Corrientes se prepara para elegir gobernador y proyecta el liderazgo de Gustavo Valdés, que va por la reelección

La provincia de Corrientes está en plena campaña para consagrar gobernador el domingo 29 de agosto. Se trata de la primera elección en importancia del calendario nacional 2021, dado el contexto de la pandemia, y porque por primera vez desde el retorno de la democracia la compulsa provincial se polarizó de antemano con la presentación de solo dos fórmulas que competirán en un esquema bi-aliancista que incluye la friolera de 55 partidos políticos.

En dos domingos se medirán la lista del frente oficialista “ECO + Vamos Corrientes” (32 partidos) que postula al gobernador en ejercicio, Gustavo Valdés, y al senador nacional Pedro Braillard Poccard como candidato a vice; y la alianza “Frente de Todos” (23 partidos) que lleva como candidato principal al actual gerente de la Represa Aña Cuá, de Yacyretá, el ingeniero Fabián Ríos, ex intendente de Capital. A Ríos lo acompaña el senador provincial Martín Barrionuevo, conocido en el país, en el último tiempo, por sus trabajos estadísticos relacionados con la evolución de la pandemia de coronavirus.

Corrientes es una de las dos provincias que tiene desfasado su calendario electoral provincial, producto de sucesivas intervenciones federales. La otra es Santiago del Estero, que elegirá gobernador en noviembre, en conjunto con las elecciones nacionales.

Según todos los sondeos previos, Valdés es el gran favorito. Y de concretarse ese anticipo, se convertirá en el segundo gobernador reelecto de la provincia. El primero fue Ricardo Colombi, actual senador provincial y arquitecto del modelo aliancista que gobierna Corrientes desde 2001.

Ríos está cómodo en Aña Cuá, la obra de infraestructura energética más importante llevada adelante en el país, que implica la ampliación de la represa y un aumento en la capacidad de generación de electricidad de la Entidad Binacional Yacyretá. Pero sacrificó esa tranquilidad en función del proyecto político que intentó reconstruir el interventor del PJ correntino, el exintendente de Hurlingham y ahora ministro de Desarrollo Social, Juan Zabaleta.

“Juanchi” fue la carta normalizadora que jugó Alberto Fernández para intentar rearmar el partido, que no gobierna Corrientes desde 1973. Pero sobre todo, para reagruparlo luego del desbande de 2019, cuando un justicialismo atomizado y sin sello cayó derrotado sin atenuantes contra Valdés, quien con esa elección de medio término consiguió dos tercios en ambas cámaras de la Legislatura local.

El armado de Zabaleta, con varias idas y vueltas, incluyó la candidatura a intendente de Capital de Gustavo Canteros, actual vicegobernador de Valdés. Fue el gran golpe del cierre de listas, aunque no una sorpresa.

El pase de Canteros amagó con ser un quiebre en la tranquilidad política, pero la cosa no pasó a mayores. Sigue siendo vicegobernador, la institucionalidad avanza por carriles de normalidad y en paralelo el titular del partido Proyecto Corrientes desarrolla su candidatura comunal. De hecho, la campaña viene experimentando una desusada serenidad, producto de los protocolos impuestos por el Covid-19 y de las diferencias numéricas previas, favorables al oficialismo y consistentes según todos los encuestadores que trabajan en la provincia.

Canteros fue siempre un aliado del frente gobernante, desde 2001, pero esta vez decidió pegar el salto como consecuencia de la imposibilidad de competir en internas o como una colectora de Valdés en el distrito capitalino, el más importante de la provincia. Allí se medirá contra el actual intendente, Eduardo Tassano, un médico cardiólogo que va por su reelección partiendo también como favorito, pero cargando un lastre histórico en clave de maldición: nunca antes un jefe comunal capitalino fue reelegido en el cargo.

No obstante, el gran elector en Capital y en varios de los 57 municipios que también elegirán intendentes y concejales el 29 de agosto, será el gobernador Valdés. En la mayoría de esas comunas, el oficialismo provincial lleva más de un candidato, y todos fungirán como colectoras.

La suerte de los candidatos de la oposición, por tanto, dependerá de cuestiones locales muy específicas, de la solvencia del aparato electoral que puedan desplegar o de un significativo corte de boletas, cosa que tampoco ocurrió antes en las magnitudes necesarias para dar vuelta las preferencias.

Esta situación pone a Valdés -un hombre de excelente relación con Casa Rosada y en particular con el presidente Alberto Fernández-, en un lugar de expectativa y de proyección nacional, sobre todo en el marco de la interna del viejo Juntos por el Cambio.

De hecho, una victoria el 29 de agosto podría anticipar una victoria en las Paso y otra en las generales de noviembre, aunque para entonces el escenario se presente distinto, ya que para esos compromisos el peronismo correntino apeló a lo mejor de su pragmatismo, limó asperezas entre su candidato más taquillero, “Camau” Espínola, y la vicepresidenta Cristina Fernández, y postuló al ex medallista olímpico para refichar en el Senado de la Nación.

Espínola competirá contra una figura nueva de la política local, el legislador y ex intendente de Paso de los Libres Eduardo Vischi. Será ese troquel de la boleta el que dirimirá la puja que se completa con los candidatos a diputados nacionales, que en ambos casos postulan a dirigentes históricos: Jorge Romero (que va por su reelección) en el PJ y Manuel Aguirre en la UCR.

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