Congreso: el oficialismo busca contener a los diputados de Grabois y evitar una costosa ruptura
El líder piquetero anunció que Hagman, Zaracho y Fagioli abandonan la bancada del Frente de Todos pero en el oficialismo advierten que, de hacerlo, le entregarán el control del cuerpo a Juntos por el Cambio; la posibilidad de un interbloque aún no está cerrada
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La cúpula oficialista de la Cámara de Diputados cree que, finalmente, la sangre no llegará al río y que, pese a las amenazas de Juan Grabois, los tres diputados del Frente Patria Grande que le responden no romperán el bloque para entregarle en bandeja la presidencia y el control de las principales comisiones a Juntos por el Cambio, que quedaría entronizado como primera minoría. “Serían funcionales a la oposición y es una traición para Cristina, a quien Grabois dice respetar por su lucha contra los pobres”, acicatean en la cúspide de la bancada.
Itai Hagman, Natalia Zaracho y Federico Fagioli, los tres diputados del Frente Patria Grande, decidieron llamarse a silencio tras las declaraciones de su jefe político. “Nos vamos del bloque del Frente de Todos”, anunció ayer Grabois, molesto porque el Gobierno no dio todavía respuesta a su reclamo de medidas de alivio para los sectores más humildes de la economía popular. El recorte de gastos presupuestarios que instrumentó el ministro de Economía Sergio Massa agitó todavía más el malhumor de los aliados oficialistas.
En las filas del Frente de Todos sorprendió el tono de Grabois. “Sergio anunció un aumento en las asignaciones familiares; sabemos que no es suficiente para paliar el problema de la pobreza, pero se están haciendo gestos”, reprochan.
Sin embargo, Grabois esperaba una medida más contundente, sostienen cerca suyo. El domingo próximo se reunirá el Frente Patria Grande en un congreso federal para definir los pasos a seguir y, salvo un gesto de último momento, la salida de los tres diputados nacionales será un hecho. Esa salida podría traducirse de dos formas: en una ruptura lisa y llana –una medida extrema que la cúpula oficialista cree improbable- o en la creación de una bancada propia dentro del bloque del Frente de Todos. Se conformaría así un interbloque, al estilo del que funciona en Juntos por el Cambio.
Esta alternativa intermedia permitiría que el oficialismo pueda mantenerse como primera minoría –con 118 diputados- y preservar la presidencia como también el control de las principales comisiones. En cambio, una ruptura total implicaría que el Frente de Todos quede con 115 miembros, uno por detrás de Juntos por el Cambio.
En la conducción del bloque oficialista, a cargo de Germán Martínez, esperan la resolución que adopte el congreso del Frente Patria Grande el domingo próximo antes de tomar cualquier decisión. Martínez, quien hace del diálogo una constante, ha mantenido en las últimas semanas reuniones informales con los tres diputados díscolos para intentar contenerlos. Sin embargo, su buena voluntad llega a un límite pues las decisiones sobre política económica le exceden.
Reclamos
Uno de los reclamos más insistentes de Grabois y su grupo es la puesta en marcha de un salario básico universal. En la Casa Rosada descartan de plano que pueda instrumentarse por el costo fiscal que ello implicaría. Además, no todos los diputados oficialistas están de acuerdo con aprobar una iniciativa en ese sentido: en voz baja advierten que agigantaría el universo de planes sociales hoy vigente. “Si se quisiera instrumentar un salario básico universal, habría que dar de baja otros programas sociales que hoy funcionan bien”, sostienen.
“Lo que nosotros pretendemos es que, al menos, se ponga el tema en debate. Si hay que modificar el proyecto, estamos dispuestos a discutirlo. En el Senado, Juliana Di Tullio presentó un proyecto también interesante. Queremos abrir el debate”, enfatizan los adláteres de Grabois.
Estas diferencias internas, inocultables dentro de la bancada, podrían encauzarse con la conformación de un interbloque. “Nos daría más autonomía para plantear lo que pensamos”, sostienen en el Frente Patria Grande. Sin embargo, esto todavía no está resuelto. A Martínez no le termina de convencer la alternativa: es que la creación de un subloque abriría una compuerta para que otros legisladores, con el argumento de que no comparten del todo la política económica del Gobierno, sigan los pasos de Hagman, Zaracho y Fagioli.
De hecho, los diputados de la Corriente Clasista y Combativa Juan Carlos Alderete y Lía Caliva no descartaron esta posibilidad. En declaraciones periodísticas Alderete aclaró, no obstante, que se mantendrían dentro del bloque oficialista para no entregarle el dominio de la Cámara baja a Juntos por el Cambio.
“Tenemos enemigos poderosos enfrente”, sostuvo e insistió en dar “la pelea adentro y ver hasta dónde aguantamos”. Pero no desechó la posibilidad de un bloque -dentro de un eventual interbloque- “para que se nos escuche. Si no nos escuchan, ¿Qué podemos hacer?”.
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