Con una delegación de legisladores, Cristina viajó hoy a Honduras para la asunción de Xiomara Castro

En un gesto político hacia aliados de vieja data, y acompañada por una delegación parlamentaria, la vicepresidenta Cristina Kirchner emprendió hoy a las 11 su viaje a Honduras, para participar de la asunción, el jueves, de Xiomara Castro como presidenta de ese país.

Como anticipó LA NACION días atrás, la vicepresidenta y presidenta del Senado recibió una invitación especial de Castro y su marido, el expresidente Manuel Zelaya, un antiguo aliado del kirchnerismo, depuesto en 2009. Además de participar de la asunción de Castro, donde también estará la vicepresidenta de EE.UU, Kamala Harris, Cristina dará mañana una charla en la Universidad Nacional Autónoma de Tegucigalpa, titulada “los pueblos siempre vuelven”, un sugestivo y claro apoyo a Castro, primera mujer en llegar a la presidencia de Honduras y triunfadora en las elecciones por amplio margen aunque enfrenta no pocos desafíos internos, aún antes de asumir el cargo.

Junto a Cristina Kirchner viajaron desde Aeroparque en un vuelo charter y en comitiva oficial los senadores Oscar Parrilli (de su extrema confianza) y Adolfo Rodríguez Saá, efímero expresidente y actual titular de la comisión de Relaciones Exteriores del Senado, además del diputado Eduardo Valdés y la ministra de la Mujer, Elizabeth Gómez Alcorta. “Para las compañeras es una convocatoria importante, al igual que para la región”, destacó Valdés a LA NACION antes de abordar el vuelo, y agregó como otro dato destacado la anunciada presencia en Tegucigalpa de la expresidenta de Brasil, Dilma Rousseff. Está previsto que la delegación emprenda su regreso el viernes próximo, y la organización corrió por cuenta del Senado y la embajada argentina en Honduras.

“Finalmente, mi querida compañera y amiga Xiomara, más tarde o más temprano, el pueblo y la historia siempre hacen justicia.” Comienzo de la charla que mantuvimos el día lunes con Xiomara Castro de Zelaya, primera Presidenta electa de la República de Honduras”, escribió la vicepresidenta en las redes sociales el 1 de diciembre pasado, cuando se confirmó el triunfo electoral de Castro, con una diferencia de casi veinte puntos por sobre Nasry Asfura, del oficialista Partido Nacional.

La delegación sabe que la asunción no se dará en un contexto político armónico. La rebelión en el seno de la izquierda hondureña ha provocado que dos parlamentos diferentes compitan por la legitimidad y la legalidad del poder legislativo, horas antes de la ceremonia, prevista en el Estadio Nacional. El grupo escindido del nuevo oficialismo está comandado por Beatriz Valle, exvicecanciller de Zelaya y nueva secretaria de la junta directiva parlamentaria, que se ha negado a aceptar el Pacto de Oposición, previo a las elecciones, alcanzado entre su partido y el Partido Salvador (PSH), comandado por el vicepresidente electo, Salvador Nasralla. La pelea complica la gobernabilidad del país en las horas previas al traspaso.

Será esta la primera misión oficial de Cristina Kirchner en el exterior, luego de más de dos años de mandato en los que se involucró solo en temas puntuales y específicos, como el acuerdo con Vladimir Putin para la provisión de vacunas Sputnik V (recibió en su despacho al embajador de Rusia en el país, por caso). Sigue de cerca, claro, la negociación del ministro de Economía, Martín Guzmán, con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que parece complicarse a medida que se acercan los vencimientos más abultados, en marzo próximo.

Además de Harris y Kirchner, están invitados a la asunción de Castro el presidente electo de Chile, Gabriel Boric, nueva estrella de la izquierda latinoamericana; el canciller de México, Marcelo Ebrard (uno de los principales socios políticos del presidente Alberto Fernández) y ex presidentes como Evo Morales (Bolivia), José Luis Rodriguez Zapatero (España) y Fernando Lugo (Paraguay)

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