Coronavirus: las organizaciones sociales desafían la prohibición de marchar
Ante la restricción que dispuso el Ministerio de Seguridad al ingreso de “movilizaciones en bloque” a la ciudad, los movimientos de izquierda insisten en que las marchas son el único modo de visibilizar los reclamos por la falta de asistencia social
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Las organizaciones sociales de izquierda advirtieron que seguirán manifestándose en la calle pese a la decisión del gobierno nacional de frenar el ingreso de “movilizaciones en bloque” a la ciudad de Buenos Aires, en el marco del aumento de contagios por coronavirus.
“Si es necesario movilizarnos frente un ajuste que está golpeando mucho a las familias más pobres, lo haremos con recaudos, como lo hicimos días pasados”, dijo a LA NACION el líder de Polo Obrero, Eduardo Belliboni. Y agregó: “Los bloqueos o medidas represivas nunca han servido para nada y, frente a un problema social, la respuesta debe ser social. Grupos masivos hay todos los días en el (tren) Sarmiento o en el Roca, y ahí no hay ningún bloqueo”.
Las organizaciones sociales marcharon el martes pasado en el centro de la Ciudad para reclamar una mejora en los sueldos, mientras se llevaba a cabo la reunión del Consejo del Salario Mínimo Vital y Móvil (CSMVyM) –que acordó elevar un 35% el haber mínimo, en siete cuotas–. En ese entonces, la medida del Ministerio de Seguridad de la Nación ya estaba vigente, y algunos manifestantes quedaron varados al otro lado del Puente Pueyrredón, que vincula la ciudad de Buenos Aires con el distrito de Avellaneda.
Esta mañana, en diálogo con radio Futuröck, el secretario de Articulación Federal del Ministerio de Seguridad, Gabriel Fuks, advirtió que en la cartera no permitirán “movilizaciones que entren en bloque a la ciudad”, e indicó: “La protesta y la Constitución Nacional están vigentes, no hay Estado de sitio, lo que no se puede es no cumplir con lo que cumplen los demás ciudadanos, vale para un piquete o para [la presidenta de Pro] Patricia Bullrich en las murallas de [la quinta Presidencial de] Olivos haciendo su grito libertario”.
En respuesta al funcionario, en el Polo Obrero dispararon contra la gestión del presidente Alberto Fernández, y sostuvieron que “el Gobierno no quiere la protesta social porque evidencia un ajuste”. Belliboni detalló: “Los seis puntos de baja del déficit fiscal del que se jacta [el ministro de Economía, Martín] Guzmán son un ajuste ultra liberal, contra jubilados y trabajadores. Como es un gobierno peronista, no quieren que los sectores populares lo critiquen”.
Entre las organizaciones de izquierda coincidieron en que, pese a la crisis sanitaria, las marchas son la única vía posible para reclamar asistencia social, hoy escasa. En este sentido, remarcaron que los manifestantes respetan las medidas y protocolos para prevenir los contagios por coronavirus.
“No somos anticuarentena ni negamos la crisis sanitaria, pero, en la medida que el Gobierno no tome medidas sociales de atención a los problemas graves que tiene la población trabajadora, la movilización sigue siendo un instrumento fundamental para visibilizar los reclamos que no se atienden por vías administrativas”, indicó Belliboni a este medio. Y concluyó: “Hemos tomado siempre medidas de prevención de nuestros compañeros y compañeras, pero es hipócrita decirle a los que no tienen para comer que se queden en sus casas”.
En la misma línea, Silvia Saravia, referente de Barrios de Pie, dijo a LA NACION que “la necesidad principal está en poner el plato de comida en la mesa”, y, por lo tanto, “si no hay asistencia del Estado, la gente se va a movilizar”.
Saravia sostuvo, además, que a pesar de insistir en los reclamos por alimentos, vivienda digna y trabajo, espera que “no sean necesarios más ingresos masivos” a la Ciudad, sino que el Gobierno despliegue los recursos demandados. “Ojalá no sean necesarias las movilizaciones. Insisto, ante una situación tan complicada, no debería haber recortes sino refuerzos en la asistencia, pero eso no está sucediendo y nos vemos obligados a movilizar”, enfatizó.
Al igual que Belliboni, la dirigente nacional remarcó que se intentan cumplir los protocolos sanitarios durante las movilizaciones. “Nosotros tenemos precauciones de que no haya muchos compañeros juntos y se respeten los cuidados para evitar contagiarnos. La movilización del martes fue simbólica. Creo que no hemos pasado de los 1500 compañeros y compañeras en la calle cuando en las últimas movilizaciones éramos 30.000”, concluyó.
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