Coronavirus: Nación, ciudad y provincia retoman el diálogo y se proponen esperar hasta el jueves para definir nuevas medidas
El jefe de gabinete, Santiago Cafiero, recibió a su par porteño, Felipe Miguel, y al bonaerense Carlos Bianco, para consensuar la etapa que se viene; bajan el tono de la disputa por el faltante de vacunas
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Más allá de los roces y las diferencias públicas, la catarata de contagios logró lo que parecía imposible: repetir la postal de unidad entre el gobierno de Alberto Fernández, la provincia y la ciudad de Buenos Aires, que volvieron a reunirse para consensuar medidas de restricción a partir del sábado próximo, cuando venza el DNU vigente.
Durante poco más de una hora, el jefe de gabinete Santiago Cafiero repasó en Casa Rosada la situación junto a sus pares porteño, Felipe Miguel, y bonaerense, Carlos Bianco. Y más allá de las diferencias de criterio, las posiciones parecen acercarse mientras la ocupación de las camas de terapia intensiva y los contagios se reproducen de manera constante en la zona metropolitana. Quedaron en volver a verse el jueves para ver la evolución de los casos y coordinar medidas.
“Fue una buena reunión de trabajo, donde analizamos todos los indicadores y la situación en general”, coincidieron desde la Casa Rosada y el gobierno porteño. “ Todos coincidimos en que estamos atravesando una situación difícil con muchos casos y una gran exigencia sobre el sistema de salud. También estuvimos de acuerdo en que todos tenemos que trabajar en la importancia del cumplimiento de todas las medidas de prevención”, ampliaron desde la ciudad, criticada por Nación por “no controlar” interiores de espacios públicos como locales gastronómicos o gimnasios. La coincidencia alcanzó también en que la curva de casos “comienza a descender lentamente” y quedó agendada la nueva reunión, con los mismos actores, para el jueves.
Desde la Casa Rosada, no obstante, la visión fue algo diferente. “Siempre fue voluntad del Presidente dialogar y consensuar, lo dijo desde el primer día. Pero consensuar implica que, como ocurría el año pasado, las medidas anunciadas se les respete y se las haga cumplir”, afirmaron cerca de Cafiero luego de la reunión. El “reproche” hacia la ciudad por haber “judicializado” la suspensión de clases presenciales (aún vigentes en la ciudad y pendientes de resolución en la Corte Suprema) también pareció verse en la selección de la foto enviada por Presidencia, en la que Cafiero mira a Miguel con gestos de dureza más allá del barbijo.
Ninguno de los tres protagonistas dejó trascender discusiones subidas de tono o reproches, sobre todo hacia la ciudad, que dejó trascender críticas hacia la provisión de vacunas.
Luego de admitir en un zoom de Juntos por el Cambio que se había quedado “sin vacunas”, el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, le bajó ahora el tono a la disputa con la Casa Rosada. Atentos al enojo que la difusión de esa frase causó en el gobierno de Alberto Fernández, en la gestión porteño deslizaron un “bache momentáneo” y prometieron retomar “mañana mismo” el plan de vacunación en la Ciudad de Buenos Aires. Mientras tanto, y a tono con la opinión de su ministro de Salud, Daniel Gollán, Bianco había elogiado el plan de vacunación vigente y reiterado en conferencia de prensa que “hay que ir a una etapa de menor circulación” como modo de contener la expansión del virus.
“Lo que dijo Horacio fue que ayer y hoy estábamos sin dosis, y que mañana (por el miércoles) empezaremos a dar la segunda dosis de Sinopharm que prometieron entregarnos hoy”, afirmaron a LA NACION cerca del jefe de gobierno porteño. Las únicas inmunizaciones que se vienen dando en estos días en la ciudad son las que administra PAMI, y que motivaron un contrapunto la semana pasada entre la ciudad y la directora de ese organismo, Luana Volnovich.
Lo cierto es que la frase de Rodríguez Larreta, que surge de su informe a la cúpula de Juntos por el Cambio, despertó el enojo del Gobierno. “Las vacunas no se piden por los medios, están mal acostumbrados”, afirmaron cerca del Presidente. Recordaron, además, que la ministra de Salud, Carla Vizzotti, se comunicó con su par Fernán Quirós y le hizo saber que “no hay ni un pedido ni un mail ni un aviso de CABA a ningún área de Nación planteando una supuesta falta de vacunas” y que “llamativamente se olvidaron de hacer las cosas como se hacen siempre”.
Con altas dosis de ironía, otro funcionario nacional dijo que “Formosa también se quedó sin vacunas porque tiene un ritmo más alto de vacunación” y pidió a la ciudad “no poner más palos en la rueda”.
Restricciones
De todos modos, de uno y otro lado, se mostraron proclives a la negociación y a explorar “consensos” en torno a las restricciones que vienen. “Alberto va a convocar a todos los gobernadores. A todos”, enfatizaron cerca del Presidente. “Siempre vamos a estar dispuestos al diálogo”, había dicho Miguel a LA NACION antes de confirmarse el encuentro con Cafiero, que empezó a despejar las incógnitas sobre el alcance de las nuevas limitaciones a la circulación y actividades que contendrá el DNU presidencial a partir del próximo sábado.
También en este punto hay acercamientos por obra y gracia de la preocupante situación sanitaria. Gollán y Quirós coinciden en el concepto de estar atravesando una “meseta alta” en el número de casos del AMBA, aunque el bonaerense pide restricciones concretas e inmediatas que bajen “dramáticamente la curva” durante un período “acotado en el tiempo”, mientras que desde la ciudad creen en la puesta en práctica del combo de mayores controles a los locales de gastronomía con algunas limitaciones como los deportes al aire libre de más de 10 personas, la construcción y los espacios comunes en las plazas. La discusión fina quedó para dentro de dos días.
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