Cómo salir de la trampa del corto plazo
Repensar la Argentina. Sin grietas. Sin internas. Lamentablemente, no puede ser de cara a octubre porque el país se encuentra aún dividido, sin encontrar consensos medios en los que se pueda avanzar. A diferencia de quienes entendieron que más allá del partido lo importante es tener políticas de Estado, en las que se coincida en el largo plazo, la Argentina se encuentra una y otra vez sumida en el devenir de un péndulo en el que cada elección presidencial supone alta volatilidad. Basta con recorrer las últimas contiendas con las alzas del dólar, la búsqueda de mayores refugios y un partido que parece jugarse a todo o nada en el que paradójicamente todos pierden y nadie gana.
Con esa premisa, LA NACION publica esta nueva edición extraordinaria, en la que expertos de los rubros más disímiles responden sobre cómo se puede construir ese largo plazo. Qué consensos se necesitan. Qué políticas son las que hacen falta.
El objetivo pasa por trazar las perspectivas para el país a 10 años y contribuir, en cada una de las entrevistas, con tres propuestas que permitan lograrlo. De esa manera, se consigue escapar de lo deseable para entrar en el mundo de lo posible. Así es como el politólogo e investigador Oscar Oszlak sostiene: "La tecnología avanzará a pasos agigantados y no veo que nuestros líderes estén discutiendo sus consecuencias". Su iniciativa gira justamente en torno a revertir esa tendencia. O el historiador y profesor de la UBA Jorge Ossona afirma: "La palabra era sagrada en la Argentina; hoy es la dimensión más volátil de la sociedad". El valor de los intangibles se repite una y otra vez a lo largo de las próximas 48 páginas.
Pero no se trata solo de diagnósticos. También es imprescindible encontrar soluciones
Pero no se trata solo de diagnósticos. También es imprescindible encontrar soluciones como las que plantea Eduardo Levy Yeyati, quien desde hace ya varios años viene mirando más allá. Su conclusión es tan contundente como real: "Ninguna reforma pendiente será posible si no encontramos un espacio en común donde negociar nuestras disidencias". Lo suyo no es empírico: en el pasado coordinó el espacio Argentina 2030, es ingeniero civil de la UBA y doctor en Economía de la Universidad de Pensilvania, además de decano de la Escuela de Gobierno de la Universidad Torcuato Di Tella, donde fundó y dirige el Centro para la Evaluación de Políticas basadas en la Evidencia (CEPE).
Oportunidades hay y la Argentina sin dudas tiene potencial para aprovecharlas. Sin embargo, para ello hace falta poner foco y continuidad en la estrategia. Después de todo, tal como augura la periodista y especialista en innovación María Eugenia Estenssoro: "En 10 años la Argentina puede convertirse en el polo de empresas de base científica y tecnológica de América Latina". Para ello habrá que admitir y coincidir en el difícil punto de partida. Nunca es fácil reconstruir un país en el que se mintió con las estadísticas, se comparó la pobreza con la de Alemania y las causas de corrupción se escudaron en fuertes estrategias de victimización. Tampoco en el marco de una inflación creciente y con un apego por la cotización del dólar sin precedente en la región. "La Argentina aún está en un proceso de salida de los desequilibrios. Decir que lo más difícil ya se hizo es mentira", reflexiona Marcos Novaro. La ecuación no es sencilla. Se parte de grandes prejuicios sobre temas estructurales. "Especialmente en temas como la pobreza", destaca Agustín Salvia. A tal punto que, como agrega Juan José Llach: "Al sistema educativo actual le sobra pobreza y le faltan formación, organización, rumbos claros y compromiso de las familias". Ese es sin dudas otro pilar fundamental a reconstruir. Gabriel Lanfranchi, arquitecto y director de Ciudades del Cippec, suma otro punto de vista para la mirada de largo alcance: "Hay que volver a hacer ciudad como nuestros abuelos, con más equidad y mejor desarrollo social". De hecho, el desafío que supone la mayor longevidad implica también que la Argentina atraviese lo que Sebastián Campanario bautizó "la revolución senior". Otra variable a considerar de cara al futuro es la que subraya Martina Rua, especialista en productividad personal, por la que "no se debe caer en el síndrome de las falsas esperanzas".
Repensar la Argentina. Sin grietas. Sin internas. Lamentablemente, no puede ser de cara a octubre porque el país se encuentra aún dividido, sin encontrar consensos medios en los que se pueda avanzar
Rodrigo Zarazaga, Guillermo Oliveto, Ana Franchi, Guy Sorman, Soledad Nardelli y Tomás Saraceno reflejan su parecer y Alberto Manguel tiene un disparador más que simbólico y en el que pone su ojo: "El libro, ese milagro y esa arma que podrá salvarnos". Por último, cabe destacar el mano a mano con Matías Woloski, creador de Auth0, conocido por ser desde hace unos pocos días el quinto unicornio argentino. Es decir, una empresa argentina que logra una valuación de mercado superior a los US$1000 millones. Un hito hasta ahora alcanzado por Mercadolibre, Despegar, OLX y Globant. "Hay un potencial enorme de empresas que tienen un valor real y cambian el mundo, pero acá no lo estamos aprovechando", concluye. De eso se trata. Ni más ni menos. De aprovechar el eterno potencial y convertirlo en realidad.
Bienvenidos a la Argentina que viene. O al menos a la que soñamos.
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