Coronavirus en la Argentina: obligada por la pandemia, la Justicia moderniza sus rituales para funcionar virtualmente
En su casa, junto a su abogado y frente a una computadora, el coronel retirado Antonio Federico Bossie, acusado de delitos de lesa humanidad. También en sus domicilios y frente a las pantallas, dos jueces del Tribunal Oral Federal N° 1 de Rosario, Otmar Paulucci y Germán Sutter Schneider, al igual que los abogados defensores de los otros cuatro acusados. En el edificio de tribunales, el presidente del TOF N° 1 de Rosario, Ricardo Vázquez, su secretario, el fiscal Adolfo Villate y el fiscal auxiliar Juan Murray.
Así, de manera virtual, por videoconferencia, siguió adelante el juicio oral y público por delitos de lesa humanidad contra cinco exmilitares acusados de violaciones a los derechos humanos, un proceso conocido como Saint Amant III. Obligados por la pandemia del coronavirus, jueces, fiscales y abogados cambiaron el auditorio de San Nicolás, donde se hacía el juicio, por sus computadoras personales.
Lo mismo harán esta semana los jueces del TOF N° 2 de Rosario, Lilia Carnero, Eugenio Martínez Ferrero y Aníbal Pineda, para reanudar el juicio oral por violaciones a los derechos humanos conocido como Feced III. Necesitan terminar con los alegatos de las defensas de los 14 imputados: ellos y sus abogados podrán seguir el caso de manera remota desde sus computadoras.
Así, de manera gradual y luego de desformalizar rituales del proceso, de echar mano de la tecnología y buscar consensos entre las partes para evitar nulidades, la Justicia Federal y los tribunales provinciales comenzaron a trabajar en un estado de excepción por el coronavirus en todo el país, con los plazos procesales suspendidos.
Lo que ocurre en Rosario se reproduce en Comodoro Py, en el Palacio de Tribunales y en los juzgados de todos los fueros nacionales y provinciales que cambiaron su funcionamiento para seguir tramitando causas.
Los jueces, empleados, fiscales y defensores pueden trabajar de manera remota desde sus casas y los abogados litigan con firma electrónica. Se reemplazaron por correos electrónicos los escritos dejados en mesa de entrada, se utiliza el WhatsAapp para deliberar, se hacen audiencias de conciliación en los juicios civiles por Teams (la herramienta de Microsoft para reuniones virtuales), Skype para las indagatorias y las videollamadas se emplean en las audiencias. La Cámara Civil acordó con el PAMI y con los organismos de la Ciudad encargados de Niñez y de Discapacidad seguir recibiendo trámites por vía electrónica. Los servicios psicoterapéuticos de desvinculación familiar se hacen por Zoom o WhatsApp.
La Corte Suprema cambió su reglamento para dar por válidos que sus acuerdos se organicen por videoconferencia y se dio la firma digital. La Casación hizo lo propio. La Justicia bonaerense hizo lo mismo y dinamizó el trabajo de los tribunales inferiores. Los cambios se dieron en simultáneo, con una presión desde abajo hacia arriba del Poder Judicial, y desde arriba hacia abajo con los cambios normativos.
Los jueces de la Asociación de Magistrados y Funcionarios hicieron una campaña en video donde dicen que siguen trabajando en la feria y ponen como ejemplo que atienden y reciben denuncias de violencia doméstica, tramitan amparos de salud, otorgan arrestos domiciliarios a los presos o permiten que sigan en contacto con sus familias por videoconferencia y se encargan de sancionar a los que violan la cuarentena.
El gremio de los judiciales, que lidera Julio Piumato, lanzó su propia campaña, con el hashtag #LaJusticiaFunciona y #QueSeSepa, en la que cuenta que los empleados siguen tramitando los casos desde sus casas y en ocasiones van a sus oficinas para trámites puntuales.
"Falta de consensos y decisión"
"Esto demuestra que los sistemas de Justicia disponían de los recursos para avanzar hacia la gestión digital del caso y que, sí no ocurrió antes, fue debido a la falta de los consensos necesarios o de decisión institucional", afirmó el think tank Unidos por la Justicia, asociado a Juntos por el Cambio, que elaboró un diagnóstico de cómo se adaptó la Justicia al coronavirus.
El trabajo, llamado "El covid-19 viralizó la modernización judicial", fue realizado por Juan José Benítez, exsubsecretario de Justicia en el gobierno de Mauricio Macri y director ejecutivo del centro de estudios. El paper señala que las medidas dispuestas por los tribunales evidencian que la infraestructura tecnológica está y que existen recursos tecnológicos para operar con mínima presencia física en tribunales. Pero que falta capacitación para los jueces y abogados.
El trabajo relevó los poderes judiciales de la Nación, la Ciudad y las provincias de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Mendoza y Chubut. Determinó que en todos los casos se habilitó la modalidad de trabajo remoto, la utilización de firma digital, canales de denuncia online, audiencias por videoconferencia, mesa de entradas digital, enlaces por VPN, acceso remoto a los sistemas de gestión, plataforma de videoconferencias y soporte remoto.
Miedos y cambios
De un lado de la pantalla está un juez de tribunal oral. Del otro, un preso de 62 años. Uno los experimentados, con antecedentes y otras condenas. Es la segunda vez que el juez lo entrevista por videoconferencia, pero ahora advierte que el detenido, con la piel gruesa de mil refriegas carcelarias, esta vez tiene miedo. Lo ve en sus ojos. El preso tiene fecha de juicio oral para mediados de mayo por dos casos de robo agravado por el uso de armas. No se sabe si su juicio se hará o no. Tiene pancreatitis, por lo que fue tratado en el Hospital Gandulfo. Su esposa, que está a su lado, consiguió los documentos que prueban su dolencia. En otras circunstancias, el juez no hubiera dudado un minuto en ratificar su prisión preventiva: ahora evalúa darle arresto domiciliario, donde lo vigilarán su mujer y una pulsera electrónica.
Así cambiaron las prácticas en la Justicia por el coronavirus. Un informe de la Cámara del Crimen señala que los 70 juzgados y los 15 jueces del tribunal trabajan a diario y que desde que comenzó la emergencia se resolvieron en total 806 casos de delitos, 411 hábeas corpus y a la Cámara se elevaron y se resolvieron 429 casos.
En el medio, se logró vaciar de presos la alcaidía que funciona en el subsuelo del Palacio de Justicia, para limpiarla y pintarla. No es posible ingresar nuevos presos a los penales y van todos a las comisarías porteñas.
La Cámara del Crimen le pidió a la Corte la firma digital e innovaciones para mejorar los sistemas. A la Cámara de Casación le solicitó que sortee tribunales para los juicios orales, sobre todo en los casos de flagrancia, con el argumento de que de nada sirve que los jueces se apuren en primera instancia si los juicios no se hacen.
En la Justicia Civil y Comercial bonaerense, con las habilitaciones que hizo la Corte, se trabaja en forma remota y con firma electrónica por el sistema Guacamole. Se impulsa llegar a conciliaciones en audiencias virtuales por WhatsApp o por Teams. La red de jueces provinciales difundió que está ordenando transferencias en las ejecuciones, regulando honorarios de los abogados y llevando adelante los casos.
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