Clima festivo, el regreso de los bombos y el grito “vamos a volver” en el cierre de campaña de Diego Santilli
En un acto con el tradicional folklore proselitista, el candidato de Pro marcó un fuerte contraste “entre dos modelos de país” para polarizar con el kirchnerismo; estuvieron Larreta y Patricia Bullrich, además de los otros candidatos
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“Se siente. Se siente. Horacio presidente, Horacio presidente”. El grito que puso de pie a los militantes de gorras rojas, que llenaron el Club Atenas, el cierre de campaña de Diego Santilli en la provincia de Buenos Aires expresó el proyecto que se empieza a jugar este domingo, para la colación Juntos.
El jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodriguez Larreta fue directo: “Tenemos que poner todo para volver. Para volver en todo el país. No sólo a nivel nacional, también en la Provincia. En Quilmes, en Pilar, en Morón. Y en lugares que no ganamos nunca”, proclamó. La gente se enardeció para saltar con el grito “vamos a volver”.
“La enorme transformación de la ciudad demuestra que se puede: también lo hacemos en Lanús, en Vicente López, en La plata, en Tres de Febrero, en San Nicolás, en Mar del Plata, en Bahía, en Lobos, en Pergamino, en Olavarría. En San Isidro. Nosotros lo hacemos”, dijo.
Lo aplaudían decenas de militantes con gorras rojas inscriptas con la leyenda: “Es el colo”. Pero la verdadera fiesta para los militantes fue el discurso de Larreta, que no escondió el proyecto presidencial que lo moviliza a 2023, y que se pondrá a prueba este domingo, cuando su exvicejefe de gobierno compita contra Facundo Manes por la representación de la oposición en la provincia de Buenos Aires.
“Se me hace difícil usar una gorra roja, lo digo por el futbol”, comenzó Larreta. “El domingo se juega mucho: dos modelos de país. El domingo habrá una boletas de ellos que representa un modelo de país donde no se garantiza la seguridad, escuelas cerradas. Y del otro lado esta la boleta de Diego, el colorado. Hay que elegir entre una y otra. Esa es la decisión”, dijo Larreta.
Sonaban bombos (uno de ellos a cargo del exintendente de Quilmes, Martiniano Molina), clarinetes y volaban globos rojos y amarillos. Un clima que no se había visto en toda la campaña por la pandemia. Afuera dos camiones publicitarios proclamaban la secuencia “Larreta, Santilli, Garro”. El jefe de Gobierno porteño fue interrumpido por los cantos de la tribuna: “Pongan huevos, el domingo tenemos que ganar”
“Es tan importante la elección del domingo”, dijo el jefe de Gobierno de la ciudad. “Les pido que estén ahí el domingo, fiscalizando los votos de la provincia. Tenemos responsabilidad de ganarles, de volver, de traer energía de transformación que ya viene a toda la Argentina”. La tribuna invitó en otros término: “Vení, vení. Salta conmigo que un amigo vas a encontrar”.
Después Santilli, que llegó al acto acompañado de su pareja, Analía Maiorana, dio un mensaje que apuntó a la inseguridad y a la “puerta giratoria” que beneficia a los delincuentes. “Que los delincuentes cumplan con su condena”, planteó y pidió aprobar la reforma del Código Penal “que duerme el sueño de los justos”.
“Terminemos con la puerta giratoria que tanto nos lastima”, instó. Cuando se refirió “al año y medio que los chicos estuvieron sin poder ir a la escuela”, se dio vuelta para pedirle a la tribuna que no reprobara con abucheos. “[La gestión de Alberto Fernández] nos deja en la Argentina que estamos hoy: empobrecidos, cansados, hartos y con bronca”, criticó.
Antes encendió a la audiencia Patricia Bullrich: “Necesitamos que no tengan mayoría. Por eso necesitamos que entren muchos diputados. Vamos a sacarle el quórum a Cristina con cinco senadores” La frase fue seguida por un prolongado abucheo.
“Vamos a volver, vamos a volver, a volver vamos a volver”, cantaban las tribunas.
A su turno Graciela Ocaña llamó a ir a votar: “Necesitamos senadores, diputados. Digamos basta y el lunes comencemos a construir la provincia de futuro con el colo y su equipo. Los dejo con mi amigo el jefe de gobierno de ciudad, Horacio Rodríguez Larreta”. anunció.
Entonces, como en una profecía proyectada a dos años la tribuna enardecida tras el encierro de la pandemia arengó: “Se siente, se siente. Horacio Presidente”. Ahora sólo queda esperar que hablan los votos, el domingo.