Coronavirus: ¿se testea poco en la Argentina?, la polémica tras las declaraciones de Alberto Fernández
La comparación que hizo anoche el presidente Alberto Fernández entre la cantidad de casos confirmados del nuevo coronavirus Covid-19, en la Argentina y en otros países, colocó otra vez en el centro del debate la cantidad de testeos que se realizan en el país. Un dato que el Presidente no expuso en su presentación y que eludió responder ante la consulta de una periodista que participó de la conferencia.
Mientras algunos especialistas consideran que el número de muestras debería ser mayor, otros opinan que es correcto el actual uso de las pruebas, y también están quienes consideran que no es una cifra a considerar.
En cuanto a los datos, en cantidad de test por habitante, la Argentina está muy por debajo de la mayoría de los países elegidos por el mandatario para explicar la importancia del aislamiento social preventivo y obligatorio, que se prorrogó por segunda vez y regirá hasta el 26 de abril próximo.
"La pregunta no debe ser cuántos testeos se hacen, sino si tendremos la posibilidad de realizar testeos suficientes para cumplir con un plan de detección de contagios en el día a día y en los centros de concentración de gente, como las estaciones de tren o los hospitales, cuando se acabe la cuarentena", dijo a LA NACION Fernando Polack, infectólogo pediátrico y creador de la Fundación Infant. "Evidentemente, el verdadero partido se juega el día que termine la cuarentena y deberemos ser extremadamente prolijos en quitar de circulación a infectados y sus convivientes en forma incesante hasta que termine esta interminable caminata", agregó.
Para el médico, "la clave no es, ni nunca será, la cantidad de tests en sí mismos". "Los chinos han resuelto sus problemas sin ellos en buena medida. De aquí a poco tiempo, van a sobrar opciones ya que hay decenas de tests en desarrollo. La clave es el plan de la post-cuarentena. Allí es donde debemos poner el foco. Con plan, todo test es útil. Sin él, podemos tener más tests que gente y vamos a tener problemas. Yo estoy confiado que, hoy, mucha gente está pensando en la mejor manera de estructurar un plan coherente de salida para utilizar esos mentados tests de forma eficaz", completó.
"Testear más va a beneficiar a todos"
"A mí no me molesta que aumente la curva si testeamos más. Porque si testeo más y saco a gente de la comunidad evito contagiar a la publicación vulnerable.Eso hará que caiga la mortalidad", dijo a LA NACION Eduardo López, infectólogo del Hospital Ricardo Gutiérrez y miembro del comité de expertos que asesora al Poder Ejecutivo, y agregó: "Hay pocos países que tengan 44 millones de habitantes y menos de dos mil casos. No quiero que la población se asuste o alarme. Pero creo que testear más, va a beneficiar a toda la población".
López detalló: "Vamos a plantear la parte buena. Se comenzó con pocos testeos, alrededor de 100 por millón de habitantes, hoy estamos cerca de 400. Se ha avanzado bastante en estos días. Mi idea es que en general los países que han testeado más, junto a la cuarentena, han logrado aplanar más rápido la curva y más consistentemente en el tiempo. El mejor ejemplo es Corea del Sur y también Alemania, que tiene muchos casos, pero la mortalidad bajó mucho y tiene camas libres en terapia intensiva. Esto tiene que ver porque la enfermedad es benigna en el 80% de los casos. Si se lo testea y detecta, esa persona se puede aislar y no contagiar a otros. Cada individuo infectado contagia de dos a tres personas".
"La única manera de mirar los datos es contando los muertos o los contagiados. Eso es cierto. Yo creo que se debería testear más y es una pequeña discrepancia que tengo con algunos colegas. Pero como siempre digo, las pandemias son pedazos de verdades, porque el virus nos va guiando", aseguró el médico del hospital infantil porteño.
Luego comparó la situación con otros países: "Tomando el modelo de Chile o el de Alemania o Corea del Sur, podría decir que si se testea más, se puede identificar más rápido a los casos leves, no los que están internados, que eso es fácil de confirmar. Los casos leves pueden pasar desapercibidos porque tienen fiebre dos días y no controlan, o solo tienen tos o solo dolor de cabeza. Solo el 40% de los casos positivos tiene como primer síntoma la fiebre. Mi sugerencia es aumentar los testeos, aislar a la gente positiva y así evitar que ese individuo contagie a otros".
Ante la consulta de cómo fue recibida su posición en el Gobierno, dijo: "Fue uno de los temas que quedaron sin analizar a raíz de la cuarentena que era muy importante armarla y se hizo muy bien. Pero yo ya dije que, para ir administrando bien esta cuarentena administrada, es importante aumentar la cantidad de testeos. Sobre todo en zonas donde circula mucho el virus. Las dos herramientas que recomienda la OMS son la cuarentena restrictiva y, en segundo lugar, el testeo".
Sobre la no convocatoria a la reunión de ayer en Olivos, dijo: "Es una decisión que toma el ministerio, no me parece ni bien ni mal. Me parece que cada experto tiene su propia opinión, el ministerio condensa esas posturas y toma la decisión. No me preocupa eso. Sí me preocupan las opiniones técnicas".
"No hay que amar la cuarentena, es una herramienta fenomenal y muy bien administrada en el momento justo. El Presidente tomó el toro por las astas e hicimos una cuarentena muy precoz. Ahora vamos a tener que sumar otras herramientas para salir de la cuarentena administradamente", reconoció López, y cerró: "A mí no me molesta que aumente la curva si testeamos más. Porque si testeo más y saco a gente de la comunidad, evito contagiar a la publicación vulnerable. Eso hará que caiga la mortalidad".
