Claudio Uberti controlaba fondos por $ 900 millones
Son parte de los fideicomisos públicos, las cajas más cuestionadas del gobierno de Kirchner
Claudio Uberti, que hasta hace unos días estuvo a cargo del Organo de Control de Concesiones Viales (Occovi) y que fue echado después de que se conociera que viajaba en el vuelo en el que se interceptó una valija con casi 800.000 dólares, no era un funcionario más. En el momento de marcharse por el escándalo manejaba 907 millones de pesos, cifra que incluye el presupuesto que el Gobierno le había asignado más el cuestionado fondo fiduciario vial que dependía de su área.
Durante los algo más de cuatro años que Uberti estuvo en funciones dependieron del Occovi 1516 millones de pesos, de los cuales 757 se manejaron mediante los fondos fiduciarios, una de las cajas más polémicas del kirchnerismo por el escaso control que tienen.
La cercanía al presidente Néstor Kirchner no se limitó siempre a ese manejo. El ex funcionario fue denunciado en 2004 por ARI como uno de los recaudadores de la campaña que llevó a Kirchner a la presidencia, en 2003. Según la denuncia, compartía la función con el ex chofer del presidente y actual dueño de un multimedios, Rudy Ulloa Igor.
La relación con el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, también era muy cercana, hasta el punto de haberle confiado la cuidada relación con Venezuela, pese a no tener autoridad para ejercerla.
Desde que llegó a dirigir el Occovi -el 28 de mayo de 2003- por el despacho del ahora ex funcionario pasaron alrededor de 1516 millones de pesos. La caja del organismo pasó de algo más que seis millones de pesos en 2003 y 2004 a 93,4 millones en 2005.
Luego, en 2006, la billetera de Uberti continuó su carrera ascendiente y los fondos del Occovi llegaron a 246,7 millones de pesos. Pero no todo terminó ahí. De no haber sido por la valija que quedó frenada en la Aduana, el ex funcionario hubiera podido disponer de 406 millones de presupuesto en 2007 para hacer obras públicas en las rutas concesionadas.
El Occovi es uno de los entes reguladores y de control de servicios públicos que ha sido reiteradamente sospechado de no cumplir con su misión. Su gestión fue cuestionada por la Auditoría General de la Nación en un informe en el que el organismo considera que no cumple con sus obligaciones.
La suma de los cuatro años de gestión le dio la oportunidad a Uberti de manejar 758 millones de pesos en partidas presupuestarias, de acuerdo con los números de ejecución presupuestaria del Ministerio de Economía.
Otro de los fondos frescos que pasaron por su escritorio son los que se depositan en una cuenta que se nutre con la recaudación bruta de todos los peajes de los corredores viales del país.
Ese monto -que se coloca en un fondo fiduciario que maneja el Occovi- giró desde 2003 alrededor de 684 millones de pesos, de acuerdo con los datos de la Unidad de Control de Fideicomisos de Infraestructura (Ucofin).
Pero no todo termina allí. Desde febrero de 2006 -cuando un decreto autorizó el cambio-, el Occovi recibió 72,8 millones de pesos que le envía el Sistema Integrado de Transporte (SIT), otro fondo fiduciario que se nutre con el 20% de cada litro de gasoil que se vende en el país, y que deriva un porcentaje para el mejoramiento de la red vial.
Claro que todas estas cajas tienen que ver con las funciones del cargo que hasta hace días ocupaba. Sin embargo, varias personas que están cerca del negocio vial coinciden en relatar que Uberti no dedicaba sus mayores esfuerzos a la relación con el mundo vial, sino a cuidar uno de los diamantes de la política internacional kirchnerista: la relación con Venezuela. Y encontrar números de aquella relación sería develar uno de los misterios de la política internacional criolla.
"A nosotros no nos atiende el teléfono desde hace rato. Está siempre de viaje o en temas que tienen que ver con Venezuela", confesó un empresario de una concesionaria vial a LA NACION.
"Estaba muy ilusionado con ser el embajador en Venezuela -contó otro ejecutivo del sector después del compromiso de no revelar su nombre-. Cuando se designó a Alicia Castro tuvo una desilusión muy fuerte."
Pese a que la voluntad de Hugo Chávez primó por sobre la del Gobierno y la embajadora fue Castro, Uberti siguió manejando personalmente la relación. "Viajaba más de una vez por mes, aunque no sé bien si siempre a Venezuela", relató una fuente que tenía trato con Uberti.
Cerca de De Vido
Pero bien podría decirse que el dinero, o el presupuesto del área, no es la única manera de medir el poder. Pero en otros aspectos también le va muy bien -o por lo menos le iba hasta hace unos días- al desplazado funcionario.
Si el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, decidiera un día armar su póquer de ases, el hombre que hasta el jueves se encargaba de los peajes integraría ese selecto grupo. Otros dos candidatos seguramente serían los secretarios de Transporte, Ricardo Jaime, y el de Obras Públicas, José López. El cuarto as debería salir del sector energético. Y según cuentan con más asiduidad los hombres del sector, Roberto Baratta, un hombre que cada día está más cerca de De Vido, es firme candidato a ocupar el cargo.
El desplazado funcionario es un hombre tan cercano al arquitecto De Vido como lo son cada uno de los funcionarios de su sector que tienen bajo su responsabilidad la administración de millones de pesos, sean para obra pública o para subsidios. Pero Uberti cometió algunos errores en el último tiempo que en la lógica kirchnerista se pagan caro: quiso ser independiente de su jefe político.
Según contaron dos empresarios del sector, en los últimos días las relaciones entre ambos no eran las mejores, dado que Uberti habría intentado reportar directamente al presidente Néstor Kirchner, con quien tiene trato cercano, pasando por encima al ministro.
Otro empresario que tiene que tratar con el ex funcionario para negociar las cuestiones del sector se alegró al enterarse de que Uberti había sido desplazado. "Yo siempre les digo a mis colegas. Ojalá acá tuviésemos a [el secretario de Comercio Interior, Guillermo] Moreno. Se enoja, pero entiende algo", graficó.
Incobrable
- El desplazado funcionario que hasta hace pocos días dirigía el Organo de Control de Concesiones Viales (Occovi), Claudio Uberti, no parece ser un buen pagador. Según la base de datos que elabora el Banco Central (BCRA), Uberti figura como deudor incobrable con una deuda de 17.800 pesos en el Banco Patagonia. Uberti tiene categoría cinco, la peor calificación que se le coloca a un deudor del sistema financiero.