Condenaron a Spadone por fraude
La Cámara Federal revocó un fallo de Ballestero y fijó la pena de prisión en suspenso de dos años y medio
El empresario Carlos Spadone fue condenado ayer a dos años y medio de prisión en suspenso y al pago de 90.000 pesos de multa por la venta de leche adulterada al Estado nacional en 1991 con destino a un programa de alimentación materno infantil.
La Cámara Federal revocó así el fallo en el que el juez Jorge Ballestero había absuelto en septiembre de 2002 al ex asesor del presidente Carlos Menem por el delito de defraudación a la administración pública, al estimar que sólo había cometido un fraude comercial, no penal.
Los camaristas Horacio Cattani, Martín Irurzun y Eduardo Luraschi también condenaron a la misma pena de prisión, más la multa y el pago de las costas judiciales, a dos colaboradores de Spadone: Carlos Santunione y Néstor Lorenzo.
Spadone y Lorenzo, presidente y gerente general, respectivamente, de la empresa Summun, que debía proveer de dos millones de kilos de leche en polvo para embarazadas y menores desnutridos, fueron condenados como "autores" de fraude agravado. Santunione, en tanto, fue considerado "partícipe necesario" del delito.
La condena a Spadone no será, sin embargo, de cumplimiento efectivo, por ser menor a 3 años de prisión. Aunque la pena prevista para la defraudación agravada es de 2 a 6 años, los camaristas aplicaron la pedida por el fiscal Horacio Comparatore cinco años atrás.
La causa, que tramita con las reglas del Código Procesal Penal anterior, la inició en diciembre de 1991 el fallecido dirigente socialista Simón Lázara, que había denunciado la "venta de leche en mal estado" al Ministerio de Salud y Acción Social.
En marzo de aquel año, la Dirección Nacional de Maternidad e Infancia había ordenado la compra de leche en polvo para embarazadas, menores de 2 años y desnutridos. Y aduciendo razones de urgencia se completó la operatoria bajo la modalidad de una contratación directa.
Las firmas Molfino, Manfrey, Mastellone y Sancor decidieron entonces no disputar la operatoria porque estimaron imposible reunir la cantidad de leche requerida en el tiempo disponible, sólo 60 días. Spadone, por entonces asesor de Menem y proveedor del Estado en forma simultánea, sí participó, resultando el único oferente.
Mercadería radiactiva
Su empresa ofertó entregar la cantidad de leche requerida por medio de dos marcas -Jorgiano y Silvana- y dos plantas -Sastre y Era- que en realidad encubrieron una importación láctea, vedada por los pliegos y no informada a las autoridades.
"Este proceder claramente indica que maliciosamente se silenció dónde se elaboraba el producto, contraviniendo incluso lo declarado en el pliego, conformándose el despliegue de medios engañosos para hacer incurrir en error a la administración pública", remarcó Cattani en su voto.
Spadone, Santunione y Lorenzo no sólo ocultaron la importación desde Francia, Alemania, Bélgica, Irlanda y Uruguay. También alteraron las fechas de vencimiento de la mercadería y la fijaron en seis meses, plazo mínimo que exigía el pliego, sin importar si ese plazo era correcto.
Pero la leche estaba vencida, contaminada con la bacteria escherichia coli y, según un examen del Conicet y de investigadores holandeses, algunas partidas presentaban una "sustancia radiactiva no natural, compatible con la medida en leche contaminada por el accidente (de la central nuclear) de Chernobyl", ocurrido en los años 80.
En su defensa Spadone adujo que el Estado debió suponer la importación. Y afirmó que había sido engañado, víctima de un ardid armado en su contra. Jamás lo probó.
Investigación
Carlos Spadone
- Para la Cámara, Spadone ocultó la importación de leche y alteró su fecha de vencimiento para engañar al Estado.
- Spadone afirmó que había sido engañado, víctima de un ardid en su contra. Jamás lo probó.
- Los estudios mostraron que la leche estaba vencida, contaminada con la bacteria escherichia coli y con rastros de radiactividad.
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