Con dificultad, la oposición busca reunirse en dos frentes
Tras la marcha del jueves, los principales dirigentes apuntan a recrear el escenario de 2009, que derrotó al kirchnerismo
La Argentina no replicará en las próximas elecciones legislativas el modelo opositor de Venezuela, donde todas las fuerzas antichavistas convergen en una misma amalgama política. Los principales dirigentes opositores desechan de plano esta posibilidad. En cambio, su aspiración será recrear el escenario electoral que derrotó al kirchnerismo en 2009, con un arco opositor dividido en una vertiente de centroizquierda y otra de centroderecha.
Sin embargo, aun esta construcción conlleva varias dificultades. Aunque en lo ideológico piensen similar, los recelos, las especulaciones políticas y también los egos personales conspiran para allanar el camino hacia aquella unidad.
De todas formas, los opositores tomaron nota de la multitudinaria movilización popular del 18-A , que anteayer copó distintos centros urbanos del país. Si bien el mensaje principal estuvo dirigido contra el Gobierno, los dirigentes antikirchneristas pudieron comprobar en la calle, mientras marchaban, que la gente también les apuntaba a ellos al reclamarles una representación más homogénea ante el Gobierno.
"Antes la gente exigía que se fueran todos. Ahora pide que venga alguien a representarlos", sintetizaba ayer el diputado Alfredo Atanasof.
Algunas respuestas, aún tibias, comenzaron a verse ayer.
En Buenos Aires, el progresismo iniciará pasado mañana conversaciones formales para acelerar una alianza electoral; en la reunión estará la mesa provincial del Frente Amplio Progresista, representado por Gerardo Milman (GEN), y la UCR bonaerense, en cabeza de su presidente Alejandro Armendáriz. Más adelante, se abrirán las conversaciones hacia Proyecto Sur y la Coalición Cívica.
"La ciudadanía quiere alternativas coherentes y potentes, y se las vamos a ofrecer", sostuvo Milman. "Para ganarle al Gobierno en estas elecciones tenemos que reconstruir un marco de acuerdos como en 2009", enfatizó el diputado Ricardo Alfonsín vía Twitter.
Mientras tanto, en las huestes del peronismo disidente, las conversaciones entre Francisco De Narváez y el líder de Pro, Mauricio Macri, vienen más frías. Entusiasmado con los números que le marcan las últimas encuestas, De Narváez, candidato a gobernador bonaerense, se siente más cómodo con Daniel Scioli que con Macri. Ambos pretenden suceder a Cristina Kirchner en 2015.
Esta disputa por el premio mayor empantana por el momento las conversaciones. En el macrismo bonaerense cunde la preocupación: sus dirigentes deben revalidar títulos en 2013, pero observan que su jefe político privilegia sus esfuerzos a 2015. Mientras tanto, De Narváez apuesta a consolidar su figura en la provincia y a articular un acuerdo a nivel nacional con el gobernador de Córdoba, José Manuel de la Sota, que incluiría a Roberto Lavagna, el líder de la CGT opositora Hugo Moyano y Gerónimo Venegas (Uatre).
"Si los argentinos pudieron manifestarse unidos pero con firmeza, nos queda a nosotros, todos los que planteamos una alternativa, unirnos para ganar en Buenos Aires y llevarle equilibrio al Congreso, presidiendo la Cámara de Diputados. Así, el Congreso dejará de ser una escribanía", dijo ayer De Narváez.
En la Capital
En el distrito porteño, la oposición también busca tejer acuerdos, aunque por ahora no hay fumata. El más avanzado, en principio, es el que Macri pretende cerrar con Lavagna, quien encabezaría –en caso de concretarse– la lista de candidatos a senadores porteños.
En el abanico progresista aún persisten las diferencias. Se dividió en dos grupos: uno de ellos es conformado por la UCR, un sector de la Coalición Cívica y Libres del Sur. El otro, por Proyecto Sur, un desprendimiento de la Coalición Cívica y el FAP. Estos últimos lanzarán su acuerdo pasado mañana.
De proseguir esta división, una de las tres bancas de la Capital que se pondrán en juego iría al kirchnerismo, admiten en el progresismo.
"Haremos todo lo posible para que los tres senadores porteños sean opositores –enfatizó ayer Elisa Carrió (Coalición Cívica)–. Pero este acuerdo amplio debe contemplar sólo a los dirigentes que tengan una verdadera representatividad en el electorado. Por eso, con Solanas decidimos encargar una encuesta que mida a todos los partidos porteños. Paras saber, realmente, quién es quién en la ciudad."
Abrazo al Congreso
Tras la multitudinaria marcha de anteayer contra el Gobierno, dirigentes de la oposición llamaron a un abrazo al Congreso para el miércoles próximo, cuando el oficialismo pretenda convertir en ley la reforma de la Justicia. Entre los organizadores figuran Laura Alonso (Pro) y Eduardo Amadeo (Frente Peronista). La convocatoria comenzó a circular ayer por las redes sociales. "No perdamos la energía del reclamo y defendamos a la Justicia", instó ayer el diputado Amadeo.
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