Concluyó el Encuentro Nacional de Mujeres
Con la participación de 15.000 personas, una columna unificada ocupó cerca de 15 cuadras; hubo incidentes ante la vallada de la Iglesia Catedral de Salta y pintadas anticlericales
SALTA.- Con la participación de 15.000 personas en una columna unificada que ocupó cerca de 15 cuadras, concluyó anoche la marcha del 29 Encuentro Nacional de Mujeres que se llevó a cabo en esta capital.
Algunas militantes del Frente de Trabajadoras Combativas, que llevaban rostros y cabezas cubiertas con pañuelos llegaron frente al templo mayor -que como otras iglesias y edificios públicos estaban vallados y con fuerte custodia policial-, y corearon consignas a favor del aborto legal, seguro y gratuito. Tuvieron roces con militantes católicos que gritaban la consigna "Sí a la Vida". El arzobispo Mario Cargnello oficiaba la misa dominical a la que se ingresó por una puerta lateral ya que el atrio estaba cerrado. En la homilía, el prelado instó a la pacificación y la concordia.
Un militante católico que habría golpeado a una mujer fue perseguido y se refugió en un negocio detrás de la Catedral que bajó su persiana metálica. Pudieron escucharse cánticos anticlericales tales como "Iglesia, basura, vos sos la dictadura", y otros estribillos críticos de obispos y sacerdotes.
Participantes de Jujuy que estaban en la plaza 9 de Julio aclararon que ellas no compartían los ataques a la Iglesia porque son católicas.
En paredes del recorrido se pintaron leyendas con aerosol, entre otras: "La única Iglesia que ilumina, es la que arde". Un jefe policial a cargo del operativo de seguridad poco antes de las 23 dijo que no se habían registrado incidentes, salvo lo ocurrido con un militante laico.
Por la tarde, sectores en su mayoría del Frente de Izquierda se separaron de la columna que se dirigía hacia el monumento 20 de Febrero en el norte. Retornaron a la Legislatura y a la plaza 9 de Julio. La otra parte de la manifestación, conformada por las organizadoras locales y sectores kirchneristas e independientes siguió por calle 25 de Mayo hasta una cuadra del monumento que evoca la victoria del general Manuel Belgrano en la Batalla de Salta, donde se produjo la desconcentración de la marcha.
Una dirigente porteña que llevaba una remera con la imagen de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner dijo a LA NACION que las marchas suelen terminar sin discursos.