Con actos diferenciados, el kirchnerismo y la izquierda cortaron la 9 de Julio contra la “represión” en Jujuy
Hubo dos convocatorias de gremios docentes, piqueteros y agrupaciones a metros de la casa de la provincia norteña, que estuvo vallada; la CGT no marchó pero pidió que liberen a los detenidos
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Gremios, agrupaciones políticas y movimientos piqueteros tanto del oficialismo como de la izquierda marcharon hoy contra el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, y la reforma constitucional de la provincia norteña, con cortes de tránsito sobre la Avenida 9 de Julio, por lo que estuvo interrumpido el servicio del Metrobus. A partir del mediodía, los manifestantes se desplegaron desde el Obelisco hasta las cercanías de la casa de la provincia, en la intersección de 9 de Julio y Santa Fe, donde hubo vallas y no se registraron incidentes, aunque sí un caos vehicular en el centro porteño.
Una de las convocatorias, que abarcó casi cinco cuadras, contó con un escenario en el que estuvieron Hugo Yasky (CTA), Hugo “Cachorro” Godoy (CTA Autónoma), Roberto Baradel (Suteba), Elizabeth Gómez Alcorta (exministra de Géneros y quien supo ser abogada de Milagros Sala), el economista Claudio Lozano (exdirector del Banco Nación), Eduardo López (UTE-CTERA Capital), Esteban “Gringo” Castro (CTEP) y Rafael Klejzer (Movimiento Popular La Dignidad), entre otros. Además de focalizar las críticas en el gobierno jujeño y el frente opositor Juntos por el Cambio, los oradores le enviaron un dardo al gobierno del presidente Alberto Fernández.
“El Gobierno Nacional tiene que intervenir”, apuntó el diputado Yasky, histórico ladero de la vicepresidenta Cristina Kirchner. De esa forma, el kirchnerismo sacó a relucir su facción más ligada al sindicalismo alternativo, los gremios estatales y docentes, los movimientos sociales oficialistas y organismos de DD.HH, además de organizaciones de grupos originarios. En paralelo, otro de los mensajes fue el de arengar nuevas movilizaciones. “Tenemos que salir a la calle de forma masiva, nuestra forma de luchar es en la calle”, enfatizó el titular de la CTA.
Tras días de más silencio que pronunciamientos por la desaparición de Cecilia Strzyzowski, toda la primera plana del kirchnerismo salió en bloque a repudiar el accionar policial en Jujuy, lo que incluyó el viaje de algunos funcionarios hacia San Salvador, como el secretario de Derechos Humanos, Horacio Pietragalla. Sin embargo, pese a que había llamado a movilizarse, La Cámpora no mostró centralidad en la protesta, así como tampoco se hizo presente la primera línea de los socios mayoritarios del ahora Unión por la Patria.
En cuanto al operativo de seguridad, el Gobierno porteño de Horacio Rodríguez Larreta dispuso un vallado en la intersección de Carlos Pellegrini y Santa Fe para evitar el acceso de los manifestantes a la Casa de Jujuy. Allí, sobre todo representantes de grupos aborígenes exhibieron cartelería e insignias en reclamo contra la reforma constitucional de Jujuy y banderas whipala en defensa de los derechos de los pueblos originarios. La polémica norma, lanzada por iniciativa de la UCR con apoyo del PJ local, regula el derecho a la protesta en la provincia y limita el acceso a las tierras ancestrales, denunciaron los manifestantes.
Minutos después y a pocos metros, las corrientes del Polo Obrero y del Partido Obrero montaron su propio escenario para llevar adelante su reclamo contra la administración de Morales. Con parte de sus principales dirigentes en la provincia, el acto estuvo encabezado por la diputada nacional del Frente de Izquierda Romina Dal Plá, quien arribó cerca del mediodía a Buenos Aires tras estar presente en la capital jujeña. “Morales no va a poder frenarnos por más que apruebe la criminalización de la protesta”, enfatizó.
La sindicalista docente, escoltada durante su discurso por la legisladora Vanina Biasi y la secretaria adjunta de Ademys, Amanda Martín, dijo que “la Policía de Jujuy no buscó dispersar sino tirar a matar” y acusó al kirchnerismo “de firmarle la reforma constitucional a Morales”. En ese sentido, por otro lado, cuestionó a CTERA “porque nunca se enteró del conflicto de los maestros jujeños”, quienes llevan adelante un paro que cumple tres semanas en reclamo por mejoras salariales. Y agregó: “Los docentes de Jujuy fueron la punta de la lanza de este enorme proceso colectivo en las calles”.
La CGT no marchó
Casi en el mismo horario de las movilizaciones en la 9 de Julio, la CGT llevó a cabo una conferencia de prensa en la sede principal (Azopardo 826) para encolumnarse detrás de las críticas contra el gobierno jujeño. “La triste jornada en Jujuy fue el resultado de un proceso que comenzó hace semanas por la irresponsabilidad de quienes gobiernan la provincia, que jamás abrieron el diálogo para hacer una reforma constitucional con terribles consecuencias para todo el pueblo jujeño”, recriminó Héctor Daer, cabeza central del triunvirato que conduce la central obrera y secretario general del sindicato de Sanidad.
Una de las novedades del encuentro sindical fue la presencia del camionero Pablo Moyano, quien volvió a mostrarse junto a Daer y Carlos Acuña, la tercera pata de la conducción, tras meses de desencuentros y fracturas internas, que incluyó el faltazo del hijo de Hugo Moyano al acto de la CGT en el estadio de Defensores de Belgrano. Al respecto, las partes cerraron filas al afirmar que “no se puede establecer una norma a los tiros, con represión”. Y concluyeron: “Desde la CGT estamos en estado de alerta y tomaremos todas las medidas necesarias para frenar la violencia y encontrar los caminos pacíficos para resolver los conflictos”.
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