Con Cerruti volvieron las conferencias de prensa, pero en el Gobierno hay dudas sobre su rol
Habló casi cuarenta minutos y respondió varias preguntas, pero evitó el caso de la presunta financiación por parte de Venezuela de la campaña de Cristina Kirchner
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Con una conferencia de prensa a agenda abierta durante cuarenta minutos, Gabriela Cerruti marcó hoy oficialmente su debut como “portavoz” de la Presidencia, aunque desde comienzos de esta semana venía con declaraciones sobre distintos temas del gobierno y la oposición. Se trata del rol en el que fue anunciada hace una semana por el presidente Alberto Fernández y el cual, desde el propio entorno del mandatario, negaban que fuera a tener hasta apenas horas antes.
Parada detrás de un atril, Cerruti dio una pequeña introducción y abrió a preguntas. De entrada se sabía que habría 30 minutos para hacerlas. Control de precios, conflicto mapuche, inseguridad y la situación judicial del expresidente Mauricio Macri fueron algunos de los temas abordados en la conferencia que marcó el regreso de esta modalidad a la Casa Rosada.
En lo inmediato, la conferencia de Cerruti genera un quiebre en el estilo de comunicación del gobierno. Hasta ahora salvo contadas ocasiones, las conferencias eran a partir de anuncios y solo se permitían algunas preguntas sobre el tema luego de que hablaran los interlocutores del gobierno. Ahora, en este esquema que se anunció que se repetirá todos los jueves al mediodía, los temas son libres.
Cerruti contestó todos excepto uno profundamente incómodo para el kirchnerismo. El dato que consta en un informe en la justicia española que asegura que el vuelo del venezolano Antonini Wilson, en el que se encontraron 800.000 dólares, fue solo una parte de una trama que incluyó un envío de por lo menos 21 millones de dólares dentro de valijas desde el régimen bolivariano hacia la Argentina en plena campaña presidencial de Cristina Kirchner. “El gobierno nacional prefiere no contestar rumores y trascendidos”, respondió Cerruti y pasó a la siguiente pregunta.
En su exposición, Cerruti agradeció a la secretaria de Medios, Valeria Zapesochny, que estaba presente en el lugar, en el tercer piso de Casa Rosada y a Juan Ross, quien sucedió a Juan Pablo Biondi, en la Secretaría de Comunicación y Prensa de la Presidencia, que no estaba presente en el lugar. Biondi, hombre de extrema confianza del presidente, renunció en septiembre pasado, luego de la crisis interna del gobierno. Había sido apuntado con dureza por la vicepresidenta, Cristina Kirchner, quien se refirió a “un vocero presidencial al que nadie le conoce la voz”.
En Casa Rosada y las distintas terminales del Ejecutivo Nacional las miradas y opiniones sobre el flamante rol de Cerruti están divididas. Están los que dan cuenta de que habría “unidad” a la hora de la decisión de comunicar lo que sucede en el gobierno y los que creen que los planteos y la idea del rol de Cerruti es, a la corta o la larga, “inviable”.
Los que van por la primera de las dos miradas destacaban la buena sintonía con algunas de las áreas que ya trató, como la propia Secretaría de Medios o la Jefatura de Gabinete, que depende de Juan Manzur, a quien la propia Cerruti criticó con dureza cuando este asumió.
Por otro están los que ven que el nuevo rol y formato creado por el Presidente, es un “error.” La mirada alcanza por igual a albertistas y kirchneristas duros. “Este gobierno funciona, mal o bien, desde hace dos años, que ahora venga una persona a interpretar es una fantochada”, sostuvo una altísima fuente oficial. “¿Una sola persona va a hablar en nombre de todos?”, se preguntó otro. “Cerruti va a hablar por Aníbal Fernández, por Wado de Pedro, por (Martín) Guzmán”, completó otro.
“Los off son de uso de los ministros. Tienen el mismo tiempo que la democracia y los medios, entonces cómo se va a decir que no existen más”, completó una de las fuentes consultadas. “‘¿Una portavoz le va a decir a los ministros que no pueden hablar más en off?, por favor”, agregó otro. “Querer transmitir unidad cuando estamos todos como estamos, es más que imposible”, agregó un tercero en referencia a los dichos de los últimos días que hablaban de la necesidad de que con el rol de Cerruti “se terminarán los off”.
“La comunicación va atada a las acciones de gobierno. Si no funciona algo de la comunicación, lo que tenes que cambiar es algo del gobierno, no al revés”, detalló una fuente. Y remató: “cuando te preguntas tanto por cómo vestir la comunicación, podes desvestir la gestión o las diferencias de la gestión”.
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