Cómo fue el secuestro que Macri recordó hoy en su discurso en Casa Rosada
En la conferencia realizada esta mañana por Mauricio Macri en Casa Rosada para anunciar una serie de cambios luego de una semana de turbulencias, se destacó con fuerza una de sus frases. Al hablar de su percepción de las dificultades que atravesó el país en los últimos tiempos, el Presidente sentenció: "Fueron los peores cinco meses de mi vida, después de mi secuestro".
De esta manera, Macri hacía alusión al episodio que sufrió entre fines de agosto y principios de septiembre de 1991, cuando un grupo de delincuentes conocidos luego como "la banda de los comisarios" lo secuestró y lo mantuvo cautivo durante 12 días, hasta que fue liberado tras el pago de un rescate de US$ 6.000.000.
El episodio, que sin dudas marcó la vida del actual presidente de la Argentina, arrancó la noche del 24 de agosto de 1991, cuando Macri fue interceptado al llegar a su casa de Tagle 2804. Allí, uno de los secuestradores le pegó un puñetazo que lo dejó aturdido. Inmediatamente, el entonces ejecutivo de la empresa Socma -cuyo presidente era su padre Franco Macri - fue tomado del cuello y llevado a una combi Volskwagen, donde lo encerraron dentro de un ataúd que le tenían preparado.
Cuando volvió del aturdimiento, Macri descubrió que apenas podía respirar dentro de la caja de madera en la que estaba encerrado, no tenía espacio para moverse ni luz. Dentro del ataúd, el futuro presidente de Boca y de la Argentina sólo podía escuchar el ruido del motor de la furgoneta en la que era trasladado a su lugar de cautiverio.
"Siempre vendado, me sacaron del ataúd y me llevaron caminando por la casa. Luego, abrieron una puerta y me arrojaron sobre una cama. Allí me colocaron unas cadenas en los tobillos, que estaban unidas a otra sujeta al suelo", recordó Macri frente al juez de Instrucción Nerio Bonifati cuando describió el momento de su arribo a la casona de Chiclana y Garay, en Parque de los Patricios.
Mauricio Macri nunca quiso brindar mayores detalles de sus días de cautiverio en "la caja", que era como llamaban los delincuentes a la habitación de tres por dos metros construida en el sótano de la casona. El lugar tenía un inodoro químico y un agujero pequeño en el techo por donde le pasaban la comida.
Fue liberado doce días más tarde. Su padre Franco pagó US$ 6.000.000 en efectivo como rescate. Nicolás Caputo y el chofer del mayor de los Macri trasladaron la plata hasta un terreno abandonado de la Isla Maciel. Tras recorrer algunas postas que los secuestradores colocaron en distintos puntos de Capital y Gran Buenos Aires, los pagadores dejaron el auto con los bolsos con los billetes cerca de la cancha de San Telmo. Luego cruzaron el Riachuelo en bote y tomaron un taxi hasta la casa del presidente de Socma.
Pasaron 48 horas desde que Franco Macri pagó el rescate hasta que pudo saber algo de su hijo. Entre el 3 y el 5 de septiembre de 1991, el empresario no supo que había pasado con su primogénito.
Mauricio Macri abandonó el sótano donde estuvo encerrado doce días el 5 de septiembre a las 21.30. Uno de los cuidadores lo dejó en el Bajo Flores, cerca de la cancha del Deportivo Español. Desde allí, el futuro presidente de Boca tomó un taxi hasta el hotel Plaza, en Florida Paraguay y llamó a su familia para que lo pasaran a buscar.
El juez federal Rodolfo Canicoba Corral, en agosto de 2001, condenó a reclusión perpetua a los ex oficiales de la Policía Federal José "Turco" Ahmed, Juan Carlos "Pelado" Bayarri y Miguel Ángel "Jopo" Ramírez. Además, sentenció a Ramón Avalos a 15 años de prisión; a Carlos Alberto Benito a 11, y a Héctor Daniel Ferrer y Raúl González a cinco años. Otro ex comisario, Alfredo Hugo Vidal, fue procesado y quedó en libertad.
Unos 27 años después de la liberación de Mauricio Macri, sus secuestradores, miembros de la llamada "banda de los comisarios" -por estar conformada por varios integrantes de la Policía Federal- se encuentran en libertad. Ninguno de los ocho condenados permanece actualmente en prisión. Cuatro de los ex policías federales que conformaban la organización delictiva siguen con vida.