Con apoyo de una fracción del PJ, es ley el presupuesto 2019
A pesar de los fuertes cuestionamientos de la oposición, el oficialismo logró sancionar esta madrugada el presupuesto nacional 2019 , que tiene como objetivo bajar a cero el déficit fiscal al costo de un severo ajuste sobre las cuentas públicas y de un fuerte aumento de la presión tributaria.
La ley fue sancionada con 45 votos a favor, 24 en contra, y una abstención, y le servirá a la administración de Mauricio Macri para enviar una señal de gobernabilidad y estabilidad política al Fondo Monetario Internacional a poco días del inicio de la cumbre del G-20 que se celebrará en el país a partir del próximo 29 del corriente.
Tal como había anticipado LA NACION, el oficialista Eduardo Costa (UCR-Santa Cruz) terminó manifestando su enojo con el Gobierno, por el supuesto incumplimiento de promesas de obras y fondos para su provincia, ausentándose el momento de la votación.
Así, a los 24 legisladores oficialistas sumaron sus votos diez senadores del Bloque Justicialista que responden a Miguel Pichetto (Río Negro), los bloques provinciales del Frente Cívico de Santiago del Estero, el Frente Renovador de Misiones, el Movimiento Popular Neuquino y los peronistas Carlos Reutemann (Santa Fe) y Juan Carlos Romero (Salta) y Cristina Fiore Viñuales (Partido Renovador-Salta).
Como corolario de la maratónica sesión, duró más de trece horas, el Senado también sancionó otras dos leyes. Una modifica el Impuesto a las Ganancias para postergar el cronograma de ajuste por inflación de los balances de las empresas. La otra, es la adenda al pacto fiscal que le permitirá a las provincias flexibilizar la eliminación de impuestos locales. Es la moneda de cambio con la que el Gobierno compensará el recorte de subsidios que recibían las provincias.
Además, modificó el proyecto que modificó el mínimo no imponible y las escalas de Bienes Personales para eximir del cómputo del impuesto a las viviendas familiares de hasta $18 millones, que ahora volverá en segunda revisión a Diputados.
El extenso debate se convirtió en un pulseada entre la defensa oficialista de la necesidad del ajuste y de un presupuesto que destina más del 70% del gasto a la inversión social y la denuncia de la oposición del proyecto como la consagración de un aumento del endeudamiento externo y el recorte de fondos en áreas sensibles de la administración pública.
En un flojo discurso, en el que dio su versión de las causas del ascenso del nazismo al poder en Alemania en 1933, Cristina Kirchner (FPV-Buenos Aires) calificó el presupuesto como "un dibujo destinado al pago de la deuda bajo la égida y la planificación del Fondo Monetario Internacional".
"No vamos a bajar el gasto público; al contario, lo que vamos a hacer es profundizar el sacrificio de la sociedad argentina, que encima va a ser un sacrificio inútil", denunció.
En un nuevo capítulo de su disputa con el jefe del Bloque Justicialista, Miguel Pichetto (Río Negro), la senadora se quejó porque este Gobierno tiene el apoyo de la oposición que su gestión no tuvo, al recordar que el Senado frustró el acuerdo de Mercedes Marcó del Pont para presidir el Banco Central, en 2011.
A su turno, Pichetto tomó el guante y devolvió gentilezas. Así, dijo que el pliego de Marcó del Pont se frustró por la negativa de la oposición, tras lo cual le enrostró a la expresidenta el fuerte alineamiento del PJ durante su administración. "Le hemos votado a todos los personajes, ministros, jefes de Ejército que pidieron, en una conducta casi prusiana", hizo catarsis el rionegrino, aludiendo al ascenso de César Milani, denunciado por delitos de lesa humanidad, que votó el entonces oficialismo peronista.
En una intervención sin filtro, Pichetto se dio el lujo de chicanear al kirchnerismo y a la izquierda por la ausencia de protestas callejeras, a diferencia de lo que ocurrió cuando el presupuesto se trató en Diputados ("Las masas de la liberación no vinieron hoy al Senado", ironizó), y de burlarse critica en duros términos de la maña praxis política del Gobierno. "No aguantan la presión, le renuncian al Presidente cuando está negociando con el FMI en Washington", afirmó en una alusión a la salida de Luis Caputo de la presidencia del Banco Central.
Tras reconocer que su bloque votaría dividido, Pichetto justificó su apoyo al presupuesto en la necesidad de dar señales de gobernabilidad. "Una parte del bloque vamos a votar porque creemos que es el mal menor, que es un instrumento que la Argentina tiene que tener un marco de previsibilidad", concluyó.
En el final de debate, el jefe del interbloque Cambiemos, Luis Naidenoff (UCR-Formosa), dijo que "este es el presupuesto que necesita el país" y justificó la emergencia económica en la conjunción de la crisis financiera internacional y la sequía que azotó al país a principios de año.
También mencionó "el factor económico de la causa de los cuadernos (de las coimas) y el involucramiento de determinadas empresas, que tuvo que ver con la paralización de la obra pública".
Por último, criticó el rechazo al presupuesto de los senadores de provincias cuyos gobernadores negociaron con el Poder Ejecutivo compensaciones por los recortes del presupuesto. "Cuando uno mira cómo les fue a las provincias con este Gobierno, la verdad que no se entiende que voten en contra", se quejó.
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