Con sugestivas ausencias en el escenario, la CGT pidió una reducción de la jornada laboral
En el estadio de Defensores de Belgrano no estuvieron Pablo Moyano, Mario Manrique ni Abel Furlán, alineados con el kirchnerismo; en cambio, se presentó Hugo Moyano
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Un día después del 1 de mayo, la CGT realizó su acto por el Día del Trabajador e hizo explícita una demanda para reducir la jornada laboral. “Hay que acabar con la semana de 48 horas”, expresó uno de los triunviros de la central obrera, Héctor Daer, desde el escenario montado en el estadio de Defensores de Belgrano, en el barrio porteño de Núñez. Allí, fue notoria la ausencia de los gremios alineados con el kirchnerismo, en tanto que predominaron las facciones más longevas de la conducción del sindicalismo peronista, entre las que estuvieron las corrientes mayoritarias de Camioneros que responden al extitular cegetista Hugo Moyano.
“La jornada laboral de 48 horas es una antigüedad porque la productividad de hombres y mujeres se multiplicó exponencialmente, y cuando hablamos de productividad tenemos que arrancar por ahí, habrá que discutir y cambiar esto”, remarcó Daer, líder del sindicato de Sanidad y la cabeza central de la CGT durante la presidencia de Alberto Fernández. “No nos podemos hacer los distraídos, debemos participar en todos los debates políticos”, reparó sobre la baja participación del movimiento obrero en los armados electorales del PJ y, además, llamó a “concientizar a los compañeros y compañeras” sobre “quienes van en contra de sus intereses”.
De esa manera, según pudo constatar LA NACION, el campo de juego estuvo casi cubierto, en su mayoría con empleados de Sanidad y Comercio, nucleados en el sector denominado “Gordos”. En las tribunas, a su vez, las dos cabeceras fueron copadas por los “Independientes”. La techada, de espaldas a Libertador, por los afiliados de UPCN, sindicato comandando por el secretario general adjunto de la CGT, Andrés Rodríguez. Por su parte, la de enfrente, se ubicaron los empleados de la construcción liderados por Gerardo Martínez, secretario de Relaciones Internacionales de la CGT, con la clásica insignia “la UOCRA presente”.
Los dirigentes ingresaron a la cancha por la avenida del Libertador, donde se produjeron serios inconvenientes para el tránsito vehicular, escoltados por “patovicas”, mientras que las columnas de militantes sindicales entraron por Comodoro Rivadavia. Al frente del escenario, sobre la zona de la platea, y las populares ubicadas a sus costados, por su parte, los que tomaron posición fueron los Camioneros. Durante el comienzo del discurso, Daer fue interrumpido en diversas oportunidades cuando desde este último espacio estallaron los cánticos a favor del apellido Moyano, una actitud desafiante que motivó la respuesta desde UPCN y la UOCRA, sin embargo, el episodio no pasó a mayores.
Pese a la importancia de la fecha, no fueron de la partida el triunviro Pablo Moyano (dos de Camioneros) ni sus laderos Mario Manrique (SMATA), Abel Furlan (UOM), Walter Correa (Curtidores) y Omar Plaini (Canillitas), mientras que Sergio Palazzo (Bancarios) llegó tarde. El nuevo faltazo se suma a la lista de desencuentros entre la conducción de Daer, respaldada por el tercer co-titular de la CGT, Carlos Acuña (Estaciones de Servicios), y el hijo mayor de Hugo Moyano, que en el último tiempo ha coqueteado con sectores afines a la vicepresidenta Cristina Kirchner, como los del PJ Bonaerense y La Cámpora que responden a Máximo Kirchner, y la CTA a cargo de Hugo Yasky.
“La CGT es una institución plural, y en un acto de la CGT es irresponsable que yo pueda hablar de candidaturas”, dijo Daer luego del acto en diálogo con la prensa sobre una supuesta inclinación hacia una postulación del ministro de Economía, Sergio Massa. Sobre los motivos de la ausencia de Pablo Moyano, además, el mandamás del Sindicato de Sanidad respondió de forma escueta: “No lo sé, no lo sé”. se pronunció contra una propuesta central del candidato presidencial libertario Javier Milei. “Basta de los que hablan de dolarizar, si lo que falta son dólares, quieren empobrecernos”, lanzó y agregó que “algunos hablan contra los partidos políticos porque quieren generar aquelarre y desorden”.
El triunviro de la CGT hizo hincapié en que “este es un año electoral” y, según su visión, “estamos conviviendo con un proceso de inflación producto de la macroeconomía, pero también producto de los vivos que se aprovechan y remarcan. Y que no permiten la recuperación del salario”. Así, abordó el aumento de la brecha cambiaria que sufrió el peso respecto al dólar paralelo. “Hace unos días la Argentina sufrió una corrida sobre el valor del dólar. Eso no fue casual, tiene connotaciones políticas especulativas. Y en ese momento la CGT estuvo donde tenía que estar”, aseguró.
