Con la negociación con el FMI como telón de fondo, Alberto Fernández recibió al embajador Marc Stanley
El nuevo representante de los Estados Unidos presentó sus cartas credenciales y mantuvo una reunión con el Presidente; antes de llegar al país había criticado la marcha de la economía y pedido un “plan macro” para acordar el pago de la deuda
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Las notables diferencias quedaron marcadas desde el inicio. Mientras otros embajadores extranjeros pasan meses esperando el reconocimiento oficial, Marc R. Stanley llegó el jueves pasado a Buenos Aires y hoy recibió su placet como nuevo embajador de los Estados Unidos en el país en el despacho presidencial de la Casa Rosada, y de manos del presidente Alberto Fernández. Tras la ceremonia permanecieron reunidos, informaron fuentes oficiales.
Tanta velocidad en la acreditación del diplomático se explica de manera muy sencilla: para los Estados Unidos, pero por sobre todo para el Gobierno, la llegada de Stanley y su veloz puesta en funciones se relacionan con la necesidad de encausar, tanto económica como políticamente, las negociaciones del ministro de Economía, Martín Guzmán, con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por la renegociación de la deuda argentina.
“Es una señal de que hay mucho trabajo pendiente y una agenda muy intensa para seguir trabajando”, evaluaron cerca de un ministro cercano al jefe de Estado.
Confirmado por el Senado de ese país el pasado 18 de diciembre, Stanley participó días atrás de las reuniones que sostuvo en Washington el canciller Santiago Cafiero, tanto con el secretario de Estado, Antony Blinken, como con la líder de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi. Antes y después de jurar su cargo ante la jueza Karen Scholer de Texas, Stanley dejó trascender que su gestión será “activa” y que su intención es “recorrer el país y las 23 provincias” en su misión diplomática, en un momento “de definiciones” según fuentes cercanas, y luego de un año sin embajador designado luego de la partida de Edward Prado, en enero pasado.
Durante su alocución en el Senado, Stanley dejó en claro que está muy atento a las condiciones y al “plan macroeconómico” que Argentina aún sigue sin definir del todo para obtener el aval del FMI.
“Hoy recibí la visita del nuevo Embajador de los EEUU en la Argentina, Marc Stanley. Muy positivo encuentro. Trabajaremos coordinados para potenciar la agenda bilateral la relación entre los presidentes Fernandez y Biden”, escribió el pasado 30 de diciembre embajador argentino en Washington, Jorge Argüello, y adjuntó en las redes sociales una foto de su encuentro con Stanley, quien en la defensa de su nominación, a fines de octubre, efectuara duras críticas (generales, por cierto) a la política económica del país.
Hoy, en @ARGinUSA🇦🇷 recibí la visita del nuevo Embajador de los EEUU🇺🇸 en la Argentina🇦🇷, Marc Stanley @mstanley15.
— Jorge Argüello (@JorArguello) December 31, 2021
Muy positivo encuentro.
Trabajaremos coordinados para potenciar la agenda bilateral 🇦🇷🇺🇸 y la relación entre los presidentes Fernandez y Biden@alferdez y @POTUS pic.twitter.com/jNpTeMfFRe
Argüello es, hoy por hoy, el principal delegado del Gobierno en su relación con Estados Unidos, un vínculo atravesado por los acuerdos y también por algunas sonoras diferencias en el pasado reciente, en temas como la llegada de vacunas, la relación con regímenes como Venezuela o Nicaragua, o la relación con China.
“La Argentina es un hermoso autobús turístico al que las ruedas no le están funcionando”, dijo entonces Stanley ante una consulta sobre sobre la economía del país y agregó: “La deuda del FMI es enorme. Sin embargo, el problema es que es responsabilidad de los líderes argentinos elaborar un plan macro para devolverla, y aún no lo han hecho. Dicen que ya pronto viene uno”, dijo Stanley. Dos meses después, y según informó LA NACION, la falta de un plan “creíble” sigue en el debe de la gestión del Frente de Todos, al menos para Washington, y mientras crecen las voces oficialistas que reclaman no acordar y buscar “alternativas” financieras en China o Rusia, los dos países que tiene previsto visitar Fernández a partir de la semana próxima.
Abogado, filántropo y político demócrata, Stanley estudió Administración de Empresas en la Universidad George Washington (se recibió en 1979) y obtuvo un doctorado en Jurisprudencia de la Facultad de Derecho de la Universidad de Texas, tres años más tarde.
Ya en la universidad comenzó a trabajar con representantes demócratas como Mo Udall y Dale Kildee, y asistente del entonces presidente Frank Thompson (Nueva Jersey). Trabajó además en distintas campañas políticas de otros dirigentes del mismo partido, hoy en el gobierno de Estados Unidos. En lo laboral, es fundador de Stanley Law Group, una firma con sede en Dallas que se enfoca en demandas colectivas y litigios nacionales, y en varias temporadas recibió premios como el “abogado del año” en esa misma ciudad del Estado de Texas.
A la par de sus trabajos como abogado y político, Stanley (casado con Wendy y con tres hijos) ha dedicado buena parte de su tiempo a colaborar con organizaciones benéficas y políticas judías, incluidos seis años como presidente del Consejo Nacional Democrático Judío. En 2011, fue designado por el presidente Barack Obama como miembro del consejo del Museo Conmemorativo del Holocausto en Washington.
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