"La política de testeo es prudente y razonable"
"La política de testeo fue cambiando con el avance de la situación epidemiológica. En un principio era solo para casos importados. Se limitaba a las personas que habían viajado o los que habían estado en contacto con ellos, pacientes con asistencia respiratoria mecánica. Hoy se testea a cualquier neumonía grave, los casos anteriores o que resida en los lugares que tiene circulación comunitaria y el personal de salud con síntomas", dijo a LA NACION Pedro Cahn, infectólogo e integrante del consejo asesor del Poder Ejecutivo.
El director de la Fundación Huésped agregó: "Si miramos un poco los números, día a día se aumenta la cantidad de testeos en la Argentina. Esto nos da una idea de cómo están las cosas. La tasa de positividad es del 13% y la OMS recomienda que tiene que estar entre el 10% y el 20%. Si tenemos menos del 10% de positivo quiere decir que estamos testeando mal y gastando recursos. Si tenemos más del por 20% estás testeando demasiado poco. Cuando solo se testeaba en el ANLIS Malbrán, estábamos en una positividad del 23%. Ahora estamos, en promedio, en el 13%, pero en los últimos días la cantidad de testeos positivos rondó el 8%".
"La otra manera de mirar es la de fallecidos por millón. Por ejemplo, Brasil tiene 5 muertos por millón de habitantes. Chile, tiene 3,5 personas por millón de habitantes y Argentina solo tiene 1,8", ejemplificó Cahn y agregó: "Si Argentina estuviera testeando demasiado poco, la tasa por millón de habitantes debería ser más alta. Lo que nos da la tasa de mortalidad es poder tener un conteo del 100% de los casos, algo que no se puede hacer en ningún país del mundo con los casos positivos porque hay personas asintomáticas o no consultan. Si observamos la tasa de mortalidad de la Argentina, es del 4,4%, la de Chile es del 1% porque, efectivamente, han testeado más, y en Brasil es de 5,4%. Son circunstancias donde sí podemos comparar porque los datos duros son los de la mortalidad y la ocupación de camas en terapia intensiva".
El infectólogo, que se reunió con el Presidente ayer en Olivos, agregó: "Argentina tiene 111 camas por Covid-19 sobre 4.500 camas libres para la pandemia, sobre 9.000 camas que tiene el país para terapia intensiva. Yo creo que la política de testeo es prudente y razonable. Eso no quita que, en el futuro, se vayan a hacer testeos de otro tipo en la búsqueda de anticuerpos en personas asintomáticas, para hacer un estudio de prevalencia que nos permita decir cuánta gente se contagió y no nos enteramos. Pero para testear los casos seguros, la política que está haciendo la Argentina es la correcta".
"Comparó manzanas con naranjas"
"El Presidente comparó manzanas con naranjas", cuestionó en diálogo con LA NACION el exministro de salud Adolfo Rubinstein, sobre los gráficos comparativos que mostró Alberto Fernández anoche.
"Lo que hizo fue mostrar y comparar los casos confirmados que son solo una muestra de los casos reales. Lo más objetivo que tenemos para inferir los casos reales de contagio es la tasa de letalidad. Es decir, el número de muertes. Si uno mira los datos de los países que más testean, allí la tasa de letalidad es entre 0.8 y el 1%. Son las estimaciones oficiales ahora porque antes se pensaba que la tasa era mayor", expresó.
Y completó: "Si uno analiza las muertes en la Argentina, que en este momento son 83, uno debería presumir que los casos reales son entre 8000 y 9000. Es decir, son cinco veces más que los casos confirmados. Cuando uno compara con Chile, que es lo que hizo el presidente ayer, se mide con un país que está testeando 10 veces más que nosotros. Ellos están en 3995 testeos por millón de habitantes y nosotros estamos en 397".
"Es fundamental testear más. La primera es por cuestiones epidemiológicas porque, si no, no tenés idea cuál es la trayectoria de la epidemia y la proporción de la población que se va contagiando. La segunda es una razón clínica. Tenés que aislar a los individuos que están infectados y a sus contactos, porque si no el virus sigue circulando", dijo Rubinstein y agregó: "Los países que testean mucho, la cantidad de casos positivos, está por debajo del 5%. Es más, son los que tienen la mortalidad más baja".
Sobre la comparación de la situación argentina con la de Chile y Brasil, Polack dijo: "Chile y la Argentina se parecen bastante, con un sistema sanitario y una organización un poco superior de la estructura de servicios en Chile, algo que no empezó ayer. Brasil padece un liderazgo absolutamente errático, donde el presidente contradice a diario a su propio ministro de salud. Esas cosas se pagan en vidas humanas".
Si se tiene en cuenta la cantidad de testeos por millón de habitantes de los países que eligió Alberto Fernández para comparar con la Argentina, los números no están a su favor. Salvo Brasil, con 297 testeos por millón de habitantes, el resto de las naciones elegidas superan en más de 10 veces al país. Por ejemplo, la Argentina testeó hasta este sábado 397 personas por cada millón de habitantes. Chile, en cambio, lo hizo en 3995 por cada millón; España, 7593; Estados Unidos, 7894 y, el que más testeó fue Italia, con 15.935 por millón de habitantes.
La palabra del Gobierno
Por la tarde, el propio ministro de Salud, Ginés González García, habló del tema y defendió la cantidad de tests que realiza el Gobierno. "Hemos aumentado mucho la cantidad de testeo, pero es un recurso escaso en el mundo. Hay muchos opinadores diciendo que 'más esto, más de aquello'. Hay un momento del avance de la epidemia, que si es muy masiva, se deja de hacer test".
"El test rápido del que algunos hablan solo se utiliza para el periodo de evolución de la enfermedad, no sirve para diagnóstico. El único que sirve es el PCR (por Reacción en Cadena de la Polimerasa, en inglés)", dijo el ministro.
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