Cómo se usaron los FAL en Croacia
Numerosos croatas recuerdan el uso denuestros fusiles
ZAGREB, Croacia.- Testimonios de ex combatientes croatas, de periodistas y de fotógrafos que cubrieron la guerra que se desarrolló en la ex Yugoslavia entre 1991 y 1995 no dejan dudas de que algunas de las armas que utilizó entonces el Ejército de este país llegaron desde la Argentina.
"Recuerdo haber visto fusiles FAL con una inscripción que decía ´Argentina´ durante las acciones bélicas en la ciudad de Bribir", dijo a La Nación el periodista Dragan Ogorlic, uno de los hombres de la prensa croata que cubrieron el conflicto liderado por el ejército de ese país contra serbios y musulmanes, aquí y en Bosnia.
Dragan trabaja para el diario Novi List, con sede en la ciudad de Rijeka, y es el autor de un libro que concentra parte de la lucha del ejército de Croacia durante esa guerra. La obra se llama "Testimonio de la guerra patriótica croata" y está ilustrada con algunas fotografías de combatientes con el uniforme del ejército de este país y un FAL en sus manos.
Las fotos de esa publicación fueron tomadas por el reportero gráfico Srdan Vrancic, que cubrió esa guerra junto a Dragan.
Aunque sólo unas pocas se han publicado en el libro, Vrancic ha tomado muchas más de los FAL argentinos. Algunas de ellas son las que aparecen en esta edición de La Nación . Las imágenes son de Bribir y Dabar, en la provincia croata de Linka, entre 1992 y 1993.
Ayer, La Nación chequeó en Buenos Aires esas imágenes con un alto oficial del Ejército que reconoció que las armas son FAL, pero evitó hacer comentarios sobre su procedencia, ya que en las tomas no se alcanza a ver la identificación con detalle, pues ésta -explicó- figura grabada sobre la boca de acceso del cargador.
Por otra parte, este diario intentó ayer infructuosamente comunicarse con el juez federal Jorge Urso, que tramita la causa en la Argentina. Ninguno de sus mensajes fueron contestados, aunque, en un momento, quien atendió su celular pidió que se lo volviera a llamar.
El recuerdo
Sin embargo, los soldados croatas guardan firme en su memoria los FAL argentinos que comenzaron a arribar a la región cuando las fuerzas de este país apenas tenían unos pocos pertrechos para hacer frente al poderío de los serbios, que habían ocupado buena parte del territorio de Croacia y contaban con toda la estructura bélica que hasta poco tiempo antes pertenecía a la ex confederación de repúblicas yugoslavas.
"Valorábamos mucho los fusiles argentinos. En ese momento, no teníamos con qué defendernos. Los cuidábamos mucho. El FAL no podía usarlo cualquiera, los recibían quienes cumplían acciones de comando: los que estaban en el frente de batalla", recordó Mirko a La Nación , un ex combatiente que pidió no revelar su apellido.
Otro ex soldado croata, también desde el anonimato, dijo que los fusiles llevaban inscripciones donde se leía "Argentina" y "Rosario", y que estaban en buen estado.
Los FAL eran producidos por la fábrica Domingo Matheu, de Fabricaciones Militares, con sede en Rosario.
La Argentina envió durante todo el período de enfrentamiento en la ex Yugoslavia siete embarques con armamento que incluyó, entre otras armas, FAL calibre 7.62, morteros de 120 milímetros, cañones de 155 mm, minas antipersonales y munición de todo tipo.
Los buques salieron del puerto de Buenos Aires y descargaron en Rijeka y en Split, en Croacia, y en Kopar, en la República de Eslovenia.
Esas ventas se hicieron violando un embargo de armamento impuesto por las Naciones Unidas y sobre la base de tres decretos que señalaban como destinos ficticios a Panamá -los números 1697 y 2283, de 1991- y a Venezuela -el 103, de 1995-, este último también utilizado para un envío ilegal al Ecuador durante la guerra que ese país mantenía con el Perú.
Preocupación
La causa de las armas preocupa seriamente al Gobierno. Los decretos en cuestión llevan las firmas de los ministros Guido Di Tella y Antonio Erman González, y de los ex ministros Domingo Cavallo y Oscar Camilión. Esos documentos, que hasta la intervención de la Justicia tenían el carácter de "secreto", llevan la firma del presidente Carlos Menem.
Por esos hechos, el juez federal Jorge Urso citaría en las próximas semanas a prestar declaración indagatoria al jefe del Ejército, teniente general Martín Balza, y al canciller Guido Di Tella, entre otras medidas judiciales pendientes.
En la justicia penal económica se investiga la comisión del delito de contrabando agravado por las toneladas de material bélico que fueron enviadas a Croacia y al Ecuador.
El Gobierno afirma haber sido engañado por los intermediarios. Sin embargo, como informó La Nación en su edición de ayer, en el caso de este último país, la entregas que realizó en Croacia el teniente coronel (R) Diego Emilio Palleros -designado representante oficial por el Gobierno- se hicieron a la empresa R. H. Alan, organismo oficial del Ministerio de Defensa de Croacia.
Las fotografías y los testimonios recogidos aquí por La Nación se suman a dichos del ex capitán argentino Rodolfo Barrios Saavedra, un ex carapintada que, en una entrevista exclusiva con este diario, aseguró que "ese armamento llegó en 1994 y hoy forma parte del material con que cuenta Croacia. Eso no es un secreto de Estado". Barrios se fugó del país y se integró al ejército croata, para el que combatió durante toda la guerra.
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