FMI: los motivos de Alberto Fernández para abrazar la carta del kirchnerismo duro
El jueves, después de asistir como testigo desde los palcos del Senado a la jugada con la que la mayoría del Frente de Todos, con una sugestiva modificación, postergó la sanción del presupuesto, el ministro de Economía, Martín Guzmán, mantuvo un encuentro a solas con la vicepresidenta Cristina Kirchner.
Fue en esa reunión, según confiaron fuentes oficiales, que la expresidenta le adelantó al titular del Palacio de Hacienda el contenido de la carta en la que el bloque de senadores, que ella lidera, intimó a la titular del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, para que "se abstenga de exigir o condicionar las políticas económicas de la Argentina para los próximos años".
Si bien en la Casa Rosada aseguraron no hubo sorpresa por el reclamo del bloque mayoritario en la Cámara alta, lo cierto es que la carta "generó ruidos" en la negociación con los representantes del organismo multilateral de crédito que se encuentran en el país.
Así, el kirchnerismo duro volvió a condicionar al Presidente, que, en medio de la implementación de medidas restrictivas que generan incomodidad en algunos sectores del Frente de Todos, ensayó un discurso más cercano al Instituto Patria para reforzar la coalición.
Fue en ese escenario que Alberto Fernández, aislado desde la quinta presidencial de Olivos, se mostró en sintonía con la tropa de senadores que lidera la expresidenta y avaló las críticas al FMI. "Los senadores, en una carta que hicieron pública, dejaron muy en claro lo que le pasó a la Argentina", dijo Fernández, al participar de un acto en el que se anunciaron inversiones que incrementarán las ventas al exterior de carne argentina.
Y agregó: "Los senadores hicieron con un cuidado y un nivel de detalle que nos permite ver a todos lo que le dije al Fondo cuando me visitaron durante la campaña, cuando les recordé cómo habían violado los estatutos para financiar la especulación financiera y salida de capitales".
En medio de las conversaciones con Julie Kozack, Luis Cubeddu y Trevor Aleyne, los representantes de la delegación del FMI que llegaron al país para auscultar los números de la economía con el objetivo de firmar un acuerdo con el Gobierno y refinanciar la deuda de US$44.000 millones, el jefe del Estado aseguró que su administración operará con "firmeza, con convicción y con la seguridad de que el ajuste no lo van a pagar los más humildes, lo van a pagar los que especularon, los acreedores".
A pesar de que el Gobierno decidió dar de baja los programas asistenciales que implementó al comienzo de la cuarentena, como el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) y los ATP, y envió al Congreso una ley para modificar la fórmula para actualizar los haberes jubilatorios, Fernández buscó resaltar que su administración no impulsa un "ajuste" de las cuentas públicas.
"Los invitó a que revisen el presupuesto 2019 y lo comparen con el que mandamos para el año próximo. Van a ver que el único ajuste está en intereses de la deuda. Es el único ajuste que existe. Después crece la inversión en infraestructura, educación y salud", resaltó el mandatario, que el miércoles se volverá a hisopar después de recluirse en la residencia tras el diagnóstico positivo de coronavirus del secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Beliz, con quien viajó a Jujuy hace poco más de una semana.
Pese al malestar, desde la Casa Rosada buscaron enviar un mensaje de paz. Incluso, algunos de los principales colaboradores del Presidente resaltaron que Fernández tenía el mismo discurso durante la campaña electoral.
"El mismo [Mauricio] Claver-Carone [titular del BID y hombre de confianza del presidente Trump] dijo que el préstamo se lo dieron a [Mauricio] Macri para la campaña. Violaron normas internas del Fondo. Si no hubiese estado Trump eso no sale ni loco. No hay diferencias. La carta representa lo que decíamos en campaña. Nos fortalece en la negociación", graficó un hombre de máxima confianza del jefe del Estado.
El Gobierno espera ahora una reacción de los representantes del Fondo, que en cada una de las reuniones que mantuvieron hasta ahora se muestran intrigados por cómo resolverá el Presidente la tensión interna dentro del Frente de Todos y, sobre todo, cuál es el rol de la vicepresidenta. Eso le preguntaron al ministro del Interior, Eduardo "Wado" De Pedro, y el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa.
"Lo de ayer no ayuda", reconocieron fuentes oficiales.
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