Córdoba sigue dando pistas sobre la represión ilegal en los años 70
A tono con una tendencia que viene desde el fondo de nuestra historia, Córdoba también anticipó cómo sería la represión ilegal durante la dictadura. Los desaparecidos, por ejemplo, no comenzaron con el golpe del 24 de marzo de 1976: en los seis meses previos, hubo 69 detenidos o secuestrados que permanecen desaparecidos.
Este dato surge de un análisis del documento oficial más reciente sobre los desaparecidos antes y después del golpe, que son los dos anexos del nuevo Nunca Más, actualizado durante el gobierno de Néstor Kirchner.
Mi último libro, ¡Viva la sangre!, se desarrolla en Córdoba antes del golpe porque esa provincia fue, entre otras cosas, el laboratorio de la represión ilegal de la dictadura. Precisamente, los datos revelados por el ex mayor Ernesto Barreiro se refieren a dónde estarían los restos de 25 de esas 69 personas desaparecidas.
Todas ellas fueron víctimas del Comando Libertadores de América, un grupo similar a la Triple A, pero vinculado orgánicamente al Ejército. Tanto fue así que hasta utilizaba una cárcel militar -el Campo de La Ribera- como centro de detención.
Según mis fuentes, el Comando Libertadores de América fue fundado por el capitán Héctor Vergez a instancias del general Luciano Benjamín Menéndez, que ya era el jefe del Tercer Cuerpo de Ejército y concentraba un poder cada vez mayor en su territorio.
Eso ocurrió en octubre de 1975, luego del ataque de Montoneros al cuartel de Formosa. Ese intento de copamiento -llamado Operación Primicia por la guerrilla peronista- sorprendió y enojó a los jefes militares, incluido a Menéndez, un nacionalista que pensaba que el enemigo era la guerrilla "comunista", es decir, el Ejército Revolucionario del Pueblo.
"Los Montoneros no pueden ser tan estúpidos de querer copar un regimiento del Ejército. ¡Si es un grupo que nació del nacionalismo", le dijo Menéndez a Vergez, cuando lo envió a Formosa para que le preparara un informe de primera mano sobre ese ataque, el primero de Montoneros a un cuartel.
Es que -y esto en Córdoba fue muy visible- la mayoría de los fundadores de Montoneros eran hijos de familias nacionalistas, muy católicos y hasta habían ido a liceos militares.
Vergez volvió de Formosa el martes 7 de octubre.
"Pero nosotros ¿somos tontos o qué? No podemos quedarnos de brazos cruzados. Capitán, ¿qué se le ocurre que podemos hacer?", fue la reacción de Menéndez.
Los primeros desaparecidos de ese grupo fueron dos montoneros que habían participado del ataque a Formosa y que habían huido a Córdoba: Horacio Pietragalla y Eduardo Jensen, el 15 de octubre.
Pero la primera vez que se usó el nombre Comando Libertadores de América fue la noche del 3 al 4 de diciembre cuando nueve estudiantes de arquitectura fueron masacrados en venganza por el asesinato del general retirado Jorge Cáceres Monié en Entre Ríos. Cáceres Monié era de Caballería, como Menéndez, y fue muerto junto con su esposa, Beatriz Sasiaiñ, que era hermana del general Juan Bautista Sasiaiñ, el número dos de Menéndez.
Córdoba sigue teniendo la clave sobre los setenta y sus secuelas.
El autor es editor ejecutivo de la revista Fortuna
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