El negocio aéreo, en manos de La Cámpora
Ganó posiciones y hoy controla todo el sector
La Cámpora tomó el control absoluto del sistema aerocomercial argentino. La principal agrupación juvenil del gobierno de Cristina Kirchner no sólo controla Aerolíneas Argentinas , sino que pasó a manejar los dos organismos reguladores, el de la aviación civil y el de los aeropuertos. La actividad aeronáutica es su base de operaciones para controlar cajas, administrar recursos públicos y nombrar decenas de nuevos y jóvenes funcionarios.
En la Casa Rosada, algunos funcionarios sospechan que allí se financia parte de su estructura política. El último golpe fue la designación de Manuel Baladrón como regulador de los aeropuertos. Reemplazó hace más de un mes al brigadier mayor retirado Horacio Oréfice, viejo compañero del ministro de Planificación, Julio De Vido, en el Colegio Guadalupe.
El joven abogado pampeano, hijo del diputado kirchnerista del mismo nombre, pasó a conducir el Organismo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos (Orsna).
La salida de Oréfice, a quien De Vido puso en 2003, produjo una fuerte tensión entre La Cámpora y Planificación, puja que se replica en otras áreas del Estado.
El dato ha pasado casi inadvertido durante la campaña. Pero es la tercera pata de La Cámpora en el sector aeronáutico. "Ese es su coto de caza", dicen en la jerga oficial. El presidente de Aerolíneas Argentinas, Mariano Recalde, digita ahora el Orsna, a través de Baladrón, y había alineado antes a Alejandro Granados, titular la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), según confiaron a LA NACION en el Gobierno. La ANAC es el organismo que administra los servicios de navegación aerocomercial, regula y extiende permisos. "El poder de Recalde creció exponencialmente. Con el Orsna y la ANAC, tiene el control de las reglas de juego de la aviación civil y de los aeropuertos. Como tocar el cielo con las manos", ironizaron las fuentes.
Granados, hijo del intendente de Ezeiza del mismo nombre, fue ascendido allí por De Vido. Pero hoy responde a Recalde y al secretario general de La Cámpora , Andrés "El Cuervo" Larroque, de línea directa con Balcarce 50 y con el ministro de Economía y candidato a vicepresidente, Amado Boudou.
La Cámpora designó centenares de empleados entre Aerolíneas, la ANAC y el Orsna en todas las delegaciones del país. En la empresa aérea no respondieron las consultas de LA NACION y en la Secretaría de Transporte, de Juan Pablo Schiavi, dijeron desconocer esa información.
"Los pibes de La Cámpora avanzan invocando supuestas «órdenes de la doctora», por la Presidenta, e infunden temor en funcionarios del sector", comentó a LA NACION un funcionario de la vieja guardia, que no termina de adivinar si Cristina Kirchner está o no detrás de cada gestión. Pero, por las dudas, acatan al grupo que responde a Máximo Kirchner.
Históricamente, el sector aeronáutico generó controversias en el kirchnerismo. Basta recordar la creación de Lafsa, línea aérea sin aviones, en 2003; el escándalo de Southern Winds; las compras y los alquileres de aviones privados por Ricardo Jaime, Sergio Schoklender o Claudio Uberti, y el uso de un chárter de Aerolíneas para que La Cámpora viajara a Uruguay a ver a la selección de fútbol en 2009. El "camporismo" también buscará formar un polo de poder político en el Congreso: aspira a obtener entre 8 y 12 bancas en Diputados en las elecciones de octubre próximo.
La política de empleo de La Cámpora es expansiva. En Aerolíneas ingresaron decenas de jóvenes, con buenos salarios, en gerencias de administración, finanzas, legales y compras. "Se cargaron a los viejos gerentes, les quitan la función y quedan congelados sin hacer nada", dijo una fuente gremial.
Sin límites
No hay límites para el gasto. Recalde presentó en el Congreso a principios de año un informe que admitió que la empresa reestatizada hace 3 años necesitaría US$ 387 millones de subsidios del Estado, casi el doble que los 200 millones programados en el Plan de Negocios diseñado por el ex subgerente financiero Axel Kicilliof, ahora director del Estado en Siderar, del grupo Techint.
Un estudio de auditores estatales publicado en www.elauditor.info revela que al terminar el año podría necesitar hasta US$ 622 millones.
En este contexto, el subdirector de Aerolíneas, Eduardo "Wado" De Pedro, un mimado de la Presidenta, fue un firme apoyo político para el triunfo de Juan Ignacio Ustarroz, su hermano de crianza, como candidato a intendente de Mercedes en las últimas primarias. Ustarroz era desde diciembre de 2010 jefe de la Anses local.
El cambio de Oréfice por Baladron confirmó el avance camporista sobre De Vido. "La Cámpora es lo nuevo, disputan recursos", dicen en la Casa Rosada. También La Cámpora impulsa el retiro de Hugo Moyano de la CGT. De Vido prefiere cambios más graduales y es el interlocutor oficial del líder camionero. Se le atribuye además a La Cámpora un proyecto para estatizar la caja de 30.000 millones de pesos anuales de las obras sociales sindicales. Un conflicto a plazo fijo con la CGT. Por ahora, Boudou lo descartó.
"Son la profundización del modelo y Cristina los quiere", dicen en el primer piso de la Casa Rosada. Otro choque entre sindicatos y La Cámpora, que se desató ayer, es la discusión salarial en el sector aerocomercial. La parte sindical exige a Aerolíneas una suba del 40% y conocer los números de la empresa, por ahora sin suerte. Los pilotos provocaron ayer la cancelación de vuelos, como se informa por separado.
Recalde quedó en posición incómoda: llegó a Aerolíneas con apoyo de Moyano y De Vido y es hijo del diputado Héctor Recalde, del Frente para la Victoria, abogado de la CGT y álter ego del jefe de camioneros. Pero ahora La Cámpora rivaliza con Moyano en un área estratégica del transporte público. Con Aerolíneas, el Orsna y la ANAC, Recalde controla una de las cajas de La Cámpora. La otra la maneja José Ottavis: el Fondo de Capital Social (Foncap) dentro de la órbita de Economía. Ottavis comparte con Larroque y con el legislador porteño Juan Cabandié el liderazgo político de la agrupación.
PROTAGONISTAS
Manuel Baladrón
Regulador de los aeropuertos
Manuel Baladrón, hijo del ex diputado menemista, fue designado regulador de los aeropuertos. Reemplazó al brigadier mayor retirado Horacio Oréfice, un viejo compañero de Julio De Vido.
Mariano Recalde
Presidente de Aerolíneas
Recalde quedó en posición incómoda: llegó a Aerolíneas con apoyo de Moyano y de De Vido por ser hijo del diputado Héctor Recalde. Ahora, La Cámpora se enfrenta a Moyano.
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