Coronavirus en la Argentina: fuerte rechazo en Rosario a las restricciones comerciales y recreativas
PARA LA NACIONGermán de los Santos
Las nuevas restricciones por el coronavirus que impuso el gobernador de Santa Fe, Omar Perotti, en Rosario, donde ordenó el cierre de la actividad comercial y recreativa a las 19.30, generó una fuerte protesta de comerciantes y empresarios gastronómicos no sólo en las calles de la ciudad durante el fin de semana, sino también en los tribunales, luego de que se presentaran más de 50 recursos de amparo para que quede sin efecto el decreto del mandatario santafesino.
El viernes a la noche, Perotti ordenó en Rosario que todos los comercios, incluidos los gastronómicos, cierren antes de las 19.30, ante un vertiginoso incremento de casos de covid en esta ciudad, donde –según información del Ministerio de Salud- el tiempo de duplicación de contagios se achicó a 11 días, cuando a nivel nacional esa cifra se encuentra en 29. Este domingo en Rosario se reportaron 175 nuevos de covid 19, mientras que en la provincia fueron 286.
El aumento en la curva de contagios empezó a preocupar al gobierno de Santa Fe y a la municipalidad de Rosario, donde pusieron en alerta al sistema de salud. Se decidió que se suspendan todas las cirugías programadas para evitar que se ocupen camas con otras patologías.
De acuerdo a información de la Secretaría de Salud, el porcentaje de ocupación de camas generales está en el 88 por ciento en el sector público, mientras que las llamadas "críticas" llega al 75 por ciento. En el sector privado la situación es crítica. Carolina Subirá, infectóloga del Grupo Oroño, estimó que "subió el porcentaje de ocupación de las camas en cuidados intensivos. En las instituciones privadas antes estábamos por debajo del 70% y ahora por encima del 80 u 86% de ocupación lo que nos deja un espacio muy magro".
Con esos números, Perotti anunció el viernes restringir la circulación a partir de las 19.30. Se dispuso el cierre de locales comerciales y gastronómicos a partir de esa hora. El anuncio del gobernador recibió duras críticas desde el sector privado y de dirigentes de Cambiemos que apuntaron que el mandatario había caído en una contradicción. Porque anteriormente se prohibieron las reuniones familiares y afectivas con el argumento de que en ese tipo de encuentros se producía la mayor cantidad de los contagios.
Los bares y restaurantes seguían abiertos, porque –según se argumentó desde el gobierno y el municipio- las reuniones en esos lugares estaban sujetas a protocolos de cuidado, algo que no ocurría en las casas de familia.
Tras decretar el cierre de los locales comerciales a las 19.30 las críticas del sector privado de Rosario se hicieron explícitas en la calle, con una protesta en bulevar Oroño y Jujuy el sábado a la noche y luego de que unos 50 propietarios de locales gastronómicos presentaran este lunes recursos de amparo en contra del decreto provincial.
Críticas de empresarios
"No hay fundamento para restringir horarios. Qué lógica tiene almorzar en un lugar y no cenar. Hemos visto al Estado municipal y provincial defender a bares y restaurantes como lugares de contención cuando se ven que los pibes se juntan en previas clandestinas, existen las reuniones y fiestas en casas particulares", afirmó a LT8 de Rosario Reynaldo Bacigalupo, empresario del rubro en la zona céntrica de Pichincha.
"Hicimos un sacrificio enorme. Ya estábamos trabajando con una restricción horaria y con capacidad reducida al 50 por ciento sin ningún tipo de reclamos, porque había un tema de salud pública en el fondo. Hemos defendido los protocolos. Tuvimos miles de inspecciones. De mil comercios en el rubro se clausuraron 20. La tasa de cumplimiento de los protocolos es muy alta", agregó el empresario, que actuó de vocero del sector.
El intendente de Rosario, Pablo Javkin, defendió la medida ante la posibilidad de que colapse el sistema de salud. "Entramos en una situación sanitaria que nos llevaba a un escenario de aislamiento y no de distanciamiento. Eso implicaba el cierre de muchas actividades, por eso esta es una alternativa intermedia y obvio que causa perjuicio", explicó el intendente.
"Llegamos al 80 por ciento de ocupación de camas críticas (sector público), no podemos permitir que se sature el sistema de salud. Es una restricción parcial", apuntó.
El ministro de Gestión Pública de Santa Fe, Rubén Michlig, confirmó que el gobierno provincial "no dará marcha atrás" con la resolución que implica, entre otras cuestiones, el cierre de bares y restaurantes a las 19.30. "Al contrario, es factible que se extienda a otras regiones de la provincia", afirmó y agregó: "Del resultado de la medida van a depender nuevas restricciones".
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