Con el debut de Lousteau como presidente, la Comisión Bicameral de Inteligencia citó al titular de la SIDE

En el debut del senador y jefe de la UCR, Martín Lousteau, al frente de la Comisión Bicameral de Fiscalización de los Organismos de Seguridad e Inteligencia, los legisladores resolvieron comenzar de inmediato a auditar la nueva estructura de inteligencia que instrumentó el Gobierno por decreto como así también los millonarios fondos que le se giraron para gastos reservados. Como primer paso citaron al jefe del área, Sergio Neiffert, para que en quince días dé las explicaciones del caso.

La presencia de Neiffert en la Comisión Bicameral se producirá en las vísperas de la sesión en la que el Senado tiene previsto rechazar el decreto 656/24 por el cual se aumentó en $100.000 millones el presupuesto de gastos reservados para la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE). El polémico decreto ya fue rechazado por la Cámara de Diputados, por lo que el Senado le podría dar el golpe de gracia final: sería la primera vez en la historia parlamentaria que el Congreso voltee un DNU presidencial.

El rechazo al decreto, sin embargo, no implica que automáticamente se deje sin efecto el aumento en los gastos reservados dispuestos para la SIDE. Según explicaron fuentes de la comisión, esos fondos ya fueron devengados en el presupuesto, por lo que no volverán a rentas generales. De allí el apuro de los opositores por comenzar a auditar cuanto antes la ejecución de esos recursos, señalaron.

Ninguno de los integrantes de la Comisión Bicameral se opuso a la citación de Neiffert, un hombre del círculo de confianza del asesor presidencial Santiago Caputo. La reunión –que fue reservada- tuvo asistencia perfecta: además de Lousteau participaron los representantes de Pro, el diputado Cristian Ritondo y la senadora Carmen Álvarez Rivero (quien reemplazó a Martín Goerling, molesto porque el oficialismo lo vetó para presidir la comisión) y de La Libertad Avanza, los diputados Gabriel Bornoroni y César Treffinger.

También participaron la radical Mariela Coletta; los senadores Edgardo Kueider (Unidad Federal) y Edith Terenzi (Cambio Federal) y la legión kirchnerista, representada por los diputados Leopoldo Moreau, Blanca Osuna y Rodolfo Tailhade y los senadores Oscar Parrilli, Florencia López y Eduardo De Pedro.

La designación de Lousteau al frente de la Comisión Bicameral con el voto del kirchnerismo supuso un duro golpe a los libertarios, que no solo perdieron la presidencia sino también el control de este cuerpo estratégico del Congreso por sus desacuerdos con los representantes de Pro. El conflicto escaló a tal punto que Mauricio Macri, jefe del Pro, ordenó a su tropa en la Cámara de Diputados a votar en contra del DNU 656/2024, lo que desató un fuerte cimbronazo en la relación con el oficialismo. El malestar aún persiste: de hecho, en la reunión de hoy de la Comisión Bicameral no se pudo cubrir el cargo de vicepresidente segundo del cuerpo, que le corresponde a un representante de La Libertad Avanza o de Pro.

El kirchnerismo, en tanto, se alzó con los cargos más importantes de la comisión. “El control va a ser a fondo”, auguran desde esa bancada, en un mensaje explícito a Caputo. Como primera medida auscultarán el plan nacional de inteligencia que les presente Neiffert; la semana próxima le harán llegar un compendio de preguntas al respecto. Asimismo, revisarán en detalle la puesta en marcha del nuevo sistema diseñado a partir de los decretos 614 y 615, por los cuales se reemplazó la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) por la SIDE.

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