Cómo es vivir y trabajar con temor al vandalismo en el conurbano profundo
En lugares como Isidro Casanova, San Francisco Solano y Ciudadela, crecen el miedo y las medidas de prevención
Una veintena de personas que ingresa, por la fuerza en un supermercado de Ciudadela, ubicado en un ruidoso cruce de avenidas, disparan las alertas. Versiones y advertencias sobre hipotéticos saqueos cunden en un extenso corredor comercial enclavado en la populosa localidad de Isidro Casanova. Hechos y rumores se mezclan y, en medio de un escenario económico de emergencia, dan forma a un combo que enciende luces de prevención.
Ciudadela y Casanova son dos puntos del oeste del conurbano donde la palabra saqueo suena con insistencia en estas horas, aunque los hechos concretos aún no se encuadren claramente dentro de esa categoría que recuerda días trágicos para el país. Según testimonios que obtuvo LA NACION, en Ciudadela hablan de un robo más que de un saqueo para referirse a lo sucedido en un supermercado el domingo pasado, mientras que en Casanova las advertencias no pasaron aún de las palabras.
El supermercado Día% ubicado en la esquina de Hipólito Yrigoyen y Alvear fue el lugar donde, el domingo pasado por la noche, ingresó por la fuerza un grupo de personas para robar productos. "Fue un arrebato de unas veinte personas que entraron. La policía estaba en la esquina", relata a LA NACION uno de los empleados del mercado, que pide no ser identificado. Ante la consulta sobre rumores de saqueo los días previos al hecho, sintetiza: "Todos los años se dice que va a pasar, los mismos vecinos te dicen 'se están preparando'".
"Los días posteriores [al hecho] había tensión. Hubo mucho movimiento policial y reforzaron la seguridad", agrega el empleado del supermercado. Fuentes del Ministerio de Seguridad bonaerense afirman que dieron con una mujer que sería la principal responsable del ataque en Ciudadela y que secuestraron su celular, donde habría "datos valiosos para saber quién estuvo detrás del hecho". En la dependencia que conduce Cristian Ritondo no hablan de saqueos, sino de "robos organizados", que definen como "casos aislados".
Esa zona de Ciudadela, en el partido de Tres de Febrero, se caracteriza por un fuerte caudal de tránsito y es cercana al distrito de Morón y al Acceso Oeste, una vía que rápidamente comunica con la avenida General Paz. "Tenemos Fuerte Apache y la villa Carlos Gardel a quince cuadras. Además, está la villa El Mercado", grafica Rubén Fondati, un fletero que trabaja desde hace años a pocos metros de donde se ubica el Día% atacado el domingo. "Entró un grupo de gente y fueron directo a los electrodomésticos", cuenta sobre lo sucedido ese día cerca de su local.
Sin salir de la zona oeste del conurbano aparece otro indicio preocupante, con la palabra "saqueo" corriendo por distintos locales, aunque sin traducirse en acción. En Isidro Casanova, partido de La Matanza, la avenida Crovara alberga cientos de comercios en las más de veinte cuadras que van desde la estación Villegas del Ferrocarril Belgrano Sur hasta el cruce con la avenida Cristianía. Es una zona en la que las localidades de Casanova, Ciudad Evita y Laferrère chocan sus fronteras. Las veredas de Crovara se activan cuando abren los comercios, se transforman en un mar de gente que hace sus compras del día.
Juan Garate, que atiende un negocio de indumentaria y calzado sobre Crovara, asegura que en la zona hay versiones sobre la posibilidad de que se produzcan saqueos. "Todos los días, una o dos personas pasan y nos dicen que se están juntando. Ya se venía hablando y con lo del dólar empezó a pasar todos los días", afirma. "Pasan y dicen que van a saquear [comercios de la zona]. Va a ser una guerra civil, porque estamos todos armados", completa.
Los comerciantes de Crovara, según cuenta a LA NACION Pascual Ferrilli, que tiene una casa de fotos en la misma cuadra del negocio de Garate, "se empezaron a armar desde 2001", cuando este corredor "fue el centro comercial más saqueado del país, con más de 200 locales afectados". Por seguridad, los locales se abren y se cierran todos casi al unísono desde el traumático 2001, cuenta Ferrilli. Por estos días, algunas personas "van a los negocios y dicen: ?Hoy al mediodía van a saquear'", comenta el comerciante, que opina que quienes hacen esas amenazas solo "quieren crear una psicosis".
"Esto viene desde que empezó lo del dólar", reafirma Ferrilli, quien hizo un reclamo a la subcoordinación general operativa de la policía por "las amenazas permanentes de saqueo". Ferrilli es un comerciante que suele aglutinar reclamos de la zona. Fue candidato a concejal por Cambiemos en La Matanza y es uno de los casos de aportantes truchos de la campaña del oficialismo. "Figuro y nunca puse nada", recrimina.
Los comercios que se ubican en la avenida Juan Perón, a partir del cruce con Gobernador Monteverde, en San Francisco Solano, también padecen la inseguridad. Si bien la zona, de triple frontera entre Quilmes, Almirante Brown y Florencio Varela, es un punto en el que ponen el ojo las autoridades, los comerciantes no sufrieron saqueos ni escucharon rumores. "Vivo encerrada y a última hora ya casi no abro la puerta", cuenta a LA NACION Patricia, que atiende un local de ropa. "Estoy desde hace ocho meses y tuve ya varios intentos de robo", indica Zulma, detrás del mostrador de una fábrica de pastas.
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