Coronavirus. "La patria es el otro, estemos donde estemos": la carta al Gobierno de una médica de La Matanza varada en Costa Rica
Una médica pediatra que ejerce en La Matanza y se encuentra varada en Costa Rica le envió una carta al jefe de Gabinete, Santiago Cafiero para pedirle que arbitre los medios para repatriar a los argentinos en el exterior. "La patria es el otro", le dijo la mujer al Gobierno. Es una de las miles de turistas que viajaron a otros países y no pueden regresar por el cierre de fronteras que se decretó hace diez días para frenar el avance del coronavirus en la Argentina.
"A la ya difícil situación que atravesamos por no ser nacionales de los países en los que nos encontramos, se agrega el hecho de que hemos sido directamente culpabilizadxs por gran parte de nuestrxs compatriotas por esto, por habernos ido de vacaciones después de un año de mucho trabajo y sacrificio", reza la carta que escribió María Paula Perazzo, en lenguaje inclusivo, a una de las máximas autoridades del gobierno nacional. También le escribió al presidente Alberto Fernández, vía Facebook, por mensajes privados.
Según relató a LA NACION, escribió la misiva desde el hotel donde se hospeda de emergencia en San José de Costa Rica. Lo hizo al enterarse de que el Presidente había anunciado se suspenderían los regresos de los argentinos en el exterior. "Me agarró peor la sensación de abandono que tenemos hace varios días", sostuvo Perazzo, que tiene 37 años, es médica pediatra y atiende en un hospital de niños de la zona oeste del conurbano.
En los últimos 10 días, el gobierno nacional repatrió a centenares de argentinos, pero la semana pasada anunció que esas operaciones se limitarán al mínimo.
Perazzo partió hacia Costa Rica de vacaciones el 10 de marzo a la madrugada, con su pareja, por Latam, con fecha de regreso prevista para el 20. Según asegura, entonces "nadie ni en Argentina ni en el resto del mundo, podía imaginarse lo que ocurriría a nivel mundial".
"No se lo imaginaron los gobiernos ni los especialistas y, mucho menos, nosotrxs los turistas que, en nuestro caso, viajamos desde un aeropuerto que seguía funcionando normalmente y con aerolíneas que jamás nos advirtieron sobre ningún tipo de peligro de no volver", sostuvo.
"Resulta obvio que, de haberlo sabido, jamás nos hubiéramos subido a esos aviones. Sin embargo, se supone con malicia que nosotros optamos por irnos igual, a sabiendas. Grandísimo error", enfatizó.
Al advertir que la situación se complicaba cada vez más, Perazzo y su pareja compraron un segundo pasaje para el 19 de marzo por COPA, hacia Asunción, y otro por FlyBondi, hacia El Palomar, para adelantar el regreso. No llegaron a viajar porque ese mismo día Paraguay cerró el espacio aéreo. La aerolínea canceló el vuelo y lo reprogramó para el 23 a Mendoza, vía Panamá. Pero ese país también inició un bloqueo y les cancelaron nuevamente.
"Sinceramente, me cuesta creer que un Estado de y para TODES, no tenga como prioridad llevarnos a los que estamos lejos de nuestras familias, lo más rápido posible a casa. Todo lo demás, tiene solución", consideró la pediatra en su carta.
Y finalizó: "Sepan que los estamos esperando, con toda la energía, para colaborar en lo que sea necesario. Siempre recordando la premisa que me guía desde hace ya varios años: LA PATRIA ES EL OTRO. Siempre. Estemos donde estemos".
La carta completa:
San José de Costa Rica, 28 de Marzo de 2020
Sr. Jefe de Gabinete de Ministros
Dr. Santiago Cafiero
Escribo esta carta como ciudadana argentina. Soy una de las muchas personas que fuimos libradas a nuestra suerte en el exterior, por el mero hecho de habernos ido de vacaciones. Actualmente, a la ya difícil situación que atravesamos por no ser nacionales de los países en los que nos encontramos, se agrega el hecho de que hemos sido directamente culpabilizadxs por gran parte de nuestrxs compatriotas por esto, por habernos ido de vacaciones después de un año de mucho trabajo y sacrificio.
Nadie ni en Argentina ni en el resto del mundo, podía imaginarse lo que ocurriría a nivel mundial. No se lo imaginaron los gobiernos ni los especialistas y, mucho menos, nosotrxs los turistas que, en nuestro caso, viajamos desde un Aeropuerto que seguía funcionando normalmente y con aerolíneas que jamás nos advirtieron sobre ningún tipo de peligro de no volver. Resulta obvio que, de haberlo sabido, jamás nos hubiéramos subido a esos aviones. Sin embargo, se supone con malicia que nosotros optamos por irnos igual, a sabiendas. Grandísimo error.
