Coronavirus en la Argentina: el Gobierno evalúa aperturas controladas y preocupa la temporada de verano
Aunque las estadísticas epidemiológicas ya no muestran a la Argentina en un lugar destacado en los rankings mundiales, el Gobierno tiene en claro que -tras seis meses de restricciones- debe administrar las medidas sanitarias en el marco de una convivencia con elcoronavirus que no sature los sistemas médicos locales. Dos temas aparecen como apremiantes en la agenda de la pandemia: el regreso paulatino a clases presenciales y la temporada de verano.
El Gobierno conformó un consejo interministerial de cara a la coordinación de los protocolos para el transporte y las estadías en los centros turísticos argentinos y se espera que esta semana que anuncie el mentado "plan de preventa" por el cual el Estado devolvería hasta el 50% de los paquetes que se reserven para el año que viene. "La primera decisión política es que haya temporada. Y la segunda definición es que los municipios turísticos deben restringir ahora para llegar bien al verano", dijo a LA NACION un importante ministro al tanto de las tratativas.
Los intendentes de Juntos por el Cambio de la Costa Atlántica están en estado de alerta por los permisos que necesitan de la provincia y persiste un clima de tensión en una época clave para preparar y comenzar a recibir a los primeros turistas.
A nivel nacional, la ecuación AMBA-interior del país se invirtió, porque en las últimas semanas más de la mitad de los casos correspondieron a las provincias. "La pandemia se federalizó, con focos preocupantes en los grandes centros urbanos del interior del país", señalaron desde el Ministerio de Salud.
Sin poder destacar el lugar que ocupa la Argentina en los rankings epidemiológicos mundiales, en la Casa Rosada no son pocos los que consideran un error haber realizado el último anuncio con un video institucional, sin que Alberto Fernández le pusiera la voz y el rostro al mensaje. Algunos asesores no descartaban que, para los anuncios de esta semana, se regrese al esquema habitual del Presidente con los gobernadores de las provincias más comprometidas. Todavía la modalidad no está definida.
Ciudad, provincia, interior
En la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta considera haber demostrado que es posible avanzar con aperturas paulatinas sin que repunte la curva de casos, aunque los funcionarios porteños no se animan a descartar un rebrote. Según los datos que manejan en el gobierno porteño, el 17 de julio se iniciaron las aperturas y a partir de esa fecha hubo un amesetamiento de los casos, mientras que desde septiembre la curva tendió hacia la baja.
Con buena parte de las actividades habilitadas, el gobierno porteño analiza como pasos por seguir la habilitación de un porcentaje de mesas en restaurantes a puertas cerradas, la apertura de shoppings con un número controlado de clientes, y el regreso de empleados domésticos con domicilio en Capital Federal.
Rodríguez Larreta seguirá insistiendo por el regreso paulatino a clases presenciales, un reclamo que por primera vez parece tener eco en Nación. La Ciudad insiste en "revincular" a unos 6500 chicos que no tuvieron relación con la escuela en estos seis meses. Hoy por la tarde se esperaba una reunión clave del ministro de Educación, Nicolás Trotta con sus pares de las provincias.
Axel Kicillof también se muestra más flexible. Más allá del nivel de alarma que transmiten algunos de sus funcionarios, el gobernador bonaerense pretende consolidar un sendero de "aperturas programadas atadas a la continuidad de la baja de la curva de casos", señalaron en La Plata.
La provincia seguirá con el esquema de fases que viene implementando hasta ahora. Actualmente hay 45 municipios con fase 3 (aperturas parciales) entre los que figura todo el Gran Buenos Aires y ciudades como Mar del Plata, Pinamar y Tandil; 73 municipios del interior de la provincia en fase 4 (con alto grado de apertura) y 15 municipios en fase 5 (con todo prácticamente normalizado).
Entre las aperturas pendientes que tiene la provincia para la fase 3 figuran: la gastronomía con protocolos, los gimnasios a puertas cerradas, shoppings y empleados domésticos. No significa que todos estos ítems se reabran el próximo fin de semana -cuando venza el DNU actual- sino que son los temas pendientes que Kicillof tiene en carpeta. Tampoco en La Plata desconocen que hay muchas actividades que se habilitaron de hecho, sin el permiso oficial. "Sabemos que hay actividades que algunos realizan igual,pero no podemos convalidarlo hasta que llegue el momento", señalaron a LA NACION cerca del gobernador y aclararon que siempre está vigente el "botón de alternancia" para avanzar y retroceder, municipio por municipio.
Según fuentes del Ministerio de Salud, en tanto, en el interior del país se seguiría con el esquema de restricciones focalizadas de acuerdo al nivel de ocupación de los sistemas sanitarios. Hay especial preocupación por los grandes centros urbanos de Mendoza y Santa Fe y en menor medida Córdoba. En la cartera sanitaria nacional apelan a distribuir los nuevos test de antígenos, que arrojan resultados en 15 minutos. Nación ya hizo una compra de 375.000 reactivos y otro tanto fue adquirido por las provincias.
Temporada de verano
Uno de los temas que genera mayor tensión en la provincia es la estrategia sanitaria de cara a la temporada de verano, en especial con los municipios de la Costa Atlántica. Ciudades como Mar del Plata y Pinamar actualmente se encuentran en "fase 3", pero sus intendentes, Guillermo Montenegro y Martín Yeza, respectivamente, exhiben fuerte malestar y preocupación por los permisos que necesita de la provincia.
Esta tarde se espera que el ministro de Turismo y Deportes, Matías Lammens , mantenga una reunión virtual con los intendentes de la Costa y funcionarios del gobierno bonaerense para intentar buscar puntos de encuentro.
El viernes último tuvo lugar una reunión interministerial convocada por Lammens y coordinada por el Jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, donde además participaron los ministerios de Salud, Transporte, Seguridad, y Obras Públicas. Se conformaron dos comisiones, una vinculada a la movilidad interprovincial y una segunda bautizada "destinos responsables", para analizar los protocolos de los centros turísticos. Otra definición fue la puesta en marcha de diez hospitales modulares en destinos que tienen un déficit en su capacidad sanitaria.
"Se conversó con el Presidente: no podemos no tener temporada", sentenció un importante funcionario al tanto de las conversaciones. Y agregó: "El mensaje a los intendentes de los centros turísticos es que hay que tomar las medidas sanitarias más estrictas ahora para llegar con una situación más controlada al verano".
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