Comercio y acceso al crédito, las prioridades para el Gobierno
No hubo anuncios concretos, pero se firmaron acuerdos para flexibilizar trabas arancelarias y luchar contra el narcotráfico
El sacó el tema sin que nadie se lo reclamara. En los 50 minutos que duró el encuentro ampliado de las dos delegaciones, el presidente Barack Obama tomó la iniciativa y reconoció un problema a resolver: el impedimento para el ingreso de los limones argentinos en el mercado norteamericano. No hubo anuncios, aunque sí la admisión de un problema y "buenas intenciones", según el Gobierno, para destrabarlo.
El caso, un reclamo histórico de la Argentina, surgió en la reunión sin necesidad de que Mauricio Macri lo planteara. Esto provocó sorpresa y una amplia satisfacción entre los ministros que acompañaron al Presidente en el living que armó el personal de la Casa Rosada en el despacho del primer piso, una suerte de mesa de trabajo del encuentro ampliado entre los dos mandatarios y sus funcionarios.
El déficit en el comercio bilateral y la necesidad de alcanzar financiamiento externo con apoyo clave de los Estados Unidos en los organismos internacionales fue el tema que llevó a la mesa el Gobierno, sus prioridades a la hora de analizar la agenda futura. Sin anuncios concretos, todo quedó en el marco del compromiso de palabra.
Los ministros que eligió el Presidente para que lo acompañaran en el encuentro con Obama marcaron los ejes de la política oficial. Además de la canciller Susana Malcorra, estuvo el titular de Hacienda, Alfonso Prat-Gay, que se mostró, según contó más tarde, impresionado por los datos sobre la economía que aportaba el presidente norteamericano. "Simpático, cálido y metido en los detalles", lo describió el ministro.
Para la Casa Rosada, la prioridad de la relación con Obama es el apoyo para conseguir financiamiento de los organismos internacionales como el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) o el propio Fondo Monetario Internacional (FMI), donde la voz de los Estados Unidos es central para el otorgamiento de créditos. El Gobierno consiguió en enero que la administración norteamericana abandonara su voto en contra de la Argentina y Prat-Gay ya prepara, para el mes que viene, el viaje que hará a Bahamas para la cumbre del BID y a Washington, para la reunión de primavera del FMI.
El otro eje de los encuentros bilaterales pasó por las trabas comerciales. No por nada se incorporó a la reunión el ministro de Producción, Francisco Cabrera, que firmó con la secretaria de Comercio de los Estados Unidos, Penny Pritzker, un memorándum de entendimiento para avanzar en los aspectos a destrabar, como la prohibición para el ingreso de cítricos y carnes. Por el momento, son buenas intenciones, aunque en la Casa Rosada esperan que en el corto plazo puedan tener una respuesta. El propio Obama lo remarcó durante la conferencia que dio junto a Macri. Habló de la formación de un "grupo de trabajo" para "identificar todas las áreas donde hay barreras".
El cambio radical que marcó la llegada de Macri al poder se traducirá en avanzar en un tratado de libre comercio enmarcado en el Mercosur. "A largo plazo vamos por ese camino", confió un asesor presidencial. La Casa Rosada lo impulsará al interior del bloque regional.
Fuera del ámbito comercial, la lucha contra el terrorismo fue el otro eje de la agenda de acuerdos que se firmaron. El más importante prevé el intercambio de información que incluirá el envío de datos personales a partir de un registro de huellas dactilares para casos de "crimen grave". La letra chica del trato no pone demasiadas restricciones al envío de información: establece que alcanzará con personas acusadas de delitos que tengan una pena mínima de un año de cárcel. Fuentes oficiales aclararon, de todas maneras, que estará concentrado en terrorismo.
Además, se firmó un acuerdo que habilita al personal de seguridad de los Estados Unidos que se movilice dentro de la Argentina en aviones a portar armas, política que se desactivó cuando el ex canciller Héctor Timerman abrió, en 2011, una valija militar norteamericana.
Y aunque lo más esperado para los turistas era la eliminación de las visas, agenda en la que trabaja el embajador Martín Lousteau, finalmente no se anunció, aunque se fijó "la voluntad" de trabajar para terminar con el trámite.
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