y dos dirigentes que ganaron las recientes elecciones en sus provincias y se proyectan como posibles gobernadores en 2019: Julio Martínez (La Rioja) y Eduardo Costa (Santa Cruz). También fueron invitados el chaqueño Ángel Rozas y el propio Negri, que no concurrió. "Está concentrado en el paquete de reformas en el Congreso. Ni siquiera piensa en postularse", afirmaron cerca de Negri.

En su ausencia se rechazó de plano que pueda, a la vez, ser titular del Comité Nacional mientras sigue presidiendo el interbloque, un cargo que Negri dejó trascender que sí quiere conservar. "Hay que jugar en equipo", afirmaron dos de los asistentes.

Si bien todavía no fue convocado, el plenario de delegados al comité (cuatro por distrito, más los representantes de la Juventud Radical, Franja Morada y la Organización de Trabajadores Radicales) debe reunirse el mes próximo. Además de Negri y Cano, el histórico Federico Storani recorre el país, aunque será candidato "en la medida en que haya un razonable consenso".

Para colmo, la representación del distrito porteño quedó en el limbo, ya que la jueza María Servini de Cubría suspendió la renovación de delegados al comité por una disputa entre la actual conducción -que responde a Enrique "Coti" Nosiglia y apoyó en las últimas elecciones a Martín Lousteau- y los radicales porteños más cercanos al Comité Nacional y a la Casa Rosada, encabezados por Jesús Rodríguez y Facundo Suárez Lastra.

Más allá de las disidencias, nadie quiere ni pretende que la sangre llegue al río. Los distintos sectores ya consensuaron que Luis Naidenoff (Formosa) presida el bloque de senadores nacionales de la UCR en reemplazo de Rozas, que renunció luego de varios cortocircuitos con el Gobierno.

En Diputados, a la continuidad de Negri (que preside a la vez el bloque y el interbloque Cambiemos) se sumó una alternativa: el mendocino Luis Petri, de buena sintonía con la Casa Rosada, además de ser un perfil de dirigente joven que entusiasma al macrismo, despegado de su jefe político Julio Cobos.

En el Gobierno elogian la tarea de Negri en Diputados y rescatan su buena relación con la titular de la CC-ARI, Elisa Carrió. Los gobernadores coinciden, pero ponen un límite: quieren "repartir la torta" y más protagonismo.

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