Cómo pasó la noche la comitiva presidencial que quedó varada en la montaña
Nevadas intensas y fuertes ráfagas de viento. Ese fue el clima que debió soportar la comitiva presidencial que ayer quedó varada en la montaña catamarqueña, luego de que el helicóptero que los trasladaba se vio forzado a realizar un aterrizaje de imprevisto. Sin agua, comida y poco abrigo, la noche se hizo larga.
Según pudo saber LA NACION, el personal de Fuerza Aérea que viajaba con ellos llevaba equipaje con ropa para afrontar el frío. Les prestaron buzos, remeras y medias. Sin embargo, las temperaturas bajo cero hicieron que se no fueran suficientes.
Cada dos horas, cuando algunos llegaban al borde de la hipotermia, prendían la calefacción unos 15 minutos, cuidando la carga ya que el helicóptero no tenía combustible. Si bien desde el Gobierno aseguraron que todos se encuentran en buen estado de salud, la noche fue dura. Con temperaturas bajo cero y en plena oscuridad, recién tuvieron algo de alivio pasadas las 8 de la mañana, cuando el sol de dejó ver.
Cuando los rescatistas de Gendarmería lograron llegar a la zona, a 3400 metros de altura, tomaron la decisión de bajar a pie. Pero en ese instante, otro helicóptero que estaba a la espera de una mejora en el clima pudo llegar al lugar, y los siete miembros de la comitiva presidencial se subieron a la aeronave. Las otras seis personas, que eran parte de la tripulación, iniciaron el descenso a pie.
En diálogo con la prensa, ya en el aeroparque metropolitano, Iván Pavlovsky, el vocero presidencial, relató: "Estamos todos bien, nos hicieron una revisación médica en el aeropuerto de Santiago del Estero. Estábamos yendo de Cachi a Termas de Río Hondo y no pudimos llegar por una capa de nieve. Como no se pudo, se volvió a los cerros del Aconquija, eso fue a las 18 y se aterrizó ahí y se pasó la noche ahí con temperaturas bajo cero".
"Nosotros veíamos la acumulación de nieve en las ventanas y en el sector de combustible. No teníamos alimento, agua, ni vestimenta. Fue una noche larga, pero prevaleció el excelente comportamiento del capitán y la tripulación. Ellos hicieron todo para que la noche no fuera tan dura", relató el funcionario.
Pavlovsky siguió: "Amaneció lindo y a las 10 de la mañana nos encontramos con los rescatistas. Con ellos emprendimos un tramo de la vuelta y ahí vimos al helicóptero presidencial que logró aterrizar en una parte muy complicada de la montaña. Allí nos subimos al helicóptero . Nos pidieron tranquilidad porque a la noche no nos podían rescatar".
Al ser consultado por sus sensaciones, dijo: "Uno lo primero que hace es pensar en sus seres queridos. Se hizo de noche a las 18 y hasta las 8.05 que se vio un poquito de luz la noche se hizo larga. Cada hora, comíamos un cuarto de galletita y dos sorbos de agua".