Con tironeos por el escrutinio final, Maximiliano Abad y Néstor Grindetti reunieron al radicalismo bonaerense para delinear los ejes de campaña
El presidente de la UCR de la provincia de Buenos Aires ordenó a su tropa de intendentes, legisladores y candidatos; un sector radical ligado a Gustavo Posse no asistió
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Con la mirada puesta en la próxima etapa, el radicalismo bonaerense quiere mostrar unidad. Para ordenar la tropa, Maximiliano Abad, presidente de la UCR provincial y aspirante a senador nacional apoyado por Patricia Bullrich, convocó esta tarde a intendentes, legisladores y candidatos propios en el comité de la provincia de Buenos Aires. Junto a la fórmula que se impuso para disputar la gobernación en la interna de Juntos por el Cambio (JxC), compuesta por Néstor Grindetti y Miguel Fernández, los dirigentes se reunieron para definir los ejes de la campaña y planificar el esquema electoral. Sin ballottage en la elección provincial, no hay margen de error: el 22 de octubre se define quién será el próximo gobernador y los 135 intendentes bonaerenses.
La coalición opositora pareciera haber despertado del shock que supuso el batacazo libertario. En búsqueda de definiciones programáticas para reforzar la presencia del espacio en la provincia, también participó del encuentro Sebastián García de Luca, jefe de la campaña bonaerense de la exministra de Seguridad, así como el politólogo Manuel Terrádez, quien hizo un análisis general de la elección y sus resultados.
Abad subrayó a LA NACION que el objetivo pasó por debatir las perspectivas y tendencias electorales para alcanzar la gobernación y sumar intendencias. “Es necesario que frente al caos no venga otro caos. Tenemos que consolidar un cambio para siempre con un programa viable”, agregó, para diferenciar a JxC del peronismo kirchnerista y de las propuestas de La Libertad Avanza, y en línea con lo que horas antes había dicho la candidata presidencial del espacio frente a la plana mayor del conglomerado opositor respecto de llevarle a la sociedad un “mensaje” de “cambio verdadero e irreversible, que no es improvisado”.
En la cumbre radical se analizaron las áreas de la provincia en las que, en términos comparativos, JxC perdió votos entre la elección de 2019 y en las últimas PASO. “Hay que reforzar con mucho trabajo de los intendentes y sus equipos la cuarta, quinta y sexta sección electoral”, precisó uno de los dirigentes a LA NACION, quien destacó que aportarán a la campaña bonaerense referentes nacionales como el diputado Mario Negri (Córdoba) y la senadora Carolina Losada (Santa Fe).
El gobernador Axel Kicillof fue el ganador de las PASO con el 36,41%, seguido por la marca JxC, con la suma de Santilli y Grindetti, que obtuvo el 32,92% de los votos, y por Carolina Píparo, de La Libertad Avanza, que llegó al 23,76%.
A pesar de que la cúpula radical bonaerense quiso escenificar cohesión y músculo político para arrebatarle el poder a Kicillof, se filtraron a la cumbre los tironeos por el recuento final de votos. Grindetti se impuso a Santilli por solo 20.000 sufragios y en el bando perdedor se ilusionan con descontar la diferencia en el escrutinio definitivo. Estas cifras definirán el peso que tendrá cada actor dentro de JxC, y ninguno quiere ceder. Por eso, Walter Carusso, secretario general de la UCR provincial, aliado de Gustavo Posse -compañero de fórmula de Santilli- y cercano al candidato a intendente de San Martín, Mauricio D’Alessandro, se negó a asistir al concilio radical. “Cuando esté el escrutinio definitivo y la Justicia determine quiénes son los candidatos a gobernador y vice nosotros vamos a acompañar”, indicó a LA NACION.
Durante el encuentro, los dirigentes suscribieron un documento titulado “responsabilidad y sentido”, donde se ratificó el apoyo a la fórmula presidencial Bullrich-Petri y en el que fueron categóricos respecto de las perspectivas a futuro. En este escrito se definió como “ensoñación pseudo-revolucionaria” al oficialismo provincial y como “un experimento peligroso” a la propuesta libertaria. Así, las críticas fueron dirigidas en iguales proporciones hacia los principales competidores que tendrán que enfrentar en la próxima contienda electoral.
“Quedan dos meses hasta la elección general y nuestra tarea como radicales, entre la ensoñación pseudo-revolucionaria de un gobierno fracasado y el salto al vacío de un experimento peligroso, es recuperar el sentido responsable de la acción pública”, se subrayó en el texto leído por el diputado nacional Fabio Quetglas durante la reunión radical.
Con esta demostración de fuerza y estructura territorial, Grindetti, así como lo hace Bullrich, pretende escenificar gobernabilidad y “un cambio viable”, que contraste con el armado libertario. En la misma línea, el intendente de Lanús se juntará el lunes con los intendentes y candidatos del Pro.
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