Correo Argentino: Mauricio Macri teme que el kirchnerismo vaya por sus hijos
De Capuletos y Montescos, y de generación en generación. El expresidente Mauricio Macri está convencido de que el kirchnerismo va por sus hijos. Afirma que quiere hacerlos desfilar por los tribunales y llevarlos a la quiebra, y que el cerebro detrás de esa movida –"venganza", según la califica– es la actual vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, según confirmaron fuentes inmejorables a LA NACION.
Macri considera que lo intentarán a través del concurso y eventual quiebra de una de las empresas del Grupo Socma, el Correo Argentino. Ve a Fernández de Kirchner al frente de la ofensiva para que la Justicia comercial declare su muerte comercial, luego extienda esa decisión al holding y, como último paso, arrastre al quebranto a sus accionistas; es decir, a sus hijos –Agustina, Gimena y Francisco- a quienes cedió en 2009 sus acciones, y a su hermano Gianfranco.
El expresidente interpreta que la irrupción de Carlos Zannini en el concurso del Correo como flamante procurador del Tesoro, firmando él mismo los escritos -en los que llegó a medir el tamaño de la letra de un párrafo del recurso extraordinario que presentó un abogado de la empresa-, solo se explicaría porque su jefa política estaría detrás.
"Ella [por Fernández de Kirchner] está convencida que su hija Florencia sufrió una persecución judicial que yo ordené y ahora quiere vengarse. Yo no tuve nada que ver, sino que fue culpa de ella misma, que en su soberbia la colocó como directora de Hotesur y de ese modo la metió en problemas", afirmó Macri desde Europa, a sus interlocutores en la Argentina, a los que puede llamarlos de madrugada para desgranarles sus preocupaciones.
Florencia Kirchner se encuentra acusada en las causas "Los Sauces" y "Hotesur", que se encuentran unificadas en el Tribunal Oral Federal N° 5. Al integrar los directorios de ambas empresas, Florencia y su hermano Máximo Kirchner, quedaron dentro de la investigación centrada en el flujo de dinero que Cristóbal López y Lázaro Báez aportaron a esas firmas de los Kirchner al mismo tiempo que recibían contratos del Estado.
Para Florencia Kirchner, no obstante, sus problemas en tribunales y de salud –por los que debió someterse a un tratamiento médico en Cuba durante más de un año- respondieron a un "ensañamiento judicial" que impulsó el Gobierno de Cambiemos, en tándem con los jueces federales Bonadio y Julián Ercolini y algunos medios de comunicación. "Eso fue lo que me enfermó a mí", sostuvo al retornar de La Habana en abril.
Al menos ante sus interlocutores, en tanto, Macri confía en la labor de sus abogados y no demuestra mayor preocupación por su propia suerte judicial. Afirma que acumuló más de 300 denuncias penales en su contra durante los últimos años y que sus letrados "ya resolvieron entre el 70 y el 80 por ciento". Pero su tono de voz cambia al aludir a sus hijos, según cuentan sus interlocutores.
"Fui el primer Presidente que asumió estando procesado por ya sabemos quién [en alusión al entonces juez federal Norberto Oyarbide] y después quieren venir a hablar de ‘lawfare’", rememoró el ex Presidente desde Europa, para luego cargar las tintas contra las integrantes de la Cámara de Apelaciones en lo Comercial, Matilde Ballerini y María Lilia Gómez Alonso de Díaz Cordero. "En vez de ordenar ese expediente, se lavaron las manos, y que ahora sea la Corte Suprema la que asuma el costo", sostuvo.
Al no concederle el recurso a los abogados del Correo, el trámite del expediente se complicó para la familia Macri. El concurso no quedó suspendido y volvió al Juzgado de primera instancia, donde continúa su tramitación, mientras que los abogados del Grupo Socma debieron recurrir "en queja" al máximo tribunal, con efecto "devolutivo". En otras palabras, que solo se pondrá un freno al concurso si la Corte acepta el pedido de los Macri y pide que le remitan el expediente.
"Venganza" o "vaciamiento"
Así, mientras la Corte Suprema evalúa el recurso de "queja", la jueza a cargo del concurso, Marta Cirulli, abrió el procedimiento de "salvataje" o "cramdown" del Correo, que llevará al traspaso o quiebra de la empresa y, de concluir que se buscó su vaciamiento, a su eventual extensión al Grupo Socma y sus accionistas. Eso es lo que le quita el sueño al ex Presidente.
"Van por la venganza. Por eso van por mis hijos, que no tienen nada que ver, en un expediente en el que en vez de dictar la quiebra del Correo Argentino queda clara la responsabilidad del Estado nacional, como ya dijo la propia Sindicatura General", se lamentó Macri desde Europa, para luego plantear que el Estado se apropió del Correo sin que mediara una ley de expropiación y que aún hoy usufructúa sus activos.
Para la fiscal general ante el fuero en lo Comercial, Gabriela Boquín, por el contrario, el desarrollo del concurso que se inició en 2001 demostraría la mala fe procesal del Grupo Socma. Le adjudica varias maniobras para vaciar al Correo Argentino, una visión a la que adhirió Zannini, quien también se considera víctima de una persecución ordenada por la "mesa judicial" de Cambiemos. Pasó 107 días detenido, entre fines de 2017 y principios de 2018, por orden del juez federal Claudio Bonadio en la causa por el Pacto con Irán.
La eventual extensión de la quiebra a los hijos del expresidente, sin --embargo, no podría ocurrir en el corto o mediano plazo. Requerirá completar antes varias etapas, de diversa complejidad. La primera, que ningún interesado se inscriba en un registro para quedarse con el Correo Argentino. La Justicia ya abrió ese registro.
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