Alerta por la nueva cepa: el Gobierno suspende los vuelos de Gran Bretaña
Preocupado por la eventual propagación en territorio argentino de la nueva cepa de coronavirus que afecta sobre todo a Gran Bretaña, el gobierno de Alberto Fernández cerrará a partir de hoy las fronteras para vuelos desde y hacia ese país. En una reunión interministerial de urgencia, convocada para esta misma jornada, se analizará también la política migratoria con Brasil, otra de las naciones en las que se viene produciendo un rebrote luego de meses de tendencia hacia la baja.
Fuentes del Gobierno confirmaron a LA NACION la reunión de emergencia coordinada por el Ministerio de Salud en la que se evaluará el nuevo e inquietante escenario, con una situación "fuera de control" reconocida por el gobierno del primer ministro Boris Johnson.
La llegada prevista para esta mañana de un vuelo proveniente de Londres encendió las alarmas en la Casa Rosada, que teme un nuevo foco de contagios en momentos en los que también aquí se produce una escalada en la cantidad de casos. Al caer la noche del domingo, y a través de un comunicado, el Gobierno difundió la decisión de permitir el aterrizaje de ese único vuelo, aunque "los pasajeros, junto con la tripulación, deberán cumplir una cuarentena de 7 días, una vez que acrediten con los requisitos exigidos para el ingreso al país: un test de PCR con resultado negativo y un seguro Covid".
Fuentes del Gobierno también afirmaron que la situación de Brasil, donde se superaron las 186.000 muertes, es igualmente preocupante y será parte de la reunión interministerial de urgencia. La nueva cepa de Covid-19 que se propaga de manera geométrica en Gran Bretaña disparó ayer un pánico en dominó en el continente, donde llevó prácticamente a toda Europa a decidir suspender los vuelos con Londres. Poco después de que anteayer el primer ministro Boris Johnson anunció el confinamiento de la capital y del sudeste de Inglaterra el caos se desató con la anulación de vuelos, la paralización de los trenes, kilómetros de camiones varados en las fronteras y decenas de miles de británicos y europeos con sus planes navideños frustrados.
"Me preocupé el fin de semana pasado. Hubo disminución del descenso de casos y también me preocupa lo que pasa en los países limítrofes, donde están subiendo los contagios, como Brasil, Chile, Paraguay, Uruguay, y la causa es el relajamiento", dijo ayer el ministro de Salud, Ginés González García.
En este contexto, la apuesta del Gobierno sigue enfocada en la vacuna rusa. Funcionarios del gobierno de Alberto Fernández aseguraban que, más allá de las demoras y las dudas sobre su eficacia reconocidas por el propio presidente ruso, la vacuna Sputnik V producida en ese país es "segura y eficaz para mayores de 60 años". En tren de tranquilizar los ánimos y calmar las críticas opositoras, la Casa Rosada ratificó que el miércoles partirá el avión de Aerolíneas Argentinas en busca de las primeras 300.000 dosis, y que durante el verano se recibirán 20 millones de dosis para comenzar con el proceso de vacunación a grupos vulnerables. "La vacuna es segura y eficaz para ellos, pero aún requiere autorizaciones; en los próximos días estará publicada esa información y el gobierno ruso autorizará la vacuna a mayores de 60", afirmó la asesora presidencial Cecilia Nicolini, integrante de la delegación oficial que se encuentra en Moscú ultimando los detalles del envío de las primeras dosis, que se esperan para la noche del jueves 24 en Buenos Aires.
"Todo se está dando en los tiempos previstos. No bien llegue, los primeros en vacunarse serán los trabajadores de la salud", afirmaron a LA NACION cerca del ministro de Salud, Ginés González García, y agregaron que las 24 provincias "entregaron ya sus programas de vacunación, tienen la logística preparada para su distribución", que comenzaría durante ese mismo fin de semana.
Aún no repuestos del todo de la sorpresa por las declaraciones de Putin –quien "sin aviso previo" afirmó que no se vacunaría porque la efectividad del antídoto producido en el Instituto Gamaleya no está probada en mayores de 60 años como él–, desde la Casa Rosada apuestan al "gran avance" que producirá la llegada del primer lote, primer paso en un camino que esperan se profundice en las próximas semanas. "La Argentina recibirá 10 millones de vacunas que implican 20 millones de dosis y otros cinco millones adicionales más en marzo, que significan 10 millones de dosis", dijo Nicolini a Radio Rivadavia, como parte de la delegación que encabeza la viceministra de Salud, Carla Vizzotti, y que tiene previsto regresar en el mismo vuelo.
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