Con final abierto, el Senado define el futuro de Edgardo Kueider, detenido en Paraguay por tentativa de contrabando
La vicepresidenta Victoria Villarruel convocó a la sesión con fuertes críticas al senador de Entre Ríos y al kirchnerismo, que busca quedarse con su banca
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LA NACIONGustavo Ybarra
El Senado se apresta a tratar este jueves, a partir de las 11, la situación del senador peronista y aliado del Gobierno Edgardo Kueider (Entre Ríos), en una sesión que se vislumbra con final abierto y en la que todo puede pasar. La disyuntiva a la que se enfrenta la Cámara alta es la de decidir si lo expulsa, como reclama el kirchnerismo, o si suspende en sus funciones al senador entrerriano hasta tener más precisiones sobre la causa judicial que afronta en Paraguay por tratar de ingresar con US$ 211.000 dólares en efectivo sin declarar ante las autoridades aduaneras del vecino país.
Tanto para expulsar como para suspender a un legislador nacional la Constitución exige el voto positivo de los dos tercios de los presentes. Hasta el momento, nadie tiene los votos para imponer sus posturas, lo que convierte a la sesión en una moneda en el aire que puede terminar cayendo en cualquiera de las dos caras. Hay una tercera vía y es aprobar la licencia que pidió Kueider. Es la que menos avales recoge.
La vicepresidenta Victoria Villarruel le sumó un condimento de alto voltaje político a la sesión en la que se decidirá la suerte de Kueider, al incluir en el temario de la reunión otro proyecto, impulsado por el oficialismo, que pide la suspensión del senador Oscar Parrilli (Neuquén), uno de los colaboradores más cercanos de la expresidenta Cristina Kirchner, por encontrarse procesado en la causa del Memorándum de Entendimiento con Irán.
La vicepresidenta Victoria Villarruel fue la impulsora de la iniciativa y esperaba el visto bueno de la Casa Rosada para incluir el tema en la sesión, a pesar de que en los bloques dialoguistas le recomendaron no hacerlo.
En medio de negociaciones frenéticas del oficialismo para tratar de consensuar una postura con la oposición dialoguista, la única certeza es que el bloque kirchnerista de Unión por la Patria, que conduce José Mayans (Formosa), está cerrado en su postura de no aceptar otra alternativa que no sea su propuesta de expulsar a Kueider del Senado. La única duda es si tendrá a sus 33 legisladores sentados en sus bancas.
El resto de las bancadas se inclinaría por la suspensión. En esta tesitura se encolumnan el oficialismo libertario, la mayoría de Pro, la UCR, el interbloque Las Provincias Unidas y otras fuerzas provinciales. Si nadie toma un camino diferente o se ausenta de la sesión, serían unos 37 votos.
Al no tener dictamen de la Comisión de Asuntos Constitucionales, que preside justamente Kueider, los dos proyectos deberán discutirse sobre tablas, por lo que también necesitarán reunir el voto de los dos tercios de los presentes para habilitar su discusión en el recinto.
El kirchnerismo ha rechazado cualquier intento de negociación planteado desde el oficialismo. La duda que atraviesa al resto de los bloques es qué hará el kirchnerismo si es rechazada la exclusión. Si se quedan y votan en contra tampoco habría número para aprobar la suspensión. “En ese caso, espero que a alguien del oficialismo se le ocurra al menos pedir que se apruebe la licencia pero sin goce de sueldo”, propuso un legislador en un contacto en uno de los pasillos del Senado.
Pero el escenario podría complicarse aún más. El gran temor manifestado por varios senadores de los bloques de la oposición dialoguista es que la bancada kirchnerista abandone el recinto y deje sin quórum la sesión si no se aprueba su proyecto. Sería el peor escenario ya que Kueider seguiría siendo senador y cobrando su dieta a pesar de encontrarse detenido en Paraguay.
El escándalo pone a varios senadores ante una dura disyuntiva. Creen que el Senado no puede no resolver nada, que alguna medida hay que tomar con Kueider y no son pocos los que manifiestan su inclinación a terminar votando la expulsión para evitar el papelón de la indefinición. Sin embargo, esos mismos legisladores saben que si sientan ese precedente quedarían expuestos a seguir el mismo camino ante cualquier otra causa, incluso inventada. Temen, sobre todo, al sometimiento de las policías provinciales al poder de turno en el distrito.
Tras dos días de negociaciones, Victoria Villarruel anunció la convocatoria a la sesión de manera oficial en sus redes sociales, en un posteo en el que calificó de “bochorno que merece un castigo ejemplar” la conducta del senador peronista, pero en el que también criticó la actitud del kirchnerismo.
“Lo único que le importa es quedarse con su banca (sí, Kueider entró en la boleta de Cristina) y así entorpecer la tarea de nuestro Gobierno”, planteó la vicepresidenta. En caso de que el entrerriano sea desplazado de la Cámara alta, su lugar lo ocuparía Estefania Cora, militante de La Cámpora y diputada provincial de Entre Ríos.
La sesión incluye un segundo proyecto de resolución que propone la suspensión de Kueider como senador nacional hasta el 1° de marzo próximo, a la espera de tener más información para tomar una decisión definitiva sobre el futuro del legislador, al que le queda un año de mandato en la Cámara alta y que está hoy detenido en Paraguay acusado de tentativa de contrabando.
Desde la noche del martes el oficialismo barajó la posiblidad de incluir un tercer proyecto de resolución reclamando la suspensión de Parrilli (Neuquén), uno de los colaboradores más cercanos de la expresidenta Cristina Kirchner, por su procesamiento en el caso del Memorándum de Entendimiento con Irán. Sin embargo, la iniciativa no entró en la convocatoria difundida este mediodía.
El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, reforzó la posibilidad de incluir en el debate legislativo la situación de Parrilli. “Si vamos a tratar el caso de Kueider deberíamos tratar la situación de todos los senadores que tienen una situación similar. Sería lo justo. Kueider está en una situación irregular y tiene que avanzar la Justicia de Paraguay”, dijo Francos en Casa Rosada.
La propia Villarruel se quejó amargamente porque no obtuvo el apoyo de los bloques dialoguistas al embate contra el senador kirchnerista. “Me hubiera gustado incluir también un proyecto presentado por el senador Abdala para suspender al senador Parrilli, quien irá a juicio oral nada más y nada menos que por encubrimiento agravado y traición a la patria, pero no hubo consenso entre los senadores para firmar ese pedido, lo cual lamento enormemente”, escribió la vicepresidenta.
“Haber derramado la sangre derramada de argentinos inocentes es imperdonable y los argentinos de bien no queremos traidores a la Patria caminando por los pasillos de la Cámara, por lo cual espero que los senadores de todos los bloquees recapaciten y entiendan el cambio de época de una vez por todas”, completó la vicepresidente, que no pierde las esperanzas de que la iniciativa sea discutida en la sesión de este jueves.
La jugada de debatir la situación de Parrilli es un evidente intento de contragolpear la ofensiva lanzada por el kirchnerismo la semana pasada, cuando pidió expulsar del Senado a Kueider el mismo día que el senador fue detenido por autoridades migratorias paraguayas en la frontera con Brasil intentando pasar más de 200.000 dólares en efectivo sin declarar.
Por Gustavo Ybarra
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