
Condenaron a apropiadores de un bebe
El fallo afecta a un médico, a un ex civil de la Fuerza Aérea y su mujer, por la sustracción de Guillermo Pérez
La Justicia condenó ayer a un médico de la Marina y a un ex empleado civil de la Fuerza Aérea y a su esposa por la apropiación de un bebe nacido en el centro clandestino de detención que funcionó en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) durante la última dictadura militar.
El juez federal Jorge Ballestero impuso una pena de diez años de prisión al médico naval Jorge Magnacco, autor del falso certificado de nacimiento, de siete años y medio al civil de la Fuerza Aérea Francisco Gómez y de tres años y un mes a su esposa, Teodora Jofré. El magistrado los encontró responsables de los delitos de sustracción de menores, alteración de estado civil y falsedad ideológica de instrumento público.
Magnacco, de 63 años, y Gómez, de 59, deberán cumplir sólo lo que resta de sus condenas, dado que están detenidos desde abril de 2001, cuando Abuelas de Plaza de Mayo denunció el caso en la Justicia. Jofré, de 59 años, que afrontó la última parte del proceso en libertad, ya habría purgado toda su pena.
El joven apropiado, Guillermo Rodolfo Fernando Pérez, que ahora tiene 26 años, es hijo de José Pérez Rojo y Patricia Roisinblit, desaparecidos desde el 6 de octubre de 1978. Su abuela es Rosa Roisinblit, vicepresidenta de Abuelas de Plaza de Mayo.
Guillermo Pérez, llamado Guillermo Gómez por sus apropiadores, recuperó su identidad en febrero de 2001, luego de que su hermana, Mariana, diera con él, en abril de 2000. La joven fue alertada por denuncias anónimas que le revelaron dónde podía encontrar a su hermano.
La causa a la que ayer puso fin Ballestero se había iniciado en 1979, por una denuncia de Rosa Roisinblit por la desaparición de su hija, embarazada de ocho meses, y de su yerno.
A esa investigación se agregó, en 2001, la denuncia sobre la apropiación del bebe nacido en cautiverio. Antes de abril de ese año, la jueza María Servini de Cubría -entonces a cargo de la causa- detuvo a Gómez, a Jofré y a Magnacco, ex jefe del Servicio de Ginecología del Hospital Naval Central.
Satisfacción
"Estoy satisfecha porque la justicia tarda pero llega. Sin embargo, me molesta que el delito de robo de menores no sea considerado un delito mayor en la Argentina. En otros países, les podrían haber dado cadena perpetua", dijo a LA NACION Rosa Roisinblit, tras conocer el fallo.
"Nosotros no buscamos venganza, pero queremos que los culpables sean juzgados y condenados. Ese es un privilegio que ellos no les dieron a nuestros hijos", agregó.
Desde que comenzó su actividad, Abuelas de Plaza de Mayo ya encontró a 77 nietos. En total, la entidad calcula que los bebes apropiados durante la dictadura son entre 400 y 500.
La recuperación de Guillermo Pérez fue una de las más traumáticas, dado que el joven tenía una gran relación con sus apropiadores y se oponía a hacer la denuncia en la Justicia. De hecho, aún vive con Teodora Jofré.
"Para mi hermano fue duro. El quería mucho a Teodora. Me alegró por él de que todo esto se haya terminado -dijo a LA NACION Mariana Pérez-. Para mí, es una mezcla de sensaciones. Es muy importante que se haya condenado a un agente de inteligencia de la Fuerza Aérea [por Gómez]. Esta persona sabía perfectamente de quién era hijo ese chico."
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