El Gobierno busca un acercamiento equilibrado a EE.UU. y China, pero se acelera la integración con Pekín
El Gobierno apuesta a asumir una "tercera posición" entre la disputa geopolítica entre China y Estados Unidos, pero en los hechos la relación con Pekín avanza a una velocidad mucho mayor que el vínculo con Washington.
En un contexto en el que los Estados Unidos se convierte en el principal inversor en la Argentina y China se encamina a ser el primer destino de las exportaciones, la Cancillería que conduce Felipe Solá asegura que se busca adoptar un punto de "equilibrio" en el acercamiento a ambos países. Afirma que la derrota del candidato de la Argentina a presidir el BID (se impuso el elegido por Donald Trump, Mauricio Claver-Carone) no afectará la relación bilateral.
Ese equilibrio, sin embargo, tiene desde la propia alianza de gobierno un impulso para inclinar la balanza hacia Pekín. La vicepresidenta Cristina Kirchner tiene sus propios intereses en materia de política exterior y bajó la orden de acelerar el acercamiento político y económico con el régimen chino.
Esa línea se hizo notar con los últimos contactos que trascendieron entre el PJ y representantes del Partido Comunista Chino, de los que no participó la Cancillería, pero sí el embajador chino en la Argentina, Zou Xiaoli.
Con el diputado nacional y presidente del PJ, José Luis Gioja, y el senador y excanciller Jorge Taiana como interlocutores, en lo diplomático las partes intercambiaron experiencias sobre maneras de reducir los índices de pobreza.
En los hechos, el PJ ratificó el vínculo histórico de peronismo con el partido comunista y afianzó el marco de apoyo político para el avance de proyectos conjuntos de envergadura que China realizará en la Argentina. De la charla también participó el gobernador de Formosa, Gildo Insfrán, presidente del Congreso nacional del PJ.
La reaparición de Cristina Kirchner en el vínculo entre Argentina y China, con su objetivo de reeditar el acercamiento que promovió durante su gobierno -y que se mantuvo durante el macrismo-, abrió un nuevo canal de diálogo con las autoridades chinas en paralelo al que ya transitaban Alberto Fernándezy Solá, quienes ya habían hecho explícita su voluntad de avanzar a fondo en la integración con Pekín.
En el Gobierno descartan que se haya generado malestar con la vicepresidenta por marcar territorio y aseguraron que, en el fondo, la intención es la misma. Sin embargo, si bien el Gobierno busca avanzar lo máximo posible en el acercamiento con China y el resto de Asia porque, según sus previsiones, será la región que representa más oportunidades comerciales para nuestro país en los próximos años, existe un riesgo de irritar a Estados Unidos –clave en la renegociación de la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI)– que rechaza y aspira a frenar la creciente injerencia de Xi Jinping en América Latina.
Washington, por ejemplo, ya marcó reparos respecto de la intención de China de desembarcar con la tecnología 5G en la región y del uso presuntamente militar de la estación espacial en Neuquén, que Pekín asegura que es solo para fines científicos en su plan de exploración espacial.
Frente a esos reparos, la Casa Rosada ratificó que no habrá cambios en Neuquén y mantuvo encuentros recientes con representantes de Huawei, la compañía líder en redes 5G vetada por Estados Unidos por supuestas fallas de seguridad.
"Estamos comprometidos en profundizar nuestra asociación estratégica integral, la cooperación internacional y el multilateralismo", dijo este jueves el Jefe de Gabinete de la Cancillería, Guillermo Justo Chaves, al encabezar un acto virtual de agradecimiento al gobierno chino por las donaciones de insumos sanitarios para enfrentar la pandemia de coronavirus.
"La relación con China se ha fortalecido a partir de la cooperación como consecuencia del Covid-19. Esa cooperación es clave en lo que para nosotros es la solidaridad a nivel global y la mirada de la política exterior. (...) Estamos comprometidos con el desarrollo integral de la Argentina, y para ello necesitamos el acompañamiento de países como China, con el que compartimos la mirada sobre lo público y los valores relacionados con la solidaridad", agregó.
La Argentina, además, ve con buenos ojos la incorporación del país a la nueva Ruta de la Seda,el mega proyecto de infraestructura que Pekín convirtió en su mayor apuesta en materia de política exterior de la historia reciente. La iniciativa, que busca hacer pie en América Latina ante el repliegue de Estados Unidos en la política regional, ya tiene el aval de Solá para sumar su capítulo argentino.
Al mismo tiempo, el Gobierno espera que China avance con importantes proyectos, como la postergada financiación de las represas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic en Santa Cruz y de una cuarta central nuclear, que según anunció Alberto Fernández antes de asumir, se ubicará en Campana. También se espera participación china en obras de la hidrovía, en el Paso Agua Negra de San Juan y en el Corredor Bioceánico que une a nuestro país con Chile.
El trato con los Estados Unidos
Con un ojo puesto en Asia y otro en norteamérica, el Gobierno manifestó sin embargo su voluntad de iniciar nuevos proyectos con Washington y profundizar los vigentes. Por eso, el canciller destacó en su discurso en el Council of the Americas la potencialidad de América Crece, el proyecto que anunció Estados Unidos para canalizar la inversión privada en proyectos de infraestructura en América Latina.
"Estamos esperanzados con este proyecto. Es alentador para nosotros porque necesitamos una fuerte corriente de inversiones, no solo para infraestructura argentina, sino también en infraestructura productivas", dijo Solá en la apertura del encuentro, hace dos semanas.
La Cancillería conformó un grupo especial junto a la Secretaría de Asuntos Estratégicos –que conduce Gustavo Béliz– "para relevar, seleccionar e identificar proyectos argentinos de interés para posibles inversores".
La incorporación de Béliz en ese grupo se dio en tiempos en los que flaqueaba su candidatura para liderar el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) que provocó roces con Washington. Donald Trump postuló a su asesor Mauricio Claver-Carone poniendo fin a una tradición de más de 60 años en la que un latinoamericano siempre fue el titular del banco. La Argentina, junto a Chile y, en un principio, México, se opusieron a esa candidatura, pero no tuvieron éxito y Claver-Carone se convirtió en presidente del organismo.
Así como la elección del BID puso a los países en veredas opuestas, en el Gobierno aseguran que la relación se mantiene "madura" y que tanto la elección en la entidad como la crisis en Venezuela –otra "diferencia acordada" entre los países– no afectarán el rumbo de la relación bilateral.
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