El acto comenzó cinco minutos antes de que el reloj marcara las tres de la tarde. Previo a Daer, el que tomó la palabra fue Carlos Acuña, quien apeló a una oratoria centrada en la memoria y destacó que el movimiento sindical “que le puso el pecho a las balas de los milicos” y su rol “en la recuperación la democracia”. No obstante, no hubo reparos en la informalidad laboral creciente, el fenómeno de los trabajadores pobres ni en la inflación del 104,3% interanual que marcó abril, según el INDEC. Tampoco habló del armado electoral del Frente de Todos. “Estamos de acuerdo con una reforma laboral si es para reducir la jornada de 8 a 6 horas diarias. Eso generaría más puestos de trabajo”, dijo.
Si bien encuentro fue masivo, la ausencia de los referentes de sindicatos de peso como los de SMATA y la UOM se tradujo en un aforo que no completo un estadio al 85 por ciento. La lectura del comunicado oficial, a su vez, estuvo a cargo de Jorge Sola, titular Sindicato del Seguro y secretario de prensa y comunicación de la central obrera. “Queremos participación en el proyecto del país, somos quienes más sabemos de más soluciones”, sostuvo y agregó: “No necesitamos una reforma laboral, necesitamos un nuevo acuerdo social”. Sola habló también de “la necesidad de recuperar la confianza de la CGT”, combatir “a los profetas del antisistema” y exigió “rediscutir el acuerdo con el FMI”.
Otro referente que marcó postura a la salida del acto fue José Luis Lingeri, secretario General del Sindicato Gran Buenos Aires de Trabajadores de Obras Sanitarias (SGBATOS), quien llamó a establecer “un auténtico acuerdo económico y social” y aseveró que lo más importante es la consolidación el trabajo decente” y que “el 40 por ciento de los trabajadores sean informales no es sostenible para un Argentina que quiere progresar”. Consultado por La Nación sobre la gestión ni el Frente de Todos ni de Sergio Massa, “no fue decepcionante en absoluto, ya que se pudo encausar la realidad económica y que no se cayera todo, pese a que aún resta encausar la situación inflacionaria”.
Las disculpas de Massa
Pese a la expectativa, finalmente no se leyó en el acto un mensaje del titular del Palacio de Hacienda, Sergio Massa, como se especuló en la previa. Tras el encuentro, la CGT debió conformarse con la difusión de un texto enviado por el tigrense: “Quiero mandarles estas pequeñas líneas para pedirles disculpas por no estar ahí. Me hubiese gustado mucho acompañar a los trabajadores en este día para transmitirles mi compromiso de trabajar juntos en la estabilización de la economía y la recuperación de los salarios. Pero la tarea me llevó a Brasil para trabajar en la consolidación de la relación económica y comercial con nuestro hermano país. No va a faltar oportunidad para compartir juntos el debate sobre el futuro del trabajo en un mundo que nos sorprende todos los días. Un fuerte abrazo con la convicción de creer en una sola clase de hombres, los que trabajan”.
En tanto, en el documento que se leyó desde el escenario, elaborado por el Consejo Directivo de la CGT, se consideró “urgente una rediscusión de plazos y pautas en las condiciones de los servicios de la deuda comprometidos con el FMI”. Ese párrafo, justamente, se tomó como un guiño a la gestión que Massa emprenderá en Washington en la semana del 10 de mayo. “Debemos detener esta escalada de pérdida en el poder adquisitivo salarial, y de distorsión de precios por efecto de la inflación y de la apropiación de rentas extraordinarias a manos de grupos concentrados”, sostuvieron los jerarcas cegetistas desde el estadio de Defensores de Belgrano.
Una voz disidente fue la de Facundo Moyano, del Sindicato de Trabajadores de Peajes. “La situación es muy difícil. Estamos con una inflación de 120% y lamentablemente eso repercute en el salario. Estamos por encima de la inflación de Sudán y ya nos comparamos con países de África y Venezuela. Nosotros estamos esperando a ver si los dirigentes de la CGT convocan a una medida. Ya vamos seis paros, nos pidieron la quita de la personería gremial, fue Axel Kicillof”, enumeró en diálogo con La Nación. Para cerrar, afirmó que su padre Hugo “piensa lo mismo”, pero sorprendió al chicanear a su hermano Pablo: “Él no tengo ni idea lo que piensa, hay que preguntarle a Máximo (Kirchner) a ver si lo deja”.
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