Coronavirus en la Argentina: las organizaciones sociales le reclaman más recursos al gobierno porteño
LA NACIONCandela Ini
La demanda de alimentos en los barrios más postergados de la ciudad de Buenos Aires se multiplicó en los últimos tres meses por la pandemia de coronavirus y, aunque el gobierno porteño aumentó el monto de las donaciones a los comedores, las organizaciones sociales del distrito piden más recursos.
Desde que comenzó la pandemia, como consecuencia de la parálisis económica que produjo el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio, los movimientos sociales encabezaron miles de ollas populares en distintos barrios de la Ciudad.
Los referentes de esas organizaciones buscan preservar el diálogo y el vínculo estrecho que mantienen con la ministra de Desarrollo Humano y Hábitat de la Ciudad, María Migliore, pero en las últimas semanas acentuaron sus reclamos.
Esas organizaciones, Somos Barrios de Pie, Barrios de Pie, Frente de Organizaciones en Lucha (FOL) y la CTA Autónoma, entre otras, le reclaman al gobierno porteño un subsidio a los comedores que ellos conducen, así como también una remuneración para las personas que trabajan en esos comedores. Bajo la consigna "somos esenciales", la semana pasada se quejaron de que la tarea de las organizaciones en los barrios, según afirmaron, no está siendo "reconocida".
Según las cifras que manejan en el ministerio de Migliore, antes de la pandemia se brindaba asistencia alimentaria a 102.000 personas, mientras que en mayo esa población ascendió a 273.000.
La ciudad de Buenos Aires trabaja con 471 comedores en todo el territorio porteño. De esos 471, 316 están ubicados en barrios populares, con una mayor concentración en el sur de la Ciudad. Esa asistencia se brinda a través de donaciones de alimentos.
Según las autoridades de ese Ministerio, los comedores recibieron un aumento estimado entre el 30 y 40 por ciento.
Las organizaciones sociales le reclaman a las autoridades porteñas que reconozcan y asistan con alimentos y subsidios a unos 500 comedores más. Cada uno de esos comedores y merenderos -por fuera de la nómina asistida por el gobierno porteño- está bajo el ala de alguna organización y algunos ya son asistidos por el Ministerio de Desarrollo de la Nación. En este reclamo se gesta la creciente tensión entre los movimientos sociales y el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta.
"Nosotros tenemos una planilla con todas las organizaciones sociales y esas organizaciones tuvieron incremento en casi todos los comedores. Ellos están viendo que no alcanza y reclaman a la Ciudad. La crisis es tal que siempre hace falta más", indicaron autoridades del gobierno porteño a LA NACION.
"Reconocemos que aumentaron las raciones de alimentos, pero discutimos si se acerca a las necesidades que hay en barrios populares o no", dijo Walter Córdoba, referente local de Somos Barrios de Pie a LA NACION.
Los comedores que no están en la nómina del Gobierno de la Ciudad hoy se financian con un sistema mixto, en base a donaciones de alimentos -tanto de vecinos como de comercios- y a los subsidios que otorga el Ministerio de Desarrollo de la Nación, indicaron referentes de distintas organizaciones sociales a LA NACION.
El estado de la Ciudad también entrega recursos a Centros de Primera Infancia (CPI). Como hoy los CPI están cerrados por la pandemia, la asistencia se entrega ahora a través de bolsones de alimentos para los niños y sus núcleos familiares. "En los CPIS se triplicó la asistencia, asistiendo a las familias. Se pasó de 12.000 a 36.000 personas", indicaron fuentes del Ministerio de Desarrollo y Hábitat.
Señalan las autoridades porteñas, también, que se entregan 800 raciones por día a personas en situación de calle. Sin embargo, hay una discusión abierta entre los referentes de los movimientos sociales y el gobierno porteño sobre los paraderos y la cantidad de personas en situación de calle que asiste a las ollas populares.
Con apoyo del kirchnerismo
Además de haberse sumado al reclamo de las organizaciones sociales para que las autoridades porteñas asistan a más comedores ubicados en barrios populares, el bloque del Frente de Todos de la ciudad presentó a mediados de mayo un proyecto para crear una Tarjeta Escolar Alimentaria que asista a todos los estudiantes de establecimientos de gestión pública y de gestión privada con cuota cero.
Ese programa buscaba reemplazar la entrega de viandas saludables en las escuelas por la transferencia de un monto de 5000 pesos para todos los matriculados.
Mientras se suceden las ollas populares y las reuniones entre las organizaciones sociales y las autoridades de la Ciudad, hay movimientos que se disputan el territorio y la identidad.
Algunas organizaciones sociales con peso en el territorio sur de la Ciudad se identifican con la oposición a Horacio Rodríguez Larreta. Somos Barrios de Pie tiene como referente a Daniel Menéndez, actual subsecretario de Promoción de la Economía Social de la Nación.
En 2018 Barrios de Pie sufrió una ruptura. Tras el acercamiento de Menéndez al kirchnerismo, un sector identificado con él dejó, junto a Victoria Donda, el movimiento Libres del Sur. Ese sector hoy se denomina "Somos Barrios de Pie".
En cambio, la organización Barrios de Pie -Libres del Sur está encabezada por Sebastián Martino y Silvia Saravia, históricos dirigentes de Barrios de Pie, junto a Humberto Tumini.
Desde Barrios de Pie, Saravia y Tumini señalan que Menéndez y Donda "usurparon el nombre" de la organización y sostienen que Menéndez, al formar parte del gabinete de Daniel Arroyo, otorga asistencia de manera discrecional a su propia organización.
En los últimos días escaló la tensión entre Barrios de Pie y Somos Barrios de Pie por un episodio ocurrido en La Rioja. La ex senadora radical y actual intendenta de La Rioja, Inés Brizuela, denunció que, en medio de reclamo de los movimientos sociales conducidos por Menéndez en esa ciudad, recibió amenazas contra su hija. El expresidente Mauricio Macri y los referentes del radicalismo se solidarizaron públicamente con Brizuela.
Por Candela Ini
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