En mi caso particular, elegí un destino para vacacionar que fue promocionado en Noviembre en el marco de una famosa semana de descuentos para compras de pasajes on line. Este destino se encuentra en Latinoamérica y no es al día de hoy un lugar con circulación viral alta.
Esto lo aclaro porque desde aquí fuimos testigos por los medios de una serie de vuelos de repatriación provenientes de lugares con alta circulación viral. Justamente, uno de los argumentos que se esgrimieron con posterioridad para justificar la suspensión de dichos vuelos tuvo que ver con el supuesto riesgo que esas repatriaciones significaban para los nacionales en nuestro territorio. Todxs tenemos el mismo derecho a estar en casa y, más aún si, parafraseando a nuestro presidente, estamos en guerra contra un enemigo que no conocemos.
Aquí, en San José de Costa Rica, todxs lxs extranjerxs pertenecientes a otras nacionalidades día a día continúan retornando a sus respectivos países. En el hostal en el que nos encontramos, ayer se fueron los alemanes, antes de ayer los israelíes, los franceses y los estadounidenses. Solamente quedamos aquí argentinxs sin noticias de cuando volveremos a nuestra patria. Muchos hoteles están cerrando y algunos de ellos nos presionan para que nos vayamos. Todo el mundo lo entiende: es momento de que cada uno esté en su país.
Sinceramente, me cuesta creer que un Estado de y para TODES, no tenga como prioridad llevarnos a los que estamos lejos de nuestras familias, lo más rápido posible a casa. Todo lo demás, tiene solución.
Desde mi mirada, por supuesto entiendo que hay montones de temas a solucionar, y que esta catástrofe invita y obliga a improvisar medidas y a evaluar sus resultados contrarreloj. Lo que no puedo admitir es que la única respuesta frente a esta incertidumbre que nos atraviesa, sea "esperar". No logro aceptar que un gobierno de expertos y especialistas en distintas áreas, no consiga idear una forma segura para que todes podamos retornar a casa. No comprendo como otros países, por decir Alemania, con más de 100 veces nuestros casos, no duda a la hora de permitir el ingreso de sus connacionales en el exterior. ¿Acaso para ellos no representan los varados un peligro? Claro que sí, pero un peligro que están obligados a aceptar. Porque esos alemanes no son menos alemanes que los que se tomaron las vacaciones en Enero o Febrero. Simplemente son alemanes con menos suerte.
El embajador interino argentino acá en Costa Rica nos refiere que, desde el gobierno nacional, no lo habilitan a gestionar directamente con la ANAC, que esta tarea corresponde exclusivamente a la Jefatura de Gabinete de Ministros. Es por ello que, la presente carta va dirigida a Ud. Sr. Cafiero.
Me urge, respetuosamente hacerle las siguientes preguntas: ¿Quién se está ocupando concretamente de nuestra situación? ¿Quién está evaluando la posibilidad de que un vuelo comercial (¡con pasajes que ya hemos pagado!) se concrete? Las aerolíneas argumentan que tienen los brazos atados, y que es el gobierno nacional el que no las autoriza a llevarnos.
Cualquier argentinx varadx en cualquier otra parte del mundo sabe bien que los recursos en nuestro país son escasos y que es preciso dirigirlos, ante todo, a los que más los necesitan, de manera austera e inteligente. Soy médica pediatra de un hospital público de La Matanza y coincido plenamente con este principio, lo pongo en práctica a diario. Pero, en nuestro caso y en primera instancia, no pedimos recursos, solamente que se nos habilite la posibilidad de regresar, un espacio aéreo para que podamos aterrizar. Que se gestione el acuerdo de una vez entre las aerolíneas comerciales y la ANAC. Que se pueda dar ese punto de encuentro para poder planear y organizar nuestro regreso.
Está de más decir que entre los 300 varados en Costa Rica, también hay gente que pertenece a grupos de riesgo, hay niños y cerca 40 médicos de todo el país queriendo volver para ponernos al servicio de nuestro sistema de salud lo antes posible.
Estar lejos de mi casa, de mi familia, de mi trabajo, de todos mis afectos, ya de por sí es una sensación que no se la deseo a nadie. Pero si a esto le sumo la gran carga que tiene el hecho de no saber qué va a pasar con todxs nosotrxs, el resultado es un sufrimiento enorme de gran impacto mental, físico y emocional, muy difícil de sobrellevar.
Desde ya mi carta es un grito desesperado, un intento de ser escuchada que vengo realizando a través de mis redes sociales personales, escribiéndole al Sr. Presiente de la Nación, como única vía de catarsis, tratando de no perder la esperanza de que nos vean y de que sepan que los estamos esperando, con toda la energía para colaborar en lo que sea necesario. Siempre recordando la premisa que me guía desde hace ya varios años:
LA PATRIA ES EL OTRO. Siempre. Estemos donde estemos.
Gracias desde ya por su atención.
Saludos Cordiales,
Una argentina varada en Costa Rica
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