Coronavirus: “Fueron medidas autoritarias porque no consideraron la opinión de la Ciudad”, dijo María Eugenia Vidal
La exgobernadora de la Provincia dijo que “agotaría todos los recursos legales para que hubiera clases” y criticó el manejo de la pandemia que realiza el gobierno nacional
- 5 minutos de lectura'
Tras las nuevas restricciones impuestas anoche por el presidente Alberto Fernández -que incluyeron la suspensión de las clases presenciales por dos semanas, desde la próxima-, la exgobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, consideró que “fueron medidas autoritarias porque no consideraron la opinión de la Ciudad” y, en una posición crítica sobre cómo el Frente de Todos lleva adelante la gestión de la pandemia, puntualizó en que “el miedo y prohibición no pueden ser la única política para pelear contra la enfermedad”.
No obstante, apeló a su posición conciliadora y entendió como fundamental “sostener acuerdos mínimos”. Con algunas apreciaciones indirectas en cuanto al ala dura de Juntos por el Cambio (JxC), aseguró que su destino político aún no está definido y admitió no poder optar entre el expresidente Mauricio Macri y el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta. “Son como mis padres profesionales, no puedo elegir”, expresó.
“Medidas improvisadas”
”Yo agotaría todos los recursos legales para que hubiera clases”, aseguró Vidal para Radio Mitre sobre la actitud que le recomendaría tomar a Rodríguez Larreta, tras la decisión unilateral de la administración nacional. El mismo Fernández admitió que no consultó la restricción con el mandatario porteño, debido a que no estuvo de acuerdo con el tono que le imprimió la gestión capitalina a las primeras medidas que él tomó para contener la segunda ola.
“Sé que es difícil gobernar una pandemia, pero no podemos tomar medidas y a los pocos días, sin ver su efecto, tomar más medidas y cerrar escuelas cuando nos dicen que ahí no son los contagios”, consideró Vidal, quien dijo que la decisión “fue apoyada por el gobernador” Axel Kicillof y agregó: “No puedo entender que después de lo del año pasado no hayamos aprendido el valor de un día de clases”.
A su vez, se mostró preocupada “porque no se hizo nada” para el retorno a la educación virtual. “El 60% de los chicos es pobre, es altamente probable que no tengan Internet, ni computadora”, sostuvo.
“Son medidas improvisadas, a esta pandemia se la enfrenta con planificación, evidencia y transparencia”, indicó Vidal. Remarcó que no está de acuerdo con que la política para prevenir sea “poner un policía en cada esquina” y se quejó por el nivel de testeos y la falta de vacunas. “El testeo en la Provincia no es suficiente. En la Argentina se testean 80.000 personas por día y 20.000 son en la Ciudad. Algo del testeo está fallando y eso demostró ser efectivo. Si no tenemos vacuna, por lo menos testeemos”, expresó y confesó no estar inoculada aún.
“No puedo elegir entre Macri y Larreta”
Corrida de la escena política hasta ayer, cuando presentó su libro Mi Camino, Vidal aclaró: “Nunca me fui”. Comentó, sin embargo, que sus escuetas apariciones tuvieron un motivo y ahondó sobre su cambio de postura: “No quiero hacer a otros lo que no me gusta que me hagan a mí. Cuando asumí como gobernadora, a la semana nos estaban diciendo ‘dictadura’ y no apoyaron mi paquete de medidas. Hoy ya no voy a sostener ese silencio porque el gobierno tuvo un año para aprender cómo manejar la pandemia, ahora es tiempo de marcar los errores”.
Integrante del ala dialoguista de JxC, consideró fundamental “conseguir acuerdos mínimos” y, a pesar de admitir que tiene charlas “con muchos dirigentes del oficialismo”, evitó mencionar si se comunica con el diputado Máximo Kirchner.
“La moderación no pierde firmeza, la firmeza no se declara. No es un tuit, no es ir a una marcha o ir a un programa de TV a ver quién insultó mas fuerte”, deslizó, en un mensaje indirecto a una parte de su espacio, que tiene una postura más radical en su oposición al gobierno nacional, y agregó: “La firmeza se ejerce con hechos concretos, no se declama. Firmeza es que los barrabravas no entren a la cancha, que cierren bingos, que eches a 13.000 policías por corruptos; no lo que decís, la sociedad está cansada de lo que decimos”.
Mientras continúan las tensiones para definir el líder del espacio -con el expresidente Mauricio Macri como uno de los principales referentes del ala dura de JxC y Rodríguez Larreta, con un rol similar en los moderados-, Vidal dijo que no podría optar por uno de los dos: “Nunca podría decir que Mauricio me jodió. Fue el que me dio la primera oportunidad en la política. Horacio, en la gestión. Son como mis padres profesionales, no puedo elegir”.
En cuanto a ello, señaló que Macri es una persona “muy importante en la política”, que quiere promover nuevos liderazgos. “El rol lo va a definir él y, si quiere ser candidato, va a ser la gente la que va a decidir”, consideró.
Tal como hizo ayer, cuando su libro vio la luz, la gobernadora se arrepintió por no elevar su voz “lo suficientemente alto, cuando no apoyaba la mirada económica” desplegada por la gestión de Cambiemos y no definió si ella será candidata a legisladora este año, o a presidenta en 2023. “El lugar que voy a ocupar lo va a definir la gente. No me preocupa en lo más mínimo. Soy parte de un proyecto que creció. Yo no le quiero decir a los argentinos que van a estar bien dentro de dos años y medio, cuando gane JxC”, acotó.
Por último, y en referencia con las elecciones legislativas, indicó que está en juego si el Congreso “va a seguir siendo un lugar en que los temas se deben debatir cuando los diputados de otros bloques no apoyan o si ya no va a haber debates”.
Otras noticias de Hoy
Más leídas de Política
Milei, con Yuyito. El Presidente acusó a Mondino de cometer un “imperdonable error” y anticipó: "Todos los responsables van a ser echados"
Las críticas a Alfonsín. Natalio Botana: “El estilo del kirchnerismo no ha muerto, permanece en Milei con mucha vitalidad”
Solo en Off. La elegante y “liberal” venganza del despedido embajador Lagorio
Con acusaciones cruzadas. Elecciones en la DAIA: un empresario amigo de Milei enfrenta a un joven dirigente comunitario