Condenan a Scilingo a 640 años de prisión
La Audiencia Nacional de España lo halló culpable de delitos de lesa humanidad; la pena efectiva no será mayor a 30 años
MADRID.- El ex capitán Adolfo Scilingo fue sentenciado ayer en España a 640 años de prisión por delitos de lesa humanidad durante la última dictadura y se convirtió así en el primer militar argentino que es condenado en presencia por un tribunal extranjero.
El fallo, dictado por la Audiencia Nacional española -principal instancia penal de ese país-, señala a Scilingo como autor de treinta muertes, una detención ilegal y torturas, y se basa principalmente en su propia confesión ante el juez de instrucción Baltasar Garzón en 1997. El ex marino relató en aquella oportunidad su participación en dos vuelos de la muerte de 1977, en los que se lanzaron vivos al mar a detenidos que habían sido adormecidos, aunque luego se retractó.
Según el Código Penal español de 1973, vigente al momento de los hechos, Scilingo, de 58 años, cumplirá una pena efectiva de cárcel de 30 años, de los cuales ya cumplió cuatro de prisión preventiva. Además, cuando cumpla 70 años, un juez penitenciario puede disponer su libertad.
Vestido con un traje gris, un pullover rojo y zapatos náuticos marrones, Scilingo escuchó sin inmutarse la sentencia dictada por el tribunal que presidió Fernando García Nicolás.
"El tribunal condena a Adolfo Scilingo como autor responsable de un delito de lesa humanidad del artículo 607 bis del Código Penal vigente, con causación de treinta muertes, una detención ilegal y tortura, a 30 penas de 21 años de prisión y dos penas de cinco años", indicó el fallo de 209 páginas leído en presencia de más de un centenar de familiares, militantes de derechos humanos y periodistas.
El tribunal de la Audiencia Nacional que llevó adelante el juicio oral y público entre el 14 de enero y el 10 de marzo pasado escuchó a más de 70 testigos, entre ellos sobrevivientes de la Escuela Superior de Mecánica de la Armada (ESMA), familiares, jueces y antropólogos forenses.
Además, tomó en consideración la confesión de Scilingo ante Garzón, en la que el ex marino describió detalladamente el funcionamiento de la ESMA como centro clandestino de detención y tortura, y relató la existencia de una maternidad clandestina, en la que nacían los bebes de las detenidas embarazadas, de los que luego se apropiaban ilegalmente familias de marinos.
Por la ESMA, donde Scilingo estuvo destinado entre 1976 y 1977, pasaron 5000 de los 30.000 desaparecidos de la dictadura argentina, recordó el tribunal español, que tuvo en cuenta la presentación espontánea del ex capitán para aplicar las penas mínimas previstas. Durante el juicio, Scilingo sólo reconoció haber visto de pasada a una chica embarazada e insistió en que nunca integró los grupos de tareas y que sólo era "un electricista".
El tribunal recalificó como un delito "de lesa humanidad" el delito que el juez Garzón, instructor del sumario, había calificado de genocidio.
"En este momento resulta más adecuado calificar el hecho como delito de lesa humanidad", afirma el fallo, un punto que fue objetado por los abogados de la acusación popular -vinculados con organismos de derechos humanos-, que, pese a la satisfacción con que recibieron la noticia, anticiparon que estudiarán recurrir la sentencia.
"Esperábamos una condena por genocidio", lamentó el abogado Carlos Slepoy, que destacó, no obstante, el "papel de avanzada" de la justicia española. Las acusaciones habían reclamado 6626 años de cárcel contra Scilingo por los delitos de genocidio en concurso con 30 asesinatos, 93 lesiones, 255 de terrorismo y 286 de torturas. En tanto, la fiscal de la Audiencia Nacional pedía 9138 años de cárcel por los delitos de genocidio y terrorismo con la alternativa de condenarlo por crímenes de lesa humanidad.
Por su parte, la defensa de Scilingo anunció que recurrirá la sentencia ante el Tribunal Supremo.
Aunque no existen antecedentes de condenas en presencia por un tribunal extranjero, otros militares argentinos fueron juzgados en ausencia: en 1990, el ex capitán de fragata Alfredo Astiz fue condenado a cadena perpetua en Francia y en 2000, siete ex militares, entre ellos los ex generales Guillermo Suárez Mason y Omar Riveros, fueron condenados en ausencia a reclusión perpetua en Italia.
Agencias AFP, ANSA y EFE
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