Coronavirus en la Argentina: insumos, horarios, niños y ART, detalles de uno de los primeros acuerdos para regular el trabajo remoto

Insumos tecnológicos, horarios, cuidado de niños y hasta el alcance de la Aseguradora de Riesgos del Trabajo (ART). Estos son algunos de los puntos que incluye uno de los primeros acuerdos homologados que regulan el trabajo remoto o home officecomo parte de la nueva economía que traza el avance del coronavirus.

En pleno pico de la excarcelaciones de presos de los penales bonaerenses por la pandemia, la Suprema Corte de Justicia de la provincia de Buenos Aires selló un novedoso acuerdo con el gremio Asociación Judicial para avanzar en un Convenio Regulador de la Modalidad de Teletrabajo. El apretón de manos entre el presidente del tribunal, Daniel Fernando Soria, y el dirigente gremial Pablo Julián Abramovich, se convirtió en el caso testigo sobre la regulación del teletrabajo en la administración pública.

El convenio 526, firmado el 25 de abril pasado, tiene 18 artículos y alcanza a unos 22.500 trabajadores. Su fin es "reglamentar los aspectos funcionales y técnicos del teletrabajo o trabajo remoto en el ámbito de la administración de Justicia". El acuerdo es por 90 días desde la suscripción, aunque puede ser prorrogable por el término que se defina en diálogo entre las partes.

En el artículo dos se define el teletrabajo como una forma de trabajo a distancia, de carácter no presencial, fuera del lugar habitual de prestación de servicios y utilizando como soporte tecnologías de la información y comunicación.

Se especifica que el lugar de trabajo es el domicilio del empleado, y que éste utilizará las tecnologías digitales e infraestructura, comunicación y seguridad de información de las que disponga. Se aclara en el trato lo siguiente: "No se podrá exigir al personal la adquisición de equipos o insumos extraordinarios para la prestación del teletrabajo".

Y añade, un punto que es trasladable al resto de las actividades: "…El personal podrá comunicar cuestiones particulares de su situación que puedan constituirse en impedimento para el desarrollo del teletrabajo, como por ejemplo carencia de equipamiento informático o vías de conexión adecuadas, requerimientos de asistencia y cuidado de otras personas (niños o mayores), o ausencia de condiciones habitacionales suficientes…".

También se acordó una mención por la eventual vulneración de la seguridad informática. "El personal que realice teletrabajo no será responsable, en ningún caso, por las eventuales fallas, errores determinados por el sistema de trabajo, ni frente a problemas relacionados con la seguridad informática", precisa el acuerdo de los judiciales bonaerenses.

En otro artículo, establece que la jornada de trabajo no podrá extenderse más allá del horario habitual estipulado para la labor presencial. De todos modos, el empleador, en este caso la Corte, podrá organizar turnos de trabajo, siempre dentro del horario habitual.

En el caso puntual de los judiciales se impuso una aclaración sobre los expedientes en soporte papel. Se prohíbe su traslado a los domicilios. Y se aclara que el empleado debe informar sobre la existencia de problemas que obstruyan, dificulten o imposibiliten la eficaz y diligente prestación de servicios. Además, el personal debe mantenerse a disposición del empleador durante la jornada laboral.

Por último, el trato de los judiciales precisa que será el empleador el que comunique a la Aseguradora de Riesgo del Trabajo (ART) la nómina del personal que se encuentra realizando teletrabajo.

Un dato que no es menor y que podría allanar el debate de esta modalidad de trabajo: Vanesa Silley, que lidera la comisión laboral en Diputados, proviene de Sindicato de Trabajadores de la Justicia (Sitraju) y siempre se mostró más abierta a los cambios que sus pares de la Unión de Empleados Judiciales, que encabeza el cegetista Julio Piumato. El gremio bonaerense, que es pionero con este acuerdo, tiene fuerte ascendencia en los poderes judiciales provinciales y está enrolado en la CTA desde sus inicios.

"Inicialmente se tomó la decisión para garantizar que no haya una concurrencia masiva a los tribunales. Pero después encontramos con que suelen haber muchos abusos e imposiciones en el trabajo remoto. Por suerte pudimos llegar a un acuerdo rápidamente y ojalá que sirva como acuerdo testigo para otras actividades", dijo a LA NACION Pablo Abramovich, el secretario general de la Asociación Judicial Bonaerense.

En un informe reciente, el Observatorio del Derecho Social de la CTA Autónoma advierte sobre las dificultades de gremios y empresas en regular este tipo de trabajo y la tensión que genera establecer ciertas condiciones. Y distingue como conflictos en escalada el de los docentes, quienes desde diferentes gremios (Sadop, Ademys y Conadu) advirtieron de la falta de recursos para desarrollar sus tareas a distancia.

"Las experiencias que ya tenemos en nuestro país sobre teletrabajo alertan sobre diferentes elementos presentes en esta modalidad y que pueden tener un impacto importante sobre la salud de los trabajadores y trabajadoras, encontrándose más expuestas a sus factores nocivos estas últimas. Efectivamente, la conciliación de la vida laboral y familiar que se presenta como ventaja esconde muchas veces un nuevo reclutamiento de las mujeres en el hogar, una falta de limitación de la jornada laboral y un desdibujamiento entre la vida laboral y la vida social y familiar", señala el informe de la CTA Autónoma, la única central obrera que avanzó en un trabajo propio sobre la temática.

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