Con una cautela estratégica, el peronismo busca aprovechar los “errores” de Milei para romper su aislamiento político
En medio de internas solapadas, en el PJ analizan que el fracaso de la ley ómnibus demostró que no solo UP resistirá el rumbo libertario; las señales de Cristina Kirchner, Massa, Máximo y Kicillof
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Los dirigentes peronistas más relevantes piensan que Javier Milei “se va a cocinar en su propia salsa”. Por eso se mantienen en silencio y solo reaccionan con réplicas puntuales. Desde Cristina Kirchner, pasando por Sergio Massa y llegando a Máximo Kirchner y Axel Kicillof, en la principal fuerza de oposición observan que los “errores” del presidente le darán la posibilidad de salir de su “aislamiento político”. Según razonan, el fracaso de la ley ómnibus evidenció que no solo Unión por la Patria (UP) y la izquierda resistirán el rumbo económico del Gobierno.
Pero lo que a priori aparece como una postura unificada, sin quiebres ni matices, que tuvo su punto culminante con el aplauso de los diputados kirchneristas cuando los libertarios arriaron las banderas en el recinto de la Cámara baja, no resulta tan evidente ni bien trascienden los mensajes internos que envían la expresidenta, el exministro de Economía, el jefe camporista y el gobernador bonaerense. Sobre todo estos dos últimos, que ya tuvieron diferencias en la forma de encarar la oposición a la avanzada de Milei, pudo saber LA NACION de fuentes partidarias.
“En el bloque Máximo lo cruzó y Axel le respondió hablando con otros diputados por afuera de él”, deslizó un legislador de UP que graficó el entredicho en forma coloquial: “¡Se mataron!”. La discusión fue porque el gobernador buscaba coordinar con sus pares de otras provincias -no solo del kirchnerismo sino también otros como el peronista cordobés Martín Llaryora- una estrategia para coparticipar el impuesto PAIS, como una forma de suplir la ausencia de transferencias de fondos nacionales a las provincias, que ya desató una crisis en el caso de los subsidios al transporte público.
De hecho, circula entre los gobernadores un gráfico que revela la dimensión del recorte de las transferencias nacionales a las provincias ejecutado en enero pasado. Específicamente en el PJ sienten que el ajuste masivo a las provincias terminará unificando el reclamo de los gobernadores más allá de sus procedencias partidarias, lo cual le servirá al kirchnerismo para salir de su “aislamiento político”. No es para sus dirigentes un dato menor, porque en algún momento se especulaba con que solamente UP y el Frente de Izquierda votarían en contra de la ley ómnibus.
Pero lo que juzgan como los “errores” y la “impericia” de los libertarios para mantener detrás de Milei a un amplio espectro de sectores políticos -el macrismo, los variopintos federales de Miguel Pichetto, la UCR y el bloque de los “gobernadores independientes”-, creen ahora que podría ser beneficioso para articular la resistencia al gobierno de La Libertad Avanza junto a otros actores políticos que naturalmente no se ubicarían en la misma vereda. Los contactos tienen lugar en un chat que se llama “23 gobernadores y un jefe de gobierno”. Aunque habría otro paralelo en el que algunos estarían excluidos.
Incluso, los gobernadores analizan la posibilidad de publicar en sus redes sociales la próxima semana un video en el que se responsabiliza a Milei por el incremento del boleto del colectivo que sobrevendrá al recorte del Fondo Compensador del Transporte para el interior del país. No solamente Kicillof está activo en su contacto con los mandatarios provinciales, sino que tampoco le va en zaga el riojano Ricardo Quintela, quien consiguió que la Corte Suprema de Justicia aceptara el tratamiento de una medida cautelar contra el mega DNU de desregulación de la economía que antecedió a la ley ómnibus.
Ambos gobernadores, Kicillof y Quintela, son tomados por operadores cercanos al kirchnerismo como los referentes a proyectar de cara a 2027, en detrimento de otros dirigentes, incluida la propia Cristina Kirchner. A tal punto que en los últimos días circularon versiones que indicaban que en su oficina del Instituto Patria, la exvicepresidenta tuvo comentarios favorables al estilo y el “coraje” político que despliega Milei en sus primeros meses como jefe de Estado. Otros dirigentes sostienen que no se entiende si el trascendido es realmente un mensaje de Cristina o si “la quieren perjudicar”.
En todo caso, lo que algunos dirigentes que la visitaron en el Patria deslizan es la preocupación de la expresidenta por la “violencia” que a su juicio emana el discurso de Milei -especialmente en redes sociales- tras la caída de la ley ómnibus en el Congreso. Mientras tanto, Máximo Kirchner, quien pugnó por un rechazo listo y llano al megaproyecto del Gobierno, también atiende la interna del peronismo bonaerense, que conduce no sin cuestionamientos de propios y extraños. De hecho, los camporistas le siguen los pasos a Jorge Ferraresi, el intendente de Avellaneda que se desmarcó del kirchnerismo.
En la agrupación que fundó Máximo sostienen que Ferraresi no está en el país y que su mujer Magdalena Sierra, que es su reemplazo natural, no asume el interinato porque se encuentra en Miami de vacaciones junto al jefe comunal. Sin embargo, la funcionaria municipal apeló a las redes sociales para rechazar el proyecto de derogación del aborto legal presentado por la diputada libertaria Rocío Bonacci, una podóloga de 27 años que ingresó a la lista de La Libertad Avanza como parte de un acuerdo entre el comando de campaña libertario y un grupo empresario santafesino.
El proyecto de derogación del #AbortoLegal, presentado por la diputada de LLA Rocío Bonacci, es una provocación mas de un gobierno que vino a intentar vender nuestra Patria.
— Magdalena Sierra (@magdysierra) February 8, 2024
Un retroceso inadmisible en materia de salud y derechos de los cuerpos gestantes.
Con Máximo repartido entre el Congreso y el PJ bonaerense, y Kicillof haciendo cuentas para ver cómo financiar a la provincia de Buenos Aires en medio del recorte de fondos nacionales, Massa aparece a su vez con un mensaje que reclama “orden interno” y defensa de “la posición de que había otro camino” diferente al que ahora tomó Milei. “Nosotros la miramos de afuera y esperamos”, les dice Massa a quienes lo van a visitar a la sede de la Fundación Encuentro, ubicada en las mismas oficinas que alguna vez fueron el comando de campaña del Frente Renovador.
Al igual que Cristina, Massa permanece en silencio. Máximo Kirchner habla en contadas ocasiones -lo hizo dentro y fuera del Congreso antes de que se cayera la ley ómnibus- y Kicillof tampoco levanta el perfil por encima de sus referentes, pese a que muchos dirigentes en el seno del peronismo lo están mirando como un posible líder en el mediano y largo plazo. Cada uno con su estilo, todos analizan que el acercamiento de Milei al macrismo es un “síntoma de la debilidad” del presidente y que sostienen que esa alianza, de formalizarse, espantará a otros sectores que, inicialmente, querían “ayudar” al libertario